El comportamiento de la economía colombiana, a pesar de la caída del precio del petróleo, según publicaciones del exterior como The Economist, es de los mejores de la región. Se espera que el país siga siendo preferido por los inversionistas internacionales y continúe con ímpetu por la vía del crecimiento. La reflexión del gerente del Emisor, José Darío Uribe, coincide con esa misma óptica. Lo cierto es que entre junio de 2013 y el mismo mes de 2014 el Producto Interno Bruto (PIB) creció 5,5%, con lo que casi dobla el crecimiento de los tres trimestres anteriores. Ese notable avance de Colombia supera al del resto de las economías de la región, incluso las de países como Brasil, cuyo aparato productivo muestra señales de fatiga.
El gerente del Emisor destacó que la política monetaria que ha capitaneado el Banco contribuye de manera decisiva al buen desempeño de la economía, dado que surtió efecto el haber reducido la tasa de interés de 5,25% a 3,25%, entre junio de 2012 y marzo de 2013, en tanto la inflación se mantenía en niveles manejables y dentro de una sana capacidad instalada de la economía. Entre los factores que más han incidido en ese crecimiento nacional destacó el aporte del fuerte crecimiento de las obras civiles y de la construcción, así como los aumentos en el gasto público que, a su juicio, impulsaron la demanda interna en un momento en el cual se debilitaba la demanda externa.
Uribe resaltó el aporte a la economía del café y otros productos agrícolas cuyos precios estuvieron al alza en los mercados externos. Estimó el funcionario que la economía continúa mostrando síntomas de fortalecimiento, agotando los excesos de capacidad. Al atender la coyuntura la junta directiva del Banco resolvió ir a una política un tanto restringida. De allí que en agosto de este año incrementó la tasa de interés de referencia en 125 puntos básicos. En octubre y septiembre, dado que el entorno mostraba cierto deterioro, la mantuvo estable.
Por esas condiciones de la economía en el cierre de este año es que el Emisor estima que el crecimiento final será de 4.5% o 5% del PIB, muy alto cuando el promedio de la región apenas si alcanza el 2 por ciento.