TANTO EL sistema financiero como los establecimientos bancarios, recibieron todo el impacto de la desaceleración de la economía. En efecto, y de acuerdo con el informe de la Superintendencia Financiero con corte a diciembre de 2023, la totalidad del sistema que incluye establecimientos de crédito, aseguradoras, fiduciarias, intermediarios de valores, instituciones oficiales especiales y administradoras de pensiones y cesantías (AFP), registró una disminución en sus ganancias el año pasado en 24,4% alcanzando $18,8 billones.
A su vez, las entidades bancarias presentaron una disminución de 42,8% por debajo de los resultados alcanzados en 2022, con unas ganancias de $8,1 billones que representaron cerca del 97,7% de las utilidades obtenidas por los establecimientos de crédito.
Según el informe, en segundo lugar, en ganancias, están las aseguradoras, cuyas compañías en conjunto consiguieron cerrar el 2023 con cerca de $4,4 billones.
Le siguieron las de las instituciones oficiales especiales (IOE), entre las que se cuentan Findeter, Fogafín, Icetex y Bancóldex, entre otras, cuyas utilidades sumaron $2,67 billones, mientras que en tercer lugar quedaron las de las sociedades administradoras de fondos de pensiones y cesantías con cerca de $1,2 billones.
Los fondos
El informe de la Superfinanciera también indica que los recursos del público administrados por algunas entidades financieras obtuvieron rendimientos del orden de los $100,6 billones, mientras que un año atrás esa cifra apenas llegó a los $1,7 billones, un crecimiento del 70% anual.
Los mayores rendimientos corrieron por cuenta de los fondos de pensiones y cesantías (AFP) que superaron los $56,5 billones, frente a los rendimientos negativos por $16,7 billones de 2022.
También los recursos administrados por las fiduciarias lograron altos rendimientos el año pasado, pues según el ente de vigilancia obtuvieron $39,4 billones, mientras que un año atrás esas ganancias reportadas sumaron $17,1 billones.
Cartera de crédito
Asimismo, la Superfinanciera también informó que la cartera de crédito de sus vigilados completó nueve meses en terreno negativo y cerró el 2023 con una caída real anual del 6,6%, aunque el saldo bruto alcanzó los $683,9 billones, lo que muestra una profundización del 43,5% como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB).
Esa caída refleja, señala la entidad, el aporte anual real negativo de las modalidades de consumo, comercial y vivienda con -10,7%; 6,4% y 0,3%, respectivamente, que no pudieron ser neutralizados por la variación positiva de los microcréditos; la corrección del efecto inflación en la medida en que la tasa de crecimiento nominal (2,1%) es superior al incremento real; y la dinámica de los castigos que en diciembre sumaron $1,5 billones, influenciada principalmente por las modalidades de consumo con una participación de 68% y comercial de 24%.
La cartera comercial registró en diciembre su séptimo mes consecutivo con crecimiento real anual negativo, acorde con el entorno macroeconómico.
En términos intermensuales, el saldo disminuyó $2,4 billones, ante el aporte negativo de segmentos como corporativo ($3,3 billones) y moneda extranjera ($1,9 billones).
La tasa de aprobación de este portafolio alcanzó 89,4% del número de solicitudes y se desembolsaron $22,9 billones. Desagregando la variación por productos: i) moneda extranjera con una variación real anual negativa de 30%; ii) empresarial -16,9%; y iii) pymes -14,6%; mientras que oficial o gobierno y financiero e institucional registraron datos positivos de 13% y 6,5%, respectivamente.
A su vez, el consumo continuó en la fase de decrecimiento del ciclo de crédito por el producto de libre inversión, que acumula un decrecimiento real anual de -19,2%, le precede consumo de bajo monto (-64,2%) y le sigue libranza (-7,8%). En contraste la categoría otros portafolios de consumo creció 50,2%. Los desembolsos en consumo en el mes de diciembre alcanzaron $8,1 billones.