El drama inflacionario argentino | El Nuevo Siglo
Viernes, 21 de Enero de 2022

* Se agrava crisis económica

* Alimentos, los que más subieron

 

Al presidente Alberto Fernández le ha correspondido encarar el más desenfrenado aumento de la inflación en Argentina, en las últimas décadas, lo que tiene la economía del país en vilo. Esto pasa, precisamente, en momentos en que la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, llamó a los países que tienen deudas en dólares a “actuar ya” porque se avecina un endurecimiento en la política monetaria por parte de la Reserva Federal estadounidense, con alzas en tasas de interés que podrían afectar al flujo de capitales a mercados emergentes. Esa temprana advertencia emitida desde el foro de Davos también contempló: “si pueden extender la duración de su deuda, por favor háganlo. Si tienen descalce de monedas, ahora es el momento de trabajar en ese tema”. 

La inflación amainó en los inicios de la pandemia, pero meses después no sólo se disparó, sino que lo hizo con una velocidad de vértigo, por lo que ahora parece salirse de las manos del gobierno argentino, pese a que en algunos rubros mantiene el control de precios y, en otros, tomó la controvertida medida de frenar la exportación de algunos productos como la carne, en determinados tipos de corte, tal vez, sin percatarse que la carne es un productor natural de divisas. El pasado martes, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), soltó la bomba al calcular que “la inflación acumulada en los primeros diez meses de 2021 era de 41.8% y la medición interanual alcanzó 52,1%”.

Efecto de esta situación, algunos sectores productivos no alcanzaron a cumplir con la producción esperada, no pudieron cubrir los impuestos y, de milagro, consiguieron para cancelar los salarios de sus trabajadores. En tanto, el gasto público se dispara y sube en cifras, más en la realidad con la moneda devaluada y los contratistas en ocasiones trabajando a pérdida, la economía se recalienta. Los expertos consideran que, en tales condiciones de declive económico, agravado por la pandemia y el alza de los medicamentos, como por un entorno internacional negativo, en un país indigestado por la demagogia y las promesas incumplidas, el gobierno sufrirá la peor de todas las crisis económicas registradas.

Las cifras no dejan dudas y se reflejan con la realidad en los campos y ciudades, donde grandes ‘ejércitos’ de indigentes reclaman por comida para subsistir. Este año es el segundo con mayor avance acumulado de los precios hasta octubre desde la hiperinflación, solo por debajo de 42,2% registrado en los primeros 10 meses de 2019. 

La Argentina, que tiene capacidad de abastecer de comida a buena parte del planeta, sigue produciendo, más gran parte de la población si desayuna no almuerza. El desempleo es galopante, los ahorros de los ciudadanos se evaporan con la inflación y los que cambian dólares, pese a la ganancia ocasional, corren el peligro de perder sus capitales.

El informe del Ministerio de Economía señala que: “el rubro Estacionales (8,1% mensual) fue el que movió el amperímetro, con "subas significativas en verduras, frutas de hasta 12% y 9% en algunas regiones, respectivamente- e indumentaria (5,1%, por el cambio de temporada)".

El hecho incontrovertible y que tiene al gobierno contra las cuerdas y a la población en estado de alarma es que hoy la tercera economía de América Latina tiene casi cinco veces más inflación que el país más grande de la región, Brasil (11,1%) y más de ocho veces la de la segunda economía, México (6,2%), de acuerdo a lo que indican los Índices de Precios al Consumidor de octubre en esos países. 

Lo peor es que el gobierno en vez de aliviar a los productores, la industria, los estancieros y comerciantes con rebajas en los impuestos, los presiona con más cargas. Es así como Argentina, sin caer en las expropiaciones del chavismo en Venezuela, está asfixiando la reactivación económica con su vía impositiva. El pesimismo se abate sobre la población y los únicos que mantienen la calma, al estilo de los apostadores de caballos, son los que tienen dólares en el extranjero. 

Paralelamente, el país sudamericano negocia con el FMI la refinanciación de su millonaria deuda. Hace pocos días, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en reunión con su par Santiago Cafiero, instó a esta nación a implementar una política económica que recupere el crecimiento

Estados Unidos, principal accionista del FMI, es clave para un nuevo acuerdo con Argentina para el pago de unos 44.000 millones de dólares que recibió como parte de la línea de crédito récord de 57.000 millones de dólares acordada en 2018 con el gobierno de Mauricio Macri.