En medio de la crisis que por estos días atraviesa la justicia en Colombia por varios escándalos que se han presentado siguen surgiendo iniciativas para que a las altas Cortes lleguen los mejores juristas, en cuanto a sus calidades personales y profesionales.
El más reciente hecho puso en tela de juicio a la Corte Constitucional por cuenta de supuestos actos de corrupción en que habría incurrido en 2013 el hoy presidente de esta institución, magistrado Jorge Pretelt, quien fue denunciado ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara por su propio colega de Tribunal, Mauricio González, pues supuestamente habría solicitado $500 millones para que resultara favorable a Fidupetrol una tutela que presentó buscando tumbar un fallo de la Corte Suprema de Justicia que lo obliga a pagar $22.500 millones al Casanare.
Una de las propuestas para que lleguen los mejores a las altas Cortes y que tras finalizar su periodo no tengan necesidad de salir a litigar a nombre de las empresas más poderosas, la presentó el exmagistrado de la Corte Constitucional, Carlos Gaviria, quien dijo que “pienso que una persona de menos de 50 años no debería llegar a la Corte y cuando se retire tenga arreglado todos sus problemas”.
Agregó que “soy partidario de que se reconozca el valor de la madurez y la experiencia y de que así se evite que quienes van a concluir su período sin jubilarse, puedan sacrificar su independencia en aras de lo que les puedan ofrecer afuera. 50 años de edad para ingresar y 70 para retirarse sería más adecuado”.
Dijo además que a diferencia de la primera Corte Constitucional de la que él hizo parte, la elección de magistrados se ha ido contaminando.
En tanto que el exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Jaime Arrubla, se mostró igualmente de acuerdo con establecer en 50 años la edad para poder postularse a una alta Corte. “Las altas Cortes son para gente madura, cuajada, que ya cumplió con su carrera profesional, que está por encima del bien y del mal, que no la necesitan como plataforma de lanzamiento. A las altas Cortes se debe llegar después de los 50 años”, dijo.
Mientras que el exmagistrado de la Corte Constitucional, Jaime Araújo Rentería, considera que el problema no está en la edad para ser magistrado. “La responsabilidad, la independencia y el criterio jurídico no dependen de la edad. Se puede tener 100 años y ser una persona que no tiene criterio jurídico, puede tener 100 años y no ser independiente, puede tener 100 años y no ser un magistrado honesto y capaz”.
Araújo dijo que para enderezar el rumbo de la justicia hay que buscar los problemas que verdaderamente son de fondo. “Todo lo demás es accesorio, el gran problema es saber cómo lograr una rama judicial que garantice los derechos de los ciudadanos frente a cualquier posible distorsión que venga de dinero, que venga de política, que venga de poderes económicos”.