* Hispanoamérica, puente entre Asia y Europa
* Visión de Rajoy desde Nueva York
En pasado Editorial se hizo referencia a los planteamientos en la ONU del presidente Juan Manuel Santos, donde insistió en tener el mayor cuidado de no cometer errores del pasado, como de asumir con moderado optimismo los avances en las negociaciones por la paz con las Farc. Lo mismo que insistió en replantear la lucha contra las drogas ilícitas, razonamiento que encontró eco y suscitó el interés en gobiernos de otras regiones. En Colombia se conoce la visión que tiene de las relaciones preferenciales con Estados Unidos, los avances en nuestra región, la apertura con Europa en plena crisis de la eurozona y el esfuerzo por abrir espacios en Asia, como de fortalecer y ampliar los negocios con el extranjero. Asuntos que ocupan parte de las cavilaciones del presidente Santos en su política exterior. Como el interés local se concentró en las intervenciones del político colombiano, apenas se hizo referencia tangencial a valiosa observación, como la de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en torno de las medidas que nuestros gobiernos deben tomar en tiempos de crisis para defender sus economías. Asunto vital para los países de la región que con razón deben anticiparse a los eventuales coletazos de la crisis que afecta a Europa y las grandes economías globales.
Quizá por lo mismo, en medio de tanta información sobre el mensaje de los jefes de Estado americanos, no trascendió aquí como debiera la intervención del presidente Mariano Rajoy en esos días en la American Society / Council of the Americas, en la cual desde la óptica española y europea hizo observaciones que son de vital interés sobre asuntos que competen a Hispanoamérica, Colombia y España con miras al futuro. Para Rajoy, como para destacados geopolíticos, las relaciones de su país en el siglo XX se limitaban al Atlántico: ”en el siglo XXI debe ser un eje reforzado cada vez más abierto al Pacífico. Esto es algo que está inserto desde el origen de nuestra relación. No olvidemos que este continente fue un afortunado encuentro inesperado en una aventura hacia el Extremo Oriente”. Y, precisamente, por eso y por los efectos de la globalización América Latina es hoy más que nunca un nexo de unión entre dos océanos, nuevos mercados y millones de personas. En el siglo XXI es un puente hacia un Oriente en expansión y ofrece eficaz triangulación entre Europa y Asia como plataforma cada vez más estable para alcanzar nuevos mercados. Rajoy reconoce la fuerza de la democracia en la región y distingue entre la “década perdida” de la que se hablaba a finales del siglo pasado y el nuevo empuje y las trasformaciones socioeconómicas que muestran algunos países, en particular Colombia. Para el Presidente español hay un renovado optimismo sobre América Latina, que ya no es periférica, sino central. La región ha experimentado en los últimos años importantes transformaciones de todo tipo. Las que, en ocasiones, los propios actores no valoran en toda su magnitud. Siendo que hoy la región es: “más democrática y estable, está más cohesionada desde el punto de vista social, la economía está en fase de crecimiento y se han puesto en marcha novedosos procesos de integración”.
En lo que se refiere a nuestro país, entre otras cosas, sostiene el político español que: en cuanto al crecimiento económico, ya no sólo se incluye a Brasil y México entre las potencias emergentes. En realidad, ya son potencias emergidas. “Los últimos estudios de referencia, al hablar de nuevas potencias incipientes, incluyen a un nuevo país latinoamericano, Colombia, que es la confirmación del auge de las potencias medianas”.
En lo que se refiere a su país el Presidente de España defiende con vehemencia el papel de la democracia para superar las dificultades, en medio de grandes sacrificios, que aceptan las mayorías en un porcentaje de 47 millones de españoles, siendo una minoría la que protesta en las calles. Recuerda que “España es un gran país” que se está recuperando, cuya balanza comercial es positiva en la zona euro. El “superávit se ha multiplicado por cinco en la primera mitad del año en el que estamos”. Y destaca el monto de las inversiones españolas acumuladas en Hispanoamérica de 116.000 mil millones de euros, lo que produce 2.600.000 empleos. Recuerda que en Hispanoamérica viajan en el mismo barco con nosotros más de 1.100.000 españoles