Turquía es un Estado del oriente de Asia, situado en la península de Anatolia, entre el mar Negro y el Mediterráneo. Colonizada por griegos y persas, estuvo en poder de Alejandro Magno, de romanos, a principios del siglo IV, Constantinopla (actual Estambul) se convirtió en el Imperio Romano de Oriente.
En el siglo XII llegaron a Anatolia los pueblos turcos que, luego de la toma de Constantinopla, en 1453, se apoderaron de los Balcanes y crearon un gran imperio, cuya decadencia se inició con la derrota de Lepanto (1571).
El Movimiento Nacionalista de Mustafá Kemal Ataturk instauró la República en 1922. Artífice de la actual Turquía. El proceso se está revirtiendo con la política que impulsa Recep Tayyip Erdogan en el país euroasiático, quien lo está alejando del laicismo. Erdogan ha acumulado enorme poder: primer ministro en tres ocasiones. Y ahora, a la manera de Putin en Rusia, ha sido elegido Presidente. Deshace lo hecho por Kemal Ataturk y busca ‘islamizar’ la nación. Erdogan ha dado giro a la política exterior turca. Ataturk se inclinaba a Europa y Occidente, Erdogan prefiere “territorios musulmanes”.
En ese proceso de islamización, Erdogan limita el poder del Ejército, potencia escuelas islámicas y construcción de mezquitas, restringe venta de bebidas alcohólicas (cuyo consumo veta el Islam) y normaliza el velo islámico -antes prohibido en la Turquía laica- en las cámaras del Gobierno. Ataturk modernizó una Turquía casi enclavada en la Edad Media, limitó manifestaciones públicas de religiones (abogando por un país laico) y dio al Ejército enorme poder. Una vez Erdogan contó con apoyo del pueblo en las distintas elecciones, cambió esa situación. Recortó la influencia de los militares sobre los poderes públicos. En 2012, Erdogan aumentó un 20 por ciento el presupuesto destinado a un Directorado, «Asuntos religiosos». Desde la llegada de Erdogan al poder en 2002, el número de mezquitas se ha disparado, hasta superar las 82.000. Más clérigos, de religión suni, para atender esas mezquitas. Para potenciar la educación en escuelas islámicas, Erdogan ha equiparado estudios obtenidos en ese tipo de centros a los realizados en escuelas laicas. Antes, los estudios religiosos no permitían acceder a puestos públicos, ahora estos cargos en la Administración turca están siendo acaparados por egresados de centros religiosos.
Es evidente que Erdogan promueve un vuelco en la sociedad turca hacia el islamismo.