La industria periodística enfrentó este 2023 múltiples retos y amenazas que deben llamar a la reflexión de todo el continente, sobre todo al tener en cuenta que la libertad de informar e informarse de manera veraz, imparcial y responsable es uno de los elementos clave para la vigencia democrática.
En ese orden de ideas, llama la atención el balance que hiciera ayer el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Roberto Rock, sobre lo ocurrido en el año que termina y los desafíos para el que comienza el próximo lunes.
Para el máximo dignatario de la rectora continental de libertad de prensa, el balance de este 2023 “ha sido francamente negativo” y para sustentar esa grave afirmación trajo a colación el fortalecimiento de los autoritarismos, el avance del crimen organizado y la debilidad económica de los medios ante el colapso del modelo de negocios basado en la publicidad. Todos esos elementos son claros y perjudicaron las libertades de expresión y de prensa en la región.
Obviamente, la violencia es el mayor peligro para el ejercicio de los medios de comunicación. Las cifras al respecto son demoledoras: durante este año se registró el asesinato de 18 reporteros, secuestros y detenciones arbitrarias, múltiples agresiones, amenazas y creciente acoso judicial. México continuó siendo el país más peligroso del continente para la actividad periodística. Y en ese marco, advirtió el presidente de la SIP, la creciente presencia del crimen organizado constituye el principal riesgo para el ejercicio periodístico, particularmente en Latinoamérica y el Caribe.
Para la SIP es claro que, en un mundo particularmente complejo, el papel de la prensa se vuelve cada vez más importante, sobre todo porque ha quedado demostrado que la industria periodística ha perseverado a través de pruebas, tribulaciones y profundas crisis económicas, emergiendo como un faro de referencia.
Sin embargo, en medio de esa cruzada, Rock alerta que la sostenibilidad de los medios encara desafíos que afectan al periodismo hasta el límite de sus capacidades. En ese sentido, defendió la propuesta de la SIP en cuanto a crear nuevas comisiones de trabajo orientadas a la sostenibilidad de la industria busca promover el valor del periodismo libre para un negocio sostenible, y viceversa.
Como se ve, la prensa cierra un año bastante complejo en el que se requiere el concurso de múltiples sectores para defender el ejercicio informativo como soporte básico de la democracia y la garantía de los derechos humanos.