Bolívar contrarrevolucionario | El Nuevo Siglo
Domingo, 23 de Septiembre de 2012

* Bicentenario de su arribo a Cartagena

** El pensamiento del Libertador

 

El Nuevo Sigloy la Sociedad Bolivariana de Colombia que preside Miguel Santamaría Dávila, junto con las autoridades de Cartagena, la Academia, historiadores y los medios de comunicación de la Costa, se asocian en el homenaje para celebrar con honores el arribo de Simón Bolívar a la ciudad amurallada. Felipe Larrazábal, de los primeros biógrafos del gran hombre, sostiene que éste llegó a Cartagena el 14 de noviembre de 1812, lo mismo aducen valiosos historiadores  cartageneros, mientras que otros no tienen claro el da exacto de su llegada ni el momento  en el cual se bajó del barco y con las botas polvorientas que lo habían acompañado en los últimos días de feroces combates en Venezuela pisa tierra firme en esa ciudad, que albergó a numerosos oficiales y políticos venezolanos, todos hermanos de sangre por ser súbditos del Imperio Español. La Primera República de Venezuela se había hundido, acaudillada por Francisco de Miranda, famoso Precursor de la Independencia, cuyo nombre figura en el Arco del Triunfo y en los anales de la historia de Europa e Hispanoamérica. La Base de Puerto Cabello sucumbe por la intervención de un traidor que les abre las puertas de los calabozos a los prisioneros, en tanto su comandante Simón Bolívar departe en la noche, como se estila en la vida cotidiana de los puertos, con una gentil dama... Los esfuerzos de Bolívar por recuperar la fortaleza resultaron inútiles, se extendió como estallido de pólvora la noticia del revés para las fuerzas independentistas. El general Miranda recibió la noticia que se sumaba a otros descalabros y consideró que todo estaba perdido.

El Generalísimo Miranda viendo que se derrumba la Primera República, al tanto de las horripilantes noticias sobre la guerra social que ensangrienta el país, intenta abandonar Venezuela en una nave inglesa, con las alforjas de lo que restaba del tesoro de campaña para seguir la guerra y armar de seguro otra expedición libertadora. Invitado por el capitán del barco inglés a quedarse esa noche en un  cómodo camarote y protegido por marinos veteranos, por alguna razón desconocida de último minuto prefiere dormir en tierra. Entre tanto, sus oficiales, han sido confundidos con la versión de que el Precursor, que había dedicado su vida a promover la libertad de Venezuela, desertaba. El rumor se extiende y Bolívar, Miguel Peña, Briceño Méndez, Casas y otros altos oficiales se conjuran para detener al hombre que por décadas había empuñado la antorcha de la libertad e independencia de Hispanoamérica, aún antes de la ocupación de España por las tropas de Napoleón; quien descalabra el Imperio Español, al capturar a los reyes  legítimos y mediante una comedia elevar a la dignidad de rey a su hermano José Bonaparte. Esa fatal defenestración del caudillo venezolano da al traste con los restos de la Primera República de Venezuela. Bolívar casi de milagro consigue el pase del oficial español  Monteverde, que le permitió salir del país.

Algunos cronistas sostienen que Bolívar barruntaba el proyecto de irse a Europa por un tiempo y  solicitar el apoyo de sus influyentes amigos conservadores  ingleses, el Vizconde de Wellesley, el Duque de Wellington, quienes habían formado el Partido Conservador con Pitt y Burke. Más que el pensamiento revolucionario francés que como a tantos criollos de su tiempo fascina, será el análisis de las instituciones inglesas el tema recurrente de su mentalidad realista y romántica que aparece en casi todos sus ensayos constitucionales.

Entre todos los documentos elocuentes que salieron de su pluma de los más importantes para conocer el pensamiento contrarrevolucionario  de Bolívar, el que más atrae y asombra a los investigadores es el Manifiesto de Cartagena, proclama que sale a la luz apenas a unos días de estar en esa ciudad. Muchos historiadores no se explican cómo el Dandy Caraqueño, el  aristócrata criollo, había recorrido las grandes capitales europeas, vivido en Madrid y París en tiempos tumultuosos, en trato con las personalidades más importantes, con  intelectuales y políticos famosos, lo mismo que con damas de la vida social con las que mantuvo sonadas aventuras galantes, cuando  se compenetra a fondo con las ideas de los enciclopedistas, lo mismo que con las de los demagogos franceses, así fuesen un tanto moderados como Miranda, que militó con los girondinos. Lo cierto es  que Bolívar  con esa potencia intelectual que lo distingue, deslumbra a los granadinos con sus postulados de la Patria Boba, sumidos en las mismas disensiones que labraron la desgracia de los venezolanos. Y lo que encuentra Bolívar como respuesta a la demagogia granadina e hispanoamericana, es la contrarrevolución. Tema que cobra vigencia  y que después de la orgia de falsificación de sus ideas es de la mayor actualidad