El Estado palestino | El Nuevo Siglo
Domingo, 2 de Diciembre de 2012

*Se impone el realismo político

*Conviene a la paz su reconocimiento

 

La  creación del Estado de Israel estuvo ligada, inicialmente, a la creación inmediata del Estado de Palestina. Pocos recuerdan  los ataques terroristas que precedieron la formación del Estado de Israel. Esa fórmula de los dos nuevos Estados la idearon los Aliados desde antes que terminara la II Guerra Mundial, para que el pueblo judío tuviese su propio territorio, en un Estado independiente, con un gobierno libre, donde pudiese defender sus propios intereses. Se adujo para ello que el pueblo bíblico había estado en la región en tiempos de los faraones egipcios, como lo cuenta la Biblia. Mientras los palestinos alegaban que modernamente para efectos de los alegatos de soberanía no había precedentes de un Estado de Israel. Como Kelsen manifiesta en alguno de sus textos sobre Derecho Internacional, en ocasiones los casos no siempre se manifiestan a derecho, intervienen las relaciones de fuerza o de poder. Es así como de todas maneras las potencias lograron que se erigiera el nuevo Estado. Algo que después de la persecución a los judíos en Europa, consiguió el apoyo de los países democráticos bajo la órbita de Estados Unidos e Inglaterra. Sin poder impedir que los pueblos árabes protestaran contra la creación del nuevo Estado, ni conseguir que se cumpliera con los palestinos, desalojados en algunos casos de sus territorios, en permitirles fundar un Estado en la zona que habitaron por milenios.

Estos desencuentros y tensiones entre ambos bandos han perturbado las relaciones de las potencias y los países de la región, hasta que se llegó a la conclusión de que para la paz mundial era trascendental crear el Estado Palestino, dada la situación terrible que han tenido que soportar como elementos sin patria y perseguidos sin esperanza. Como la acción exiliable y defensiva de Israel, cercada en la región. La respuesta en la ONU, después de más de cuarenta años a la espera de que se cumpliera el mandato de ese organismo, ha sido mayoritaria, con 138 votos a favor, 41 abstenciones y nueve en contra, por lo que algunos diarios  calificaron la votación  de abrumadora. Eso significa que los palestinos han sido reconocidos por la ONU como Estado Observador, es evidente que eso implica su reconocimiento como Estado. En Israel algunos sectores políticos han manifestado su disposición a entenderse con los palestinos. Mientras los halcones se muestran disgustados y rechazan la existencia de ese Estado, lo que ha dividido a los partidos políticos. Lo cierto es que los políticos pragmáticos recuerdan que si Alemania y Francia pudieron entenderse después de varias guerras y dos mundiales, no ven razón para que israelitas y palestinos no hagan lo mismo. Más cuando por siglos en esas regiones convivieron judíos y palestinos. Mahmud Abbas, al  hablar en la  Asamblea General de la ONU, adujo que: “Palestina se presenta en la ONU porque cree que estamos en un momento decisivo, ante la última oportunidad para llegar a la solución de los dos Estados”.

Si bien el ingreso  como Estado Observador de Palestina, no significa la admisión como Estado integrante de pleno derecho de la ONU, puesto que las potencias se reservan el poder de apoyarlo o vetarlo en el Consejo de Seguridad, el hecho real es que se dan  las condiciones para formar un Estado. Lo que en las actuales condiciones puede ser una garantía de entendimiento con Israel, en el sentido de que tendría un interlocutor válido. En ese aspecto  sería un gran paso para la convivencia que Israel aceptara  a su vecino y se acabara la ocupación, que con frecuencia degenera en reyertas de misiles y bárbaros atentados terroristas, que desencadenan tormentas de represión y violencia.

Por su parte, Washington mantiene un compromiso firme con Israel y en busca de armonizar antagonismos antiguos, intenta  evitar que los palestinos acudan, de inmediato  a la Corte Penal Internacional  o al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, dado que en oportunidades anteriores ese último Tribunal ha sido desconocido por Israel y los Estados Unidos, en memorables fallos. Entrar en un juicio de responsabilidades, según varios internacionalistas, daría lugar a un desencuentro aún mayor entre los palestinos y sus vecinos. Los conflictos entre y Israel y los palestinos han mostrado hasta hoy y durante décadas la inoperancia de la ONU contra los conflictos en países donde las potencias tienen grandes intereses. Así que en medio del optimismo que se produjo con la decisión de 138 países de respaldar el ingreso a la ONU del Estado Palestino, será clave la postura que asuman las potencias en el Consejo de Seguridad