*Juez se convierte en héroe
*Caerán influyentes políticos
El escándalo que estalló en el Brasil por la cadena de ilícitos, desfalcos y tráfico de influencias entre funcionarios públicos, de las petroleras, de varios políticos ligados al régimen y del sector privado y financiero, cada vez se expande más. Los observadores más sagaces sostienen que la nación fue tolerante con los rumores de negociados y enriquecimiento ilícito de los empleados de Petrobras y sus clientes. Pese a que las regalías y ganancias de la poderosa empresa se invertían en gasto público y desarrollo, una parte se desviaba a las alforjas de los corruptos, quienes aceitaban con sumas millonarias al Partido de los Trabajadores (PT), para así ganar elecciones.
Ahora cuando el precio del petróleo desciende en picada por cuenta de la guerra de los emires del Golfo y de la estrategia de autosuficiencia energética de Estados Unidos, varios programas sociales brasileños se han afectado por la baja en los ingresos públicos, al tiempo que la sociedad se interesa más en exigir que se develen de una vez por todas los grandes negocios sucios del sector de los hidrocarburos. La reacción de la Fiscalía General ha sido inmediata y procesa ya a 35 personas que, presuntamente, actuaban como agentes de la corrupción y en contra de los intereses del país. Se les acusa de diversos delitos, que van hasta integración de una organización criminal y lavado de dinero. Al mismo tiempo, la Fiscalía ha desclasificado valiosos documentos que muestran la tenebrosa red delincuencial que deslizaba sus garras abusivas por los dineros públicos y, en no pocos casos, se daban vida principesca en medio de la total impunidad. Entre esos ‘peces gordos’ que ahora salen en las primeras planas de los diarios se destacan los que están ligados a prestigiosas empresas yconstructoras brasileñas como OAS, Camargo Corrêa, UTC, Mendes Junior, Engevix y Galvão Engenharia. Trascendió, incluso, que el ente acusador hadispuesto que seis empresas deberán pagar una indemnización global de 380 millones de dólares por una parte del dinero desviado en sobornos.
Hasta ahora se estimaba en los medios de comunicación que rastrean el caso y contribuyen a destapar el escándalo, que el tráfico de influencias se limitaba al país dentro de la denominada “Lava Jato”. Pero al avanzar la investigación y conseguir que unos y otros de los implicados se delaten, todo indica que los tentáculos de los negocios ilícitos y lavado de dinero de Petrobras se extienden a nivel internacional. Por ejemplo, para penetrar la maraña de ilícitos y operaciones de desfalco de los dineros públicos han sido decisivas las declaraciones del cambista arrepentido Alberto Youssef, quien destapó, inicialmente, más de 700 contratos, que los investigadores estiman son, apenas, la entrada en un túnel oscuro y plagado de casos de corrupción.
El héroe nacional en estos momentos en los que se sigue, como una entretenida película de suspenso, el escándalo de Petrobras, es el juez de Paraná, Sergio Moro. En un país que por lo general siente instintiva hostilidad por los togados, pues muchas veces los considera parcializados y al servicio de los poderosos, la sociedad le ofrece apoyo irrestricto a este juez y lo aplaude en los sitios públicos. El jurista sostiene que con los testimonios y delaciones que tiene ya a su análisis, muchos de los negociados quedarán completamente al descubierto y salpicarán a sus cómplices en el extranjero.
Uno de los asuntos que más suscita la curiosidad del juez Moro se refiere a un cruce de negocios entre Petrobras y Cuba, que podría ser uno más del esquema de negocios sucios encubiertos. Se recuerda que en los recientes debates electorales por la jefatura de Estado brasileña, el candidato opositor Aécio Neves le insistió a la entonces Presidenta-candidata que explicara las características del negocio, asunto que ella de manera hábil evadió. En La Habana el hermetismo en torno del cuantioso negociado se mantiene y ningún funcionario opina sobre las denuncias que al respecto cursan en Brasil. Lo cierto es que, según el fiscal Deltan Dallagnol, se ha confirmado que en el esquema de corrupción se pagaban sobornos de entre un 1% y 5% del valor de cada contrato billonario con Petrobras.
Moro tiene ya suficiente información para llegar a las cabezas de los políticos que dirigían el asalto a los dineros públicos por intermedio de su influjo en la estatal petrolera. Con estos informes y las delaciones, la Procuraduría General y el Tribunal Supremo Federal pronto llamarán a declarar a influyentes diputados y senadores protegidos por el fuero.