*La superioridad aérea
*Positivo combate a la subversión
Las Fuerzas Armadas colombianas se destacan durante el 2012 por cumplir sus deberes con profesionalismo, eficacia y valor. Informes de organismos internacionales muestran los avances y superación de la institución castrense; nuestros oficiales de las distintas armas aparecen entre los mejor capacitados y de mayor competitividad de la región. La tendencia a seguir la carrera de las armas y combinar estudios con otras disciplinas académicas es cada vez mayor, lo que eleva el capital intelectual de la institución. Los ingenieros militares cumplen una labor extraordinaria en pro del desarrollo en zonas de la periferia, dada su capacidad para improvisar puentes, diseñar caminos, favorecer a la población con soluciones prácticas a los problemas de infraestructura o del invierno y el dominio de la naturaleza. La integración que se da en algunas regiones entre los uniformados y la población civil contribuye a elevar la formación cívica de la población y el desarrollo de la solidaridad social. La relación entre el Estado y las gentes del común en zonas aisladas, que en otro tiempo estuvieron sometidas a las depredaciones de los grupos irregulares y los alzados en armas, se da ahora con oficiales que inculcan valores, sentido de dignidad y patriotismo.
Los soldados en las zonas en las que se libra el conflicto armado, incluso en aquellas en las cuales el control militar es efectivo, no descansan, deben estar en estado de alerta permanente, en cuanto son el blanco de los terroristas. La formación que reciben los soldados para resistir la presión de un enemigo que les dispara a la espalda o que tiende trampas en las vías en las que activa bombas de tiempo, no impide que de todas formas se presenten problemas psicológicos en las filas de las tropas que se trata de conjurar a tiempo con apoyo de expertos. El soldado colombiano cumple sus misiones sin chistar, está comprometido con el deber y sabe que su vida corre peligro a cada instante, lo que lo obliga a redoblar la vigilancia y no descuidarse ni un instante. Su estado físico y psicológico es de los mejores, apenas son aislados los casos en los cuales por la presión de la lucha contra un enemigo invisible en las áreas más peligrosas, se presentan casos de deserción, indisciplina o temor invencible. Y el prestigio militar entre la comunidad sigue siendo de los mas altos, lo que determina que no alcancen los cupos para formar soldados profesionales.
La Armada Nacional y la Infantería de Marina constituyen un verdadero cuerpo selecto de oficiales capaces que están preparados para actuar en cualquier momento en defensa de la soberanía nacional. La Armada garantiza en la zona del Archipiélago de San Andrés y Providencia que no se presentarán sorpresas. El patrullaje en las aguas que son históricamente colombianas se mantiene. La vigilancia en el corredor marítimo por el cual suele pasar el contrabando de armas, de drogas y de otros elementos, se ha redoblado. La protección a los colombianos raizales que salen de pesca para conseguir su sustento, como lo hicieron sus antepasados por siglos, se mantiene. Ningún pueblo de la Tierra puede ser impedido de conseguir su sustento, en este caso la pesca, en sus aguas naturales por cuenta de un fallo injusto. Lo que constituye la peor afrenta a los derechos humanos y el desconocimiento de la modalidad de vida de las minorías colombianas que habitan el Archipiélago de San Andrés, que deben soportar la presión de un vecino expansionista, que desde antaño suele abusar de los pobladores, incautarles sus lanchas y detenerlos sin formula de juicio. Gracias a la presencia de las naves de la Armada Nacional no se han presentado por estas fechas abusos y es de esperar que esa situación se mantenga.
La FAC cuenta con los mejores pilotos y ha demostrado su capacidad de maniobra, de asestar golpes mortales a la subversión, dejando tendido en el campo a lo que se conoce como el Secretariado de las Farc; así como mantiene a raya a los milicianos que intentan en grupos armados atacar a las poblaciones. A partir de esa superioridad aérea el curso del conflicto armado cambió de rumbo y los subversivos quedaron impedidos de asaltar las medianas y grandes urbes. Siendo cada vez más eficiente el aporte de la Policía en el combate contra los milicianos que intentan de manera clandestina incursionar en las ciudades, como su desempeño en las regiones bajo su custodia.
Los resultados generales de la acción de las Fuerzas Armadas en el 2012 dejan un saldo de 8.799 irregulares capturados o abatidos. Una cifra importante en el esfuerzo constante por recuperar el orden en el país y que debe disuadir a los jóvenes a empuñar las armas y terminar muertos o en prisión.