EL mundo se enfrenta al reto del virus de la mortal fiebre hemorrágica, conocido como Ébola, descubierto, en Zaire (hoy República Democrática del Congo) hace 38 años por el médico belga Peter Piot. Una amenaza de pandemia por la facilidad de contagio si no se encuentra pronto antídoto o cura. Hasta ahora se está en etapa experimental de una vacuna desarrollada por virólogos estadounidenses. Encarar el más letal de los virus que se conocen requiere un esfuerzo científico gigantesco. Además de medidas que eviten su extensión. La región del mundo donde se presentan múltiples casos de contagiados es África Occidental.
El brote de fiebre hemorrágica, que puede provocar la muerte en días, es el más serio desde que el virus fue descubierto, previno la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para la directora general de este organismo la respuesta a la epidemia ha sido inadecuada y el virus "se está moviendo más rápido que nuestros esfuerzos para controlarlo".
La posibilidad de que el Ébola se propague a otros continentes es real. De hecho ya en España se ha presentado el primer caso de contagio fuera del continente africano. Esto ha motivado que la UE pida explicaciones a Madrid para que se aclare cuál fue la falla en los estrictos protocolos médicos para que una enfermera ibérica adquiriera el virus del Ébola. Ella afirma que cumplió con los protocolos. Sin embargo se dice que el error fue quitarse el tercero de los trajes protectores.
La alerta se extiende a todo el planeta. En Estados Unidos hace unos días recibieron tratamiento del suero experimental un médico y una auxiliar que se habían contagiado en África, con resultados positivos. En El Salvador también se reportó el posible caso de una mujer infectada con la enfermedad.
Ya hace unos meses Europa y Asia habían tomado precauciones de control en los aeropuertos. Médicos Sin Fronteras señaló que la epidemia estaba fuera de control en varios países de África occidental y los cuerpos de paz de EE.UU. anunciaron que se retiraban de la región. Los permanentes movimientos de viajeros que en horas pasan de un continente a otro aumentan los riesgos de expandir el virus. Todos los países tienen que estar preparados y tomar las medidas necesarias para evitar que personas contagiadas propaguen la enfermedad.