EL ANUNCIO del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, respecto a que en febrero del 2024 comenzarían los aumentos en el precio del diésel, como hasta ahora ha sucedido con la gasolina, causó malestar entre los transportadores.
En pleno congreso de Colfecar en Cartagena, la presidente de este gremio, Nidia Hernández, dijo que, aunque aceptan y entienden que es necesario hacer estos ajustes, “no es la forma” y más, cuando el presidente Gustavo Petro no ha cumplido con las mesas técnicas que prometió.
Además, comentó que este aumento en el diésel no solo tendrá un impacto en su sector, también en la inflación del país y, por ende, en el precio de los alimentos; lo que sería un golpe a la canasta familiar.
“El incremento del diésel no es algo que nos pegue solo a los transportadores de carga, esto va a tener un impacto importantísimo en la inflación, especialmente en la de alimentos, porque el 97% de la carga que se mueve en Colombia, se mueve por carretera”, insistió.
En ese sentido, Hernández señaló que esa subida, sumada a los sobrecostos también por los cierres viales que obligan a los conductores a tomar desvíos largos y las vacunas, que denunció les cobran en algunas carreteras, es algo que no pueden asumir los transportadores y, aún más, en momentos de “ventas bajas”.
“El transporte impacta los costos logísticos de cualquier sector productivo, dígase industria, comercio, todos los sectores productivos. El transporte es uno de los ítems que más le pesa a un generador de carga. En este momento, cuando todos tenemos las ventas abajo, ¿cómo podemos asumir esos sobrecostos? No tenemos cómo, es arrastrarnos a una quiebra”, señaló.
Sobre las mesas técnicas, Hernández sostuvo que no se ha hecho ninguna y que, justamente, el propósito de éstas era conversar y revisar la fórmula con la que hoy se establece el precio de los combustibles.
“El presidente Petro nos prometió en octubre del año pasado que teníamos que llevar a cabo unas mesas técnicas con el Ministerio de Hacienda. A la fecha de hoy, no se ha hecho ninguna”, subrayó.
A esta situación, la presidenta de Colfecar, aseguró que el aumento del combustible, los constantes bloqueos, sumado al impacto que tendría la Reforma Laboral en este gremio, los están llevando a un “cóctel de sobrecostos” imposibles de asumir.
“Enero es el momento más complejo para nosotros porque en enero si se incrementa el combustible como lo viene haciendo con la gasolina que ha sido un incremento exponencial en menos de un año, pues a eso súmale que también va a incrementarse el salario mínimo, que van a incrementar cómo todos los años los peajes, entonces es una combinación, un cóctel de sobrecostos que realmente no somos capaces de asumir, muchos menos cuando se ha disminuido tan significativa el volumen de la carga”, sostuvo.
“No estamos siendo escuchados, todas las sugerencias, inquietudes y preocupaciones no están siendo tenidas en cuenta, y es así que vemos que nuevamente se radica una reforma laboral que no está atendiendo ni el sentir ni las preocupaciones ni objeciones que tenemos desde el sector empresarial”, agregó.
Entretanto, la representante del gremio señaló que la ola de inseguridad que se vive en las vías también los viene afectando directamente.
“Vemos cómo las Asociaciones Camioneras claman porque los conductores están siendo víctimas de vacunas también, se están secuestrando los vehículos, fuera de que se roban la mercancía, aparecen marcados como carros bomba, y resultan tener explosivos (…), estamos retornando a momentos oscuros que pensamos que ya habían sido superados en el país”. Sin embargo, descartó que se tenga contemplado algún paro en este momento.