Altibajos petroleros | El Nuevo Siglo
Miércoles, 2 de Febrero de 2022

* Precios suben, producción baja

* Salvavidas fiscal trascendental

 

Aunque en muchos países se habla de una especie de ‘minibonanza’ por el aumento de los precios del petróleo, que en las últimas semanas ha venido experimentando un alza en su cotización, llegando a los 90 dólares el barril, los expertos en hidrocarburos advierten que podría tratarse de un fenómeno temporal, derivado en parte del sostenido aumento de la demanda mundial de combustibles fósiles y la reactivación consecuencial de muchas economías tras amortiguar el impacto por la variante ómicron del covid-19, Sin embargo, el factor principal es el nerviosismo global por las crecientes tensiones geopolíticas alrededor del riesgo de una invasión rusa a Ucrania.

Obviamente el aumento en el precio del crudo beneficia a Colombia, al ser este su principal fuente de divisas.  De hecho, esta semana el DANE informó que las exportaciones en general en diciembre pasado crecieron más de un 44%, en comparación con el mismo mes de 2020, repunte que se debió principalmente al crecimiento de 96,2% del grupo de combustibles. De hecho, en el último mes de 2021 se exportaron 15,3 millones de barriles de petróleo crudo, lo que representó un crecimiento de 11,6% frente al lapso anterior. En lo que hace a todo el año pasado, las exportaciones totales aumentaron 32,7% y, de nuevo, los hidrocarburos fueron los principales jalonadores.

Sin embargo, aunque el mercado de petróleo se maneja mucho a futuros, es claro que el aumento de la cotización del crudo en los últimos meses es visto tanto por el Gobierno como por muchos sectores como una fuente de ingresos adicionales con la que no se contaba, no solo por el impacto que el alza de precios tenga en mayores ganancias de Ecopetrol (en donde la Nación es la accionista mayoritaria), sino por los excedentes en materia de impuestos, regalías y flujo de divisas. Se calcula que por cada dólar que se incrementa el precio, el país recibe anualmente entre 350 y 400 mil millones de pesos de ingresos adicionales. Por lo mismo, en medio de un panorama fiscal apretado, resulta claro que si se mantiene la escalada petrolera las presiones para abocar una nueva reforma tributaria en el segundo semestre o el próximo año disminuirán progresivamente.

Sin embargo, así como es una buena noticia que el barril de crudo bordee los 90 dólares, más aún cuando en el Presupuesto General de la Nación para este año se calculó con un máximo de 70 dólares, también es claro que la producción petrolera en el país sigue cayendo. De hecho, el Ministerio de Minas y Energía informó ayer que en diciembre pasado este rubro fue de 745.325 barriles promedio día, lo que significó una leve disminución del 0,33% en comparación con noviembre. Es más, si la comparación se hace con el último mes de 2020, el descenso fue de 1,93%.

Sin embargo, el dato más preocupante es que el consolidado de producción promedio de petróleo de Colombia en 2021 fue de 736.356 barriles diarios, lo que significó una disminución del 5,7% en comparación con 2020. Desde finales de la década pasada no se veía una caída tan drástica en este flanco, lo que explica por qué hay creciente preocupación en todos los niveles de la industria de hidrocarburos a nivel local.
Es evidente que las actividades de perforación y explotación de petróleo se vieron muy golpeadas en el primer año de la pandemia, obviamente por efecto de las cuarentenas, la parálisis productiva y la recesión económica. Ya el año pasado, la situación empezó a mejorar, como lo prueba el hecho de que se perforaron 460 pozos, 53,8% más que en 2020.

Es urgente, como se ve, aumentar la producción de crudo. Aunque aspirar a la meta de un millón de barriles diarios parece hoy un objetivo muy lejano, hay que hacer grandes apuestas por recuperar la tendencia al alza en este campo. En ese objetivo hay pasos positivos como la llamada Ronda Colombia 2021 en diciembre pasado, que permitió adjudicar 56% de las áreas ofertadas para exploración, con una inversión inicial cercana a los 150 millones de dólares. De hecho, la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas en su informe más reciente destacó el aumento en la inversión para exploración este año, destinando 1.130 millones de dólares, 2,2 veces superior a la ejecutada en 2021 y la más alta registrada desde 2014. Sin embargo, ello será posible en la medida en que disminuya la conflictividad social y se aclare incertidumbre política y electoral, dado que el futuro de la industria de hidrocarburos ha estado en el centro del debate de los candidatos.

Por lo pronto, el panorama petrolero continúa marcado por muchos altibajos, el principal de ellos: precios altos y producción a la baja.