El desarrollo comparativo | El Nuevo Siglo
Miércoles, 18 de Diciembre de 2013

*La verdad histórica

*Crecimiento y justicia social

 

Ciertamente  si comparamos el desarrollo de Panamá en infraestructura, es impresionante que desde lo comparativo, esa que fue de las más importantes  regiones de Colombia, en la actualidad, sea un modelo en cuanto a infraestructura y movimiento de carga, como por su banca, el flujo comercial y sus adelantos en todos los órdenes. No faltan los que sostienen con cierta impertinencia e ignorancia, que si Panamá, siguiera siendo parte de nuestro país estaría más atrasada o en las mismas condiciones paupérrimas que el Chocó. Desconocen los que así se expresan los grandes esfuerzos que se hicieron para favorecer el desarrollo de esa estratégica región. El Libertador Simón Bolívar escogió a Panamá por su situación geopolítica para realizar el Congreso Anfictiónico, sin duda entre los acontecimientos más trascendentales del siglo XIX, nada menos que con la visionaria  idea de consagrar la unidad de las naciones de origen hispánico en esta parte del mundo. Él dispuso que la Universidad de Cartagena lo fuese del Istmo, para preparar a sus dirigentes. El general Tomás Cipriano de Mosquera, en su primer gobierno en calidad de bolivariano y conservador, le da enorme importancia al desarrollo de Panamá, por lo que pacta con los Estados Unidos la construcción y puesta en servicio del Ferrocarril de Panamá que unía los dos océanos. Una de las primeras grandes obras de ingeniería de ferrocarriles de la época. Mosquera estuvo vinculado a esa región por negocios y la conocía muy bien.

Panamá en el siglo XIX es un motor de la economía colombiana, Rafael Núñez le dio prioridad, en su gobierno, puesto que él inicia su carrera política en Panamá, allí establece su hogar, ocupa diversos cargos públicos y es elegido legislador. Los radicales de Zipaquirá no entendieron del todo la importancia de Panamá y cometieron errores garrafales; el general Santos Acosta vendió los derechos de Colombia en el Ferrocarril de Panamá en mala hora. Cuando Mariano Ospina Rodríguez, en plena guerra y cuando la Confederación Granadina carecía de fondos para defenderse, se negó a vender esos derechos, así se hundiera el barco. Panamá tenía varios periódicos en castellano y dos en inglés, era una región muy próspera. El flujo de extranjeros superaba el del resto del país. Los panameños de buena índole eran tan patriotas como los cartageneros, samarios y gentes de la Costa que habían sufrido la presión de las potencias por apoderarse de su suelo y riqueza. Sería la Guerra de los Mil Días la que deja a Panamá exhausta, después del incendio que vivió por cuenta del terror fratricida. Lo cierto es que ya entonces, era desde lo comercial una de las regiones más prósperas del  país, con ingresos superiores a varias zonas no solamente del Chocó sino del interior del país.

Hoy vuelve Colombia a mirar al Pacifico, con la alianza que avanza con los países que se han comprometido a jugar juntos por el desarrollo y la búsqueda de ese mercado. Es la gran oportunidad de Colombia y Panamá, como de los países que se asocian a ese gigantesco proyecto. El cual contempla, entre otras cosas, promover la modernización de los puertos del Chocó en el Pacifico, así como tiene entre las prioridades la paz. Estamos en una etapa del desarrollo de Hispanoamérica en la que es esencial, como sostiene la Cepal, avanzar al crecimiento con igualdad. Entre los problemas que debemos afrontar está el del menor dinamismo de la demanda de nuestros productos en el exterior por la contracción de los ingresos de los países más avanzados, así como la preocupante desaceleración de China. La crisis de los países desarrollados que aún no termina, produjo un cortocircuito de los términos del intercambio, que presionó a la baja de nuestras materias primas, como en el caso del carbón con enormes pérdidas que afectaron a trabajadores y productores, lo mismo que provocó la caída de los precios de algunos productos básicos. Por lo que el déficit comercial aumentó del 1,8% del PIB en el 2012 al 6,3 en el 2013. Como se sabe la desaceleración económica afecta casi de inmediato a los grupos sociales de menores ingresos, por lo mismo es esencial y casi providencial la política oficial de irrigar grandes sumas de dinero para infraestructura, no solamente para capear el temporal sino para crecer fomentando empleo digno. En estos momentos, por la inversión y el avance de Colombia, vamos a un ritmo muy superior que el de Panamá, basta un ejemplo: invertimos más dinero en modernizar la refinería de Cartagena, que lo que les  cuesta ampliar el Canal de Panamá.