El manejo de la emergencia | El Nuevo Siglo
Viernes, 2 de Octubre de 2020

Duque mantiene una buena calificación

* Pandemia, crisis y altibajos de alcaldes

 

La crisis sanitaria derivada de la pandemia ha sido, de lejos, la más grave que ha enfrentado el país en las últimas décadas. Y no solo por el alto saldo mortal que el coronavirus está dejando (más de 26 mil vidas pérdidas), sino por el fuerte coletazo social y económico derivado. Ningún gobierno estaba preparado para manejar una emergencia de estas magnitudes, máxime cuando pese a que el mundo lleva más de nueve meses de combate a esta enfermedad viral, todavía hay muchas incógnitas a su alrededor y las esperanzas de una vacuna efectiva nada que se concretan, en tanto se presentan rebrotes del Covid-19 en algunos lugares del planeta.

Si bien es cierto que desde marzo pasado Colombia entró en emergencia sanitaria, ya desde semanas antes, por las advertencias de la Organización Mundial de la Salud sobre el peligro a que se enfrentaba el planeta, los gobiernos Nacional, departamentales y municipales alistaban sus respectivos planes de contingencia. Así las cosas, no resulta exagerado señalar que gran parte del foco de este 2020 ha estado centrado en combatir la pandemia y sus lesivos efectos en todos los órdenes. De hecho, tanto la hoja de ruta de la administración Duque como la de los gobernadores y alcaldes que se posesionaron el 1 de enero han estado cruzadas y copadas por esta crisis.

Si bien las encuestas son como las fotografías, solo captan un momento específico y no permiten tener la mejor de las perspectivas sobre la evolución de determinado hecho o circunstancia, sí tienden a ser un termómetro medianamente acertado sobre la coyuntura. Precisamente el viernes pasado se dio a conocer una nueva medición de opinión, esta vez de las firmas Guarumo y Ecoanalítica. Hay varios aspectos llamativos. Por ejemplo, la imagen favorable del Presidente de la República se mantiene por encima del 51%, sin duda un porcentaje positivo no solo porque estamos en un país profundamente polarizado, sino porque se ratifica la tendencia de otras encuestas en torno a avalar la forma en que el Gobierno está respondiendo ante la pandemia. De hecho cuando se indagó directamente sobre este último aspecto, un porcentaje aún mayor (61,9%) se mostró de acuerdo con la gestión del Ejecutivo en la crisis sanitaria. Es más, en un asunto que ha sido tan debatido, como lo es la pertinencia del programa televisivo diario “Prevención y Acción”, que el Presidente lleva seis meses liderando para informar sobre la evolución de la emergencia y las medidas para afrontarla, un 51% de los encuestados lo consideró muy útil.

La prioridad que la opinión pública le está dando a los planes de contingencia contra el Covid-19 se puede evidenciar, también, en la forma en que el alcalde de Barranquilla tiene ahora la imagen más alta entre los mandatarios de las seis capitales más importantes del país. No hay que olvidar que en medio de la fase más crítica de la pandemia la capital del Atlántico tuvo momentos muy complicados en materia de curva alta de contagios y decesos, pero luego la tragedia comenzó a disminuir de manera acelerada. Algo similar ocurre con la calificación al alza del alcalde de Cali, en tanto que han perdido un poco de terreno los de Medellín y Bogotá, situación que se podría explicar, no por un retroceso en el manejo o evolución de la emergencia sanitaria (de hecho ambas ciudades tienen tendencias positivas en sus respectivas curvas epidemiológicas), sino por otro tipo de circunstancias que han dado lugar a polémicas en las últimas semanas, como las cuestionadas medidas en torno a Empresas Públicas de Medellín o la controversia sobre la gestión de la administración Distrital ante los graves disturbios en la capital del país.

Más allá de esas circunstancias particulares, lo cierto es que llama la atención que tanto las calificaciones al Gobierno nacional como las de los alcaldes de las seis principales ciudades del país estén, todas, por encima del 50 por ciento, pese a estar en orillas políticas distintas e incluso darse algunas contradicciones y desencuentros entre la Casa de Nariño y varios de esos mandatarios locales. Ello podría interpretarse, por ejemplo, como que la opinión pública percibe y califica positivamente la importante conjunción de esfuerzos y estrategias entre los órdenes nacional, regional y local, sobre todo en la forma de diseñar e implementar el plan de contingencia contra la pandemia. No en vano la principal preocupación nacional, por encima de la seguridad y la corrupción, es el empleo, muy golpeado por la crisis.

Como se dijo, en un país que sigue tan polarizado a nivel político y en el que asoma con fuerza una tempranera y quisquillosa campaña electoral para 2022, el que el Presidente y los alcaldes principales tengan porcentajes de imagen y gestión positivos, daría a entender que, pese a las diferencias evidentes, todos siguen apuntando a la misma dirección de la superación del que es, sin duda, el problema más grave en estos momentos: la pandemia y su duro coletazo socioeconómico. Un reto que, según la referida encuesta, Colombia superará, ya que la mayoría es muy optimista sobre el futuro de la nación.