En una reafirmación de su postura desde el día uno del nuevo pico de conflicto en la Franja de Gaza, el primer ministro israelí rechazó ayer cualquier "tregua temporal" sin la liberación de los secuestrados por el grupo terrorista Hamás el pasado 7 de octubre, cuando también asesinaron a más de 1.400 ciudadanos del Estado judío y otras nacionalidades. Tras reunirse con el jefe del Departamento de Estado norteamericano, Antony Blinken, y ante un grupo de familiares de los plagiados, Netanyahu fue claro: "No habrá un cese el fuego hasta que no hayamos traído a todos a casa".