- La importancia del punto medio
- No especular en un tema tan delicado
Una de las decisiones más complicadas para los gobiernos de todo el mundo en estos momentos es, sin duda, el cuándo, cómo, dónde y por qué levantar los periodos de cuarentena y confinamiento estricto que han impuesto a sus respectivas poblaciones como principal fórmula para frenar la curva epidemiológica del Covid-19. De hecho, no pocos mandatarios de distintos continentes se encuentran en el ojo del huracán debido a que después de empezar a disminuir el nivel de encierro estricto de los habitantes en sus casas y de prender gradualmente algunas actividades productivas, la tasa de contagios volvió a crecer.
Como se sabe, en Colombia la última prórroga de la cuarentena nacional, que rige desde el 23 de marzo, vence el próximo domingo 24 de mayo, razón por la cual existe una gran expectativa en toda la población sobre qué pasará a partir del lunes. Si bien es cierto que el Gobierno ya dio órdenes de reactivar gradualmente los sectores de manufactura y construcción, y después permitió la reanudación de algunos rubros comerciales así como de actividades muy puntuales, a hoy gran parte de la población permanece en sus casas.
¿Qué decisión tomará el presidente Iván Duque? Esa es la pregunta que centra hoy gran parte del debate en las familias, los gremios, las empresas, el Congreso, las gobernaciones, las alcaldías… En fin, en todo el país, siendo claro y apenas natural que más de siete semanas de cuarentena (incluso un lapso superior en Bogotá y Cundinamarca, que empezaron el 19 de marzo) ya tienen al límite la capacidad de resistencia de una gran parte de la población. Si bien es cierto que desde el Gobierno nacional se han activado una serie muy amplia de alivios sociales, subsidios y entrega de mercados a los sectores más vulnerables así como de incentivos económicos al sector empresarial, esta billonaria estrategia de apoyo extraordinario no puede extenderse en el tiempo, por más voluntad gubernamental que exista. Las tasas de desempleo empiezan a subir preocupantemente, muchas compañías amenazan quiebra y la economía se está enfriando rápidamente, como quedó demostrado en el dato del DANE sobre el Producto Interno Bruto del primer trimestre, que cayó al 1,1 por ciento, con la previsión de que el panorama para el segundo será aún más negativo por efecto del impacto del grueso de la cuarentena.
En ese orden de ideas, desde muchos sectores nacionales se está urgiendo al Gobierno que permita una mayor apertura del aparato productivo, obviamente con todos los protocolos sanitarios y de bioseguridad del caso, tal como se ha hecho ya con la manufactura, la construcción y parte del comercio.
En la otra orilla están algunas agremiaciones médicas que consideran que el propio Gobierno ha indicado que el pico de la pandemia en nuestro país se espera para la segunda semana de junio, razón por la cual podría ser riesgoso flexibilizar sustancialmente a partir del próximo lunes la cuarentena, más aún porque en las últimas dos semanas se ha registrado un aumento no solo en el número de contagios sino también en el de fallecidos. Traen a colación, incluso, lo que ha pasado en países de Asia, Europa y América en donde tras disminuir el nivel de confinamiento de la población, se volvió a crecer la curva epidemiológica o incluso se están presentando rebrotes, obligando a reimplantar una parte de las restricciones.
Al decir los expertos, lo que debe primar aquí es un punto medio, en el que, partiendo de la prioridad de cuidar la vida y la salud de los colombianos, se puede dar paso a una mayor dinámica productiva. Es claro que Colombia ni ningún otro país puede vivir eternamente en cuarentena. Incluso, ayer circularon versiones sobre cómo sería la nueva prórroga, pero desde el mismo Gobierno pidieron no especular con un tema tan delicado y de tantas implicaciones en muchos órdenes. No se pueden crear falsas expectativas en un asunto que tiene a toda la población en espera de una definición cuanto antes.
Lo mejor es esperar que el Gobierno anuncie hoy o en lo que resta de esta semana su decisión. Hasta el momento ha acertado en sus determinaciones y hay que confiar en que también lo haga ahora. Lo importante, en todo caso, es que si Colombia pasa definitivamente de la fórmula de la cuarentena general a la del aislamiento social en las calles y demás espacios abiertos, lo haga de forma segura y con la suficiente disciplina sanitaria de la población para no sucumbir al convivir con el coronavirus.