La Unión Europea y Reino Unido han aprobado este martes sus respectivas líneas rojas para comenzar a negociar las relaciones futuras entre las dos partes tras el Brexit, en el marco de un enfoque que, tal y como pidió España, dejará fuera Gibraltar.
Los Veintisiete han dado este martes luz verde a iniciar las negociaciones con Reino Unido para alcanzar un acuerdo comercial "ambicioso, extenso y equilibrado", sin aranceles ni cuotas para las exportaciones siempre que se garantice el "juego limpio" en materia de competencia.
"Es un acuerdo ambicioso (...), pero claro que le corresponderá a las partes decidir cuán lejos desean ir", ha dicho la secretaria de Estado croata para Asuntos Europeos y presidenta de turno de la UE, Andreja Metelko-Zgombic, a su llegada a la reunión a Veintisiete en la que se han aprobado las directrices de negociación.
Con esta decisión, el bloque culmina el proceso de un mes para definir las 'líneas rojas' que su negociador, el excomisario francés Michel Barnier, tendrá que seguir en sus contactos en Londres y queda a disposición de la parte británica para arrancar las conversaciones formales.
La comisión interministerial de Reino Unido que fija la estrategia negociadora también ha aprobado este martes el mandato negociar, que no se conocerá al detalla hasta el jueves, según fuentes británicas consultadas por Europa Press. Londres encara este nuevo proceso de forma "constructiva".
A falta del anuncio oficial, tanto Bruselas como Londres apuntaron la voluntad de que los contactos comiencen el 1 de marzo, habida cuenta del estrecho margen de que disponen para cerrar un acuerdo a tiempo para que el nuevo marco pueda entrar en vigor cuando expire el 31 de diciembre el periodo de transición que aún mantiene el 'statu quo' en las relaciones bilaterales.
Reino Unido dejó de ser Estado miembro el pasado 1 de febrero y con ello perdió su representación en las instituciones comunitarias y dejó de tener voz y voto en las decisiones de la UE. Sin embargo, se mantiene de manera temporal el resto de relaciones como si fuera un Estado miembro y sigue sometido al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con el fin de dar tiempo a negociar el futuro.
Así las cosas, los Veintisiete tienen entre sus prioridades sellar "compromisos sólidos" para garantizar la igualdad de condiciones en materia de competencia y ayudas de Estado, para garantizar un entorno "abierto y justo", habida cuenta de la proximidad geográfica y la independencia económica de la UE y Reino Unido.
También preocupa especialmente la cuestión pesquera, por lo que los Veintisiete advierten de que a más tardar el 1 de julio de 2020 deberá estar listo el acuerdo que asegure el acceso de la flota comunitaria a las aguas británicas, a cambio del acceso libre al mercado común de los productos pesqueros de Reino Unido.