El voto latino en E.U. | El Nuevo Siglo
Domingo, 24 de Junio de 2012

*Crece influencia hispana

**Ambos candidatos tras su apoyo  

 

Se calcula que en los Estados Unidos vive una comunidad de origen latino que pasa de los 50 millones de habitantes, la que puede influir en otro tanto y más de la población. Su presencia cobra cada vez mayor peso en las elecciones regionales y en las presidenciales. Republicanos y demócratas cuentan con representantes influyentes de la comunidad hispanoamericana, que por todos los medios intentan sumar votos los candidatos. Hasta el momento el voto latino no se moviliza en bloque y su participación  no se compadece con el potencial que tendría en un momento dado para contribuir al triunfo. Por ahora, es  exagerado suponer que el voto hispanoamericano incline la balanza presidencial, en particular por cuanto se encuentra disperso en un país inmenso. Así que la votación de origen hispano pesa mas por regiones, en especial en las zonas de la frontera con México, en donde, también se manifiesta con mayor fuerza la reacción nacionalista de la población estadounidense. Lo que da lugar a luchas políticas locales discriminatorias. En algunos Estados  se han promovido duras leyes que atentan contra los derechos humanos de la población de origen hispano, los hace sospechosos por el solo hecho de existir; es así como se dan casos deplorables de familias divididas, en cuanto unos tienen documentos al día y otros son deportados. Unos tienen seguridad social y otros no. Unos gozan de las mismas garantías que   las comunidades de origen anglosajón y otros son mal vistos.

Pese a lo cual siguen siendo los Estados Unidos  el país a donde mas llegan en busca de una vida mejor o de invertir o trabajar, millones de hispanoamericanos. En Estados como la Florida, la población de origen hispano se integra plenamente y tras pasar por dolorosas etapas de transición, tiende cada vez más a rescatar los valores propios, la unidad familiar, la religión, el trabajo honrado, dando lugar a una gran influencia en ciudades como Miami y en otras, en las cuales se destacan políticos capaces. Algunos prestigiosos políticos de origen hispano han llegado al Congreso de los Estados Unidos, lo mismo que no se descarta la posibilidad de un vicepresidente por cuyas venas corra sangre hispánica. Y quizá, en un mañana, un gobernante con la misma genealogía.

Lo cierto es que de esos 50 millones de latinos, muchos de ellos se sienten un tanto decepcionados por cuanto nunca habían deportado a tanta gente de esa estirpe como durante el actual gobierno, ni presentado un cuadro de retroceso en el trato a los indocumentado como el que se ha dado en ciertos Estados, pese a las  promesas presidenciales de campaña en las que se afirmaba que presentaría proyectos favorables a los indocumentados. Por tanto, en estos últimos meses de campaña se ha intentado mejorar las relaciones con estas comunidades, por lo que se acordó que los jóvenes estudiantes que no han podido legalizar su situación no sean expulsados del país. Lo que por ahora es un alivio.

Naturalmente, no pocas de las medidas draconianas que ha sufrido la población latina tienen que ver con la crisis económica y el desempleo, lo que impulsa al chovinismo a los que tienen legalizada su residencia, incluso así sean de origen latino se muestran en algunos casos tan duros como los estadounidenses raizales, contra los de su misma sangre. Pues se trata de un movimiento instintivo y entendible de defensa de sus puestos de trabajo y de temor por una población laboral que se ofrece por cualquier paga inferior para subsistir.

El diario The New York Times ha dedicado algunos interesantes artículos para analizar el voto hispano y se muestra en cierta forma sorprendido de la apatía electoral que lo afecta. Esa apatía tiene que ver con la lentitud como se les reconoce en los dos partidos su importancia electoral. La influencia hispana es cada vez mayor en cuanto aumenta cada año el numero de profesionales capaces, empresarios destacados, científicos y académicos de la comunidad , así por ahora eso no se traduzca necesariamente en votos. Por lo pronto el voto hispano se inclina por regiones a la manera del voto estadounidense por uno y otro candidato. No  se puede decir que Obama cuenta con el apoyo absoluto de los latinos, ni que el republicano  Mitt Romney tenga mayor apoyo, lo cierto es que en la medida que avanza la campaña de ambos candidatos es cada vez mas reñida y prometen  soluciones a los problemas fundamentales de las comunidades, dado que en cuanto se tiende a la polarización es posible que la disputa por la Casa Blanca se defina por unos pocos votos. En ese caso el voto hispano sería decisivo.