Producción industrial cayó 35,8% y el comercio 42,9% en abril | El Nuevo Siglo
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Viernes, 12 de Junio de 2020
Redacción Economía

Mientras la producción manufacturera se contrajo 35,8% anual, las ventas minoristas se redujeron 42,9%. El resultado fue causado por la incapacidad de algunos subsectores manufactureros para funcionar en medio de la fase más restrictiva del aislamiento preventivo, mientras la caída en ingresos de los hogares y la incertidumbre macroeconómica limitaron las compras de bienes diferentes a los de primera necesidad.

De acuerdo con los reportes del DANE, de los 39 subsectores manufactureros, la combinación del choque de oferta y una débil demanda llevó a una caída anual en 33 de ellos.

Las actividades que lograron mantenerse en terreno de expansión pertenecen en su totalidad al grupo de agroindustriales, en su calidad de productoras de bienes básicos.

Al respecto, sobresalen los casos de la fabricación de productos de molinería (13,9% anual), el segmento de otros productos alimenticios (13,2%) y la elaboración de aceites y grasas vegetales (12,2%) como aquellos en los que la coyuntura, incluso, impulsó un fortalecimiento de la dinámica previa.

Entre tanto, la industria automotriz fue la que vio una parada prácticamente total en sus operaciones. Los subsectores de fabricación de vehículos automotores (- 99,8% anual), fabricación de otro equipo de transporte (- 94,5%) y fabricación de autopartes (-92,1%) fueron los tres que más cayeron dentro de la industria manufacturera.

Asimismo, las demás actividades que tenían restricciones claras en su operación, pues no eran productores de bienes básicos, ni parte de su cadena de producción, cayeron a un ritmo superior al 60% anual. Esto incluye los casos de actividades relacionadas con la producción de prendas de vestir e insumos de la construcción.

Mientras tanto, las actividades relacionadas con productos químicos, farmacéuticos y combustibles se contrajeron a un menor ritmo, pero la debilidad generalizada de la demanda les impidió gozar de una dinámica más sólida, a pesar de contar con permiso para su funcionamiento normal.

 

El comercio

Entre los 16 segmentos de productos, solo 2 aumentaron sus ventas entre el comercio minorista. Este fue el caso de los alimentos y bebidas no alcohólicas (11,9% anual) y los productos del aseo del hogar (4,5%), muy en línea con la transformación esperada en la composición del consumo privado en medio de un periodo de emergencia sanitaria y que nuestros análisis previos ya venían adelantando

Señala el  DANE, las caídas más acentuadas entre los segmentos minoristas tuvieron una relación muy cercana con la evolución entre los subsectores manufactureros. Así pues, las ventas cayeron más en los grupos de vehículos y motocicletas (-94,4% anual), calzado y artículos de cuero (-90,7%) y prendas de vestir y textiles (-87,4%).

Además, son rubros en los que cabe esperar que continúe una notable debilidad en mayo, en la medida en que los levantamientos a las restricciones de operación de algunas actividades durante el mes solo se contemplaron de forma parcial y con limitaciones en algunas regiones del país, tanto a la producción como a las ventas de estos grupos de productos.

 

Expectativas

De acuerdo con los analistas del Bancolombia, “estos resultados sesgan nuestra expectativa sobre el crecimiento de la economía en el segundo trimestre hacia el límite inferior de nuestro rango de pronóstico base. Esto en la medida en que estas cifras apuntan a que el choque de oferta y la subida del desempleo estaría teniendo un impacto en la demanda más cercano a este panorama de nuestras perspectivas”.

Sostienen en su estudio que “no obstante, creemos que es valioso resaltar que nuestras herramientas de analítica apuntan a que en abril se habría superado el periodo más adverso de la fase recesiva”.

Indican que el progresivo levantamiento de las restricciones a las actividades productivas ya habría empezado a facilitar la reactivación de la economía en mayo, dinámica que se ha hecho evidente con caídas anuales menos acentuadas en compras de los hogares con medios de pago en segmentos diferentes a los de productos básicos y en el consumo de combustibles.

“Esto, creemos, es un aliciente de cara al proceso de recuperación de la economía, que ya habría empezado”, señalan los investigadores.