*Arranca recta final de la campaña
*Retos de los candidatos y ciudadanía
El próximo 25 de este mes arranca la recta final de la campaña electoral, toda vez que inicia el período de inscripción de candidatos para gobernaciones, alcaldías, asambleas, concejos y JAL. Si bien la mayoría de los partidos en muchas regiones del país aún no tienen totalmente definido el escenario en materia de avales e incluso están pendientes de encuestas y acuerdos políticos de última hora para concretar los nombres de los aspirantes que serán respaldados para cargos uninominales y cuerpos colegiados, en algunas ciudades como la capital del país el panorama ya parece despejado, al menos en lo que tiene que ver con quienes finalmente competirán por la sucesión en el Palacio Liévano.
Rafael Pardo, respaldado por el liberalismo y La U; Clara López, en nombre del Polo Democrático; Enrique Peñalosa, con base en un movimiento significativo de ciudadanos; Francisco Santos, la carta del uribismo; y Carlos Vicente de Roux, de la Alianza Verde, son los aspirantes ya definidos, y en campaña, al lado de otros que también se respaldan en firmas pero tienen menor eco político y mediático.
Las tendencias sobre favoritismo y preferencias de cara a la cita en las urnas de octubre todavía son muy inciertas, no solo porque apenas en el último mes se definieron candidaturas como las de Peñalosa y De Roux sino porque las mismas encuestas que se han hecho a lo largo de este año muestran un escenario muy cambiante de un sondeo a otro, y fuertemente impactadas por coyunturas semanales que no serán definitivas para inclinar la balanza proselitista.
Pardo, Peñalosa y López se han alternado la punta de las encuestas, Santos por igual ha registrado altibajos en la segunda línea de candidatos, De Roux apenas si ha debutado como candidato único verde y el petrismo tuvo hasta hace dos semanas dos precandidatos, uno de los cuales ya dio un paso al costado sin que se haya oficializado que la restante si llegará a la cita en las urnas.
La mayor exposición mediática de las propuestas de cada candidato, así como un eco más amplio a lo dicho en los foros y debates cuya frecuencia aumentó en las últimas semanas, es evidente que ha permitido que la ciudadanía se esté interesando cada vez más en los elementos sustantivos de la campaña, sobre todo en los relacionados con las problemáticas de mayor impacto, como las relacionadas con el proyecto del sistema metro, las soluciones de movilidad vial, una estrategia para enfrentar el pico de inseguridad, la reingeniería en el servicio Transmilenio, el nuevo horizonte en materia urbanística, los énfasis de inversión social en la ciudad y otros asuntos clave que deberá afrontar quien tome las riendas de la urbe a partir del 1 de enero próximo.
Visto todo lo anterior es claro que todavía falta mucho camino en la puja proselitista. No está definido, por ejemplo, si todos los partidos de la Unidad Nacional apoyarán cerrada y exclusivamente a Pardo, o si algunos sectores de Cambio Radical podrían inclinarse por él y otros por Peñalosa; este último también ha sido claro en que eventualmente daría un paso al costado para asegurar una coalición política que evite que la izquierda siga en el poder; el uribismo, por su lado, aunque ha dicho que su intención es llegar hasta el final, también registra algunas voces que son partidarias de una coalición que lleve a un cambio político en la ciudad; López, entre tanto, si bien ya tiene el respaldo cerrado del Polo, aún no asegura el apoyo de otras facciones de izquierda y no está claro el margen de acción que tenga para hacer coaliciones con sectores de centro e independientes; tanto los verdes como el petrismo deberán definir si mantienen sus candidatos hasta octubre o mejor optan por integrar una coalición multipartidista antes… A todo ello tiene que agregarse lo que será ya la campaña abierta y masiva en plaza pública, el impacto de las estrategias publicitarias y de redes sociales de cada aspirante, la definición de las propuestas programáticas de cada uno de ellos, así como el efecto político y electoral de otros aspectos trascendentales como el carisma, la capacidad de comunicabilidad y el nivel de acierto u error de los competidores ante las coyunturas diarias de la ciudad.
Como se ve, la campaña entró en su recta final y es hora de que todos los bogotanos se metan de lleno en ella para ser protagonistas directos en la definición del rumbo de una ciudad tan llena de potencialidades como de crisis y retos por superar.