* Siguen las vacas gordas
* Sube prestigio presidencial
Los datos de la economía y los informes sobre crecimiento dependen de muchos factores para llegar a diversas interpretaciones y conclusiones. Es claro como lo manifestamos en anteriores oportunidades que el momento económico por el cual atraviesa el país es altamente positivo, estamos en una especie de etapa de vacas gordas. La inversión extranjera, como la expansión minera, el crecimiento agrícola son de los mejores, en especial comparados con nuestros vecinos. El asunto pesa más en cuanto aún persiste de manera global la desaceleración de la económica en varios de los países desarrollados que son clientes nuestros. Es evidente que el petróleo incentiva la economía, pese a que no se ha encontrado ningún pozo comparable al de Cuisiana. Ha sido el trabajo tecnológico sobre pozos ya existentes lo que ha permitido que empresas como Pacific Rubiales aumenten la producción, junto con Ecopetrol. Con frecuencia se hacen anuncios un tanto a la ligera sobre nuevos pozos que por lo general no responden a las expectativas del público, que apenas contribuyen de momento a elevar el precio de la acción, pese a que se estima que en cualquier momento puede aparecer alguno de gran potencial.
Los recientes datos sobre el crecimiento económico de Colombia publicados por el DANE indican que el tercer semestre ha sido positivo y mejor que los anteriores. En el campo agrícola es evidente el crecimiento, sin bien en cuanto se refiere al café ese puntaje al alza tiene que ver con una producción subsidiada en un 40% , puesto que buena parte de las cosechas no compiten con los mejores del mercado interno y mucho menos en el mercado internacional. Y como existen compromisos oficiales para seguir subsidiando el sector, varios cafeteros invirtieron en mayores siembras, lo que impulsa los indicadores de crecimiento, siendo que en condiciones normales sería antieconómico expandirse cuando no se es competitivo y los precios, según las expectativas de Brasil y Vietnam, los dos más grandes productores mundiales, no van a mejorar sustancialmente, por ahora.
El Banco Central considera que, al registrarse un alza del 5,1 por ciento en el primer semestre, entre julio y septiembre, con un acumulado del 3,%, podremos tener un 4,2%, lo que comparado con los indicadores de algunos países vecinos es positivo. Sectores como la palma africana siguen consiguiendo excelentes utilidades. En el campo minero el sector se vio afectado por la situación internacional, tal el caso del carbón que tiene pasando severas aulagas a los productores de Boyacá, Santander, Cundinamarca y otras regiones. Incluso a los grandes consorcios de La Guajira y la Costa. Con la decisión de los Estados Unidos de autoabastecerse de crudo ya superan a Arabia Saudita en cuanto a la producción mundial y esperan en los próximos años ser autosuficientes. Eso de manera inevitable va a tener un efecto aún mayor si las economías de Asia y otras regiones no se recuperan. Todos están de acuerdo que la construcción está jalonando la economía en las grandes ciudades, lo mismo que con la inversión que se anuncia en infraestructura, la que ha crecido un 19%, se requeriría aumentar la mano de obra y se generará un mayor consumo en buena hora. Aún no se cuantifica la caída en los precios del oro, donde de todas maneras las ganancias son enormes. Se espera que de seguir el crecimiento de la agricultura se vendría a comprobar que el sector se vuelve más competitivo bajo la presión de productos foráneos que llegan del exterior, siendo aún temprano para cantar victoria.
Las cifras positivas de la economía coinciden en cierta forma con la imagen al alza del jefe de Estado, Juan Manuel Santos, la encuesta Gallup, muestra que éste subió del 29% al 39% en los dos últimos meses, lo que es un salto apreciable. Pareciera que eso tiene que ver con la percepción más optimista de la población. Si bien en días pasados el dato entre los empresarios resultaba menos entusiasta. En general el optimismo era de un 26%, el cual sube ahora al 32%. Pese a lo cual los pesimistas siguen siendo mayoría, un 52%. Es de anotar que el respaldo al gobernante en cuanto a la política de paz crece, con seis puntos entre los que apoyan el diálogo con la subversión en La Habana., que ya llegan al 62%. Lo que contrasta con el 82% de los colombianos que están insatisfechos con el manejo del problema de la seguridad ciudadana.