*Legislan contra la libre expresión
*Los héroes de El Universo de Guayaquil
La tendencia política de favorecer el partido único, en los países bajo el signo del socialismo del siglo XXI, se manifiesta de diversas maneras. En naciones en las cuales los distintos partidos de la democracia son fuertes y conservan la capacidad de influir de manera decisiva en el Congreso, el gobierno no tiene la misma capacidad de atropellar a la oposición, como ocurre en el caso del Brasil. En tanto que en países como Venezuela, la división, debilidad y el descrédito de los partidos de orden, facilita que por la vía electoral, el abuso de la propaganda y los recursos del Estado, sea factible armar mayorías monolíticas capaces de aprobar leyes radicales e injustas contra la oposición o contra los medios de comunicación, no solamente por ser contrarios al gobierno, sino, simplemente, por ser independientes. El socialismo del siglo XXI se inspira, en cuanto a su visión del papel de los medios de comunicación en la sociedad, en el viejo concepto marxista decimonónico, en cuanto la propiedad privada de los mismos contradice sus ambiciones de poder y de homologar la población y manipularla a su antojo, puesto que en ese sistema socialista la opinión pública no puede ser otra que la oficial.
Cuando el presidente Rafael Correa asumió la Presidencia en el Ecuador, no tenía representación política por deliberada voluntad propia, puesto que no lanzó listas a los cuerpos colegiados, en cuanto entre sus planes ya estaba el de revocar el Legislativo y derrumbar el Poder Judicial, con la finalidad de convocar a una Constituyente y reformar la Constitución Política. En esto seguía el ejemplo colombiano de 1991, en donde se consagraron algunas tesis socialistas en contra de la tradición constitucional colombiana, en especial, de corte bolivariano, como de inspiración en los postulados de Núñez y de Caro. Cambios que no fueron más lejos en cuanto las fuerzas de orden lograron frenar algunas iniciativas disolventes, de todas formas se proclamó el Estado Social de Derecho, bajo cuya doctrina de tener el control de la Corte Constitucional y una fuerza decisiva en el Congreso, se puede establecer legalmente un gobierno socialista en Colombia.
Es voluntad política del socialismo del siglo XXI enquistarse en el poder por la vía electoral como partido único. Hasta ahora en donde llegan al gobierno por la vía electoral concentran sus esfuerzos en desacreditar, golpear, dividir, sobornar y liquidar a las fuerzas políticas que no le son afines. Es la dinámica del partido único. Pretenden por la vía legislativa reformar el entramado legal para poner la ley a su servicio, al moverse bajo el concepto marxista de que la ley es poder. En tal sentido el Congreso y las Cortes, no son más que instituciones al servicio el partido único, que se deben comprar y controlar.
La familia Pérez en el Ecuador, propietaria del influyente diario El Universo, viene luchando heroicamente y en desventaja, por ejercer la función esencial de la prensa que es la de informar de manera objetiva y veraz a la población. Por lo que se convirtió en el blanco de los más extremos ataques del presidente Rafael Correa, que interpuso una demanda contra los dueños del periódico por difundir a las claras los hechos que escandalizaron al país por la aparición teatral en un hospital, en donde el mandatario mantuvo una controversia con funcionarios policiales que reclamaban mejores salarios. Elementos que, al parecer, cayeron en una trampa, por lo que después fueron señalados como enemigos públicos. Y por medio de leyes amañadas y demandas abusivas, ha tratado de asfixiar el diario. Por ejemplo, se aprobó una ley mediante la cual los dueños de los diarios no pueden invertir ni manejar otras empresas, lo que en algunos casos es condenarlos a la ruina, puesto que los impuestos y las trabas de todo tipo buscan quebrarles y amordazarles.
Los propietarios de El Universo han resultado un hueso duro de roer para los planes de dominio exclusivistas del gobierno, en cuanto pese a que por el lío de la información sobre la actuación oficial en los incidentes con la Policía, el presidente Correa interpuso una demanda de US$ 80 millones, de los cuales la justicia aprobó US$ 40 millones a favor del gobernante. Finalmente, por el apoyo internacional, de la población y la sociedad ecuatoriana, el despojo no se efectuó y el gobernante desistió de proseguir de momento con el inaudito atropello, de degradar a la justicia para justificar sus ambiciones de amordazar a la prensa. Todos sabían que los propietarios del diario no contaban con esas sumas de dinero, lo que se buscaba es que pasara a manos oficiales como parte de pago y embargarles otras propiedades. El subdirector de El Universo, César Pérez y sus hermanos, han dado muestras de un valor y competencia profesional tal que aún mantienen la llama de la libertad en Ecuador y son un símbolo de la lucha contra el despotismo en nuestra región.
En el editorial de ayer El Universo prende las alarmas sobre los propósitos de asfixiar a los medios. Ellos advierten que la nueva ley: “va a consolidar un estado de propaganda en el país y va a despojar a los ciudadanos de la libertad de expresión y el derecho de acceso a la información, para convertirlos en servicios públicos”. Puesto que: “la Asamblea Nacional ha aprobado una Ley de Medios que tiene el propósito de apuntalar el monopolio mediático gubernamental creado por el gobierno del presidente Rafael Correa”. Y denuncian que: “esta ley, al incluir la figura denominada ‘linchamiento mediático’, va a instaurar la censura previa, va a acabar con el periodismo de investigación que se hace en los medios privados y con el seguimiento periodístico de los temas noticiosos de interés nacional”. Lo peor es que esa ley establece que deben prevalecer criterios oficiales de opinión, lo que pisotea todos los logros de la prensa libre en Occidente, al cuestionar el pensamiento crítico. Puesto que disentir del pensamiento oficial, de sus abusivos y groseros dictados, se penaliza.