En el país la informalidad avanza en diversas áreas. El comercio en los espacios públicos ha invadido las ciudades. Las marcas de ropa son imitadas, los fármacos, los libros ‘piratas’ aparecen en las vías públicas antes de ser lanzadas las ediciones correspondientes. Aquí la inclinación al atajo se impone. Los más astutos se las ingenian para montar ‘industrias’ ilegales, como las de taxis sin autorización, o las ‘clínicas’ de cirugía estética que funcionan en apartamentos sin garantía para quienes se someten a liposucciones u otros procedimientos estéticos. Muchos desenlaces fatales se han presentado entre mujeres que se sometieron a estas ´cirugías’ clandestinas. La minería también es informal en elevado porcentaje
En el campo financiero, las captadoras ilegales de dineros siguen activas. No se debe olvidar la monumental estafa de hace unos años a miles de personas que perdieron sus ahorros en las famosas ‘pirámides’.
Ahora precisamente el contralor general de la República, Edgardo Maya Villazón, ha lanzado una seria advertencia de la manera como la informalidad se toma el sector financiero. La tecnología facilita la acción de particulares para ofrecer servicios en línea, entre éstos créditos, sin ningún control de la Superintendencia Financiera. Los nuevos mecanismos tecnológicos inducen al surgimiento de negocios al margen del sistema tradicional. El contralor Maya Villazón llama la atención al sector financiero y al Estado sobre este problema de la informalidad, que también en el ámbito laboral tiene características graves por cuanto millones de colombianos reciben subsidios y por ello no tienen interés en formalizarse. Esto incentiva más la informalidad.