PIB 6,4% y 387.000 empleos
En derrota el atraso
El crecimiento económico de Colombia es algo que se percibe en el ambiente, está ahí, en todas partes, para donde se mire constatamos que surgen nuevas edificaciones en donde había antes viejas casas, las llamadas muelas y se levantan ahora lujosos edificios. Ese crecimiento urbano se debe a la inversión nacional y extranjera. Somos uno de los países más atractivos en el campo de urbanismo, en tanto nuestras ciudades parecían detenidas en el tiempo y la población crecía, se daban los espacios para nuevas empresas, bodegas y edificios de oficinas o de vivienda popular, que no bastan para cubrir las crecientes necesidades. Apenas comienza a crecer la economía, se fomenta el empleo, aumentan los ingresos familiares, las gentes se esfuerzan por obtener vivienda propia. Al mismo tiempo los espacios comerciales tradicionales se quedan cortos para atender las necesidades de la población que aumenta sus ingresos y consumo. Surgen por todas partes grandes centros comerciales, en los cuales se venden mercancías nacionales y del exterior. Se trata de un comercio para todos los bolsillos que crece en el día a día. Todo lo cual requiere de carreteras para que salgan al exterior nuestros bienes y materias primas, como para que se traigan los productos de los puertos y las fronteras, bodegas para almacenar la producción que se vende en nuestras grandes urbes.
Eso es una parte del desarrollo, que no es posible sin la política de seguridad que se ha mantenido con firmeza para vigilar los transportes, impedir que extorsionen a los propietarios o ataquen sus vehículos. Es el estado de alerta permanente de las tropas y los policías, para evitar ataques sorpresivos. Lo que se realiza con precios del combustible elevados y peajes que encarecen los acarreos, por lo que se debe actuar para agilizar el transporte más barato por vías de ferrocarril y por los ríos navegables, para que avancemos más rápido en la carrera al desarrollo y el bienestar económico.
El crecimiento del 6,4% que registra la economía nacional en el primer trimestre del año, supera, incluso, los estimados moderados del Gobierno y del Banco de la República. Siendo un hecho que varias publicaciones especializadas del exterior, como The Economist y los más prestigiosos diarios de los Estados Unidos, como economistas de la talla del premio Nobel Joseph Stiglitz, con fundamento en las cifras oficiales y su propio análisis han puesto de ejemplo en la región el caso colombiano, en donde se ha conseguido en el presente gobierno sacar a dos millones de seres de la pobreza absoluta. Se han construido en nuestras urbes 100.000 mil viviendas y en los campos otras 100.000 para los sectores más necesitados que el capitalismo salvaje suele olvidar. Sin contar las miles y miles de viviendas particulares que se levantan a lo largo y ancho del país, de hoteles y comercios. Lo mismo que nuevas fábricas con tecnología de punta con la aspiración de competir en el mercado nuestro y en el exterior. Esa inteligente combinación de política social y de favorecer a la industria privada, como de explotar nuestra riqueza con inteligencia es la que da tan favorables resultados.
En medio de la crisis económica mundial, el Gobierno y los particulares abren nuevos espacios en los mercados internacionales, lo que, por ejemplo, suple las exportaciones a Venezuela. Y surgen nuevas oportunidades en el mercado mundial. Gran parte de esos notables éxitos obtenidos por el Gobierno y por los productores y comerciantes, como por la banca y las empresas de servicios, han sido posibles por el hábil y prudente manejo de la economía por cuenta de ministros de la calidad de Juan Camilo Restrepo y del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, que han obrado impulsando el desarrollismo con facilidades financieras y medidas favorables como palanca fundamental para derrotar el atraso. El crecimiento del 6,4 %, fomenta múltiples beneficios en casi todos los campos y representa la creación de 387.000 empleos. La construcción hizo uno de los aportes más importantes al crecimiento económico, puesto que, según estimados del DANE, contribuyó con un 17,2%. Lo mismo que crecieron de manera ostensible los servicios sociales, comunales y personales, con el 6,3%. Esos fueron los sectores decisivos que facilitaron dar ese gran salto de la economía y que han merecido los mayores elogios. Logros colombianos que contrastan con la caída de la economía de varios países de la región que han optado por el populismo, golpear la libre empresa, perseguir a los empresarios y obstaculizar la inversión extranjera. El desarrollo y el aumento de los ingresos de los colombianos son el mayor aporte a la paz.