EN LAS últimas décadas, la fragmentación geográfica de los procesos productivos, vinculada al desarrollo de las cadenas internacionales de valor, ha traído aparejada una dispersión de los impactos ambientales asociados.
Así lo advirtió un informe de la Cepal esta semana, según el cual esa circunstancia tiene implicaciones en la medición de la huella ambiental del comercio internacional, que debe tener en cuenta las emisiones generadas a lo largo de toda la cadena productiva.
De acuerdo con la investigación, las emisiones asociadas a las exportaciones que realiza cada país no se limitan a aquellas generadas dentro de su territorio, sino que incluyen también las emisiones contenidas en los insumos extranjeros utilizados en la elaboración de los bienes y servicios exportados.
La investigación indagó sobre la intensidad de las emisiones de carbono contenidas en el comercio de siete países de América Latina: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú. Estas estimaciones solo se refieren a la huella de carbono generada por los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural), excluidos otros tipos de gases de efecto invernadero.
Se encontró que entre 2005 y 2015 se redujo la huella de las exportaciones de todos ellos, medida en toneladas de carbono por dólar exportado. La Argentina, Costa Rica y el Perú registran los niveles más bajos, así como la mayor reducción.
Según la Cepal, la comparación con otros países cuya canasta exportadora se concentra en bienes primarios y manufacturas basadas en recursos naturales revela situaciones heterogéneas. Por ejemplo, entre los países con una alta participación de productos mineros, Arabia Saudita, Australia, el Canadá y Noruega registran niveles de intensidad de emisiones en el rango de los alcanzados por Chile, Colombia y el Perú, mientras que la Federación de Rusia y Sudáfrica presentan intensidades considerablemente mayores.
Más datos
En este mismo aspecto se encontró que Nueva Zelandia, especializada en productos agropecuarios, muestra niveles similares a los de la Argentina y Costa Rica (países con una estructura exportadora comparable). Alemania, los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, cuyas exportaciones se concentran en manufacturas con mayor contenido tecnológico y en servicios, presentan una menor intensidad de emisiones que los países latinoamericanos considerados (con excepción de Costa Rica) (véase el gráfico II.6.B). Las economías de Asia, en cambio, por lo general registran mayores niveles de emisiones por dólar exportado (en particular China, a pesar de la fuerte reducción experimentada entre 2005 y 2015).
Costa Rica y México registran una proporción significativamente mayor de emisiones generadas fuera de sus territorios que el resto de los países latinoamericanos analizados (un 51% y un 44%, respectivamente, en 2015) (véase el gráfico II.7). En el caso de México, esto se relaciona con un nivel relativamente alto de encadenamientos hacia atrás, en particular con los Estados Unidos y los países de Asia (en especial China, desde donde se importarían insumos considerablemente más intensivos en carbono)5. Las exportaciones de Costa Rica presentan vínculos hacia atrás mucho menores que los de México, pero la alta intensidad relativa de las emisiones de origen extranjero se refleja en una elevada participación en el total. En 2015, la mayor parte de la energía generada en Costa Rica provino de fuentes renovables, con una baja intensidad de carbono. Por ende, las bajas emisiones de origen interno en este país aumentan la participación relativa de las emisiones de origen extranjero en el total.
El resto de los países latinoamericanos considerados y aquellas economías extrarregionales especializadas en la exportación de bienes primarios y sus manufacturas -sectores, en general, menos encadenados hacia atrás en cadenas internacionales de valor- presentan niveles relativamente bajos de participación de las fuentes extranjeras en las emisiones contenidas en sus exportaciones. Por su parte, entre los países especializados en manufacturas con mayor contenido tecnológico y servicios, Francia, Alemania y, en menor medida, el Reino Unido registran porcentajes comparativamente altos de emisiones originadas fuera de sus territorios, sobre todo en otros países de la Unión Europea (aunque países relativamente más intensivos en carbono, como China, tendrían una incidencia importante en algunos sectores).
La Cepal indica en su investigación en Asia, la República de Corea -con importantes vínculos productivos con China- presenta un nivel de participación de las emisiones extranjeras similar a los de Francia, Alemania y el Reino Unido, aunque con encadenamientos hacia atrás considerablemente mayores. En el caso de China, la elevada intensidad de carbono de su matriz productiva explicaría la proporción muy baja de fuentes extranjeras en las emisiones contenidas en sus exportaciones, en comparación con países con niveles similares de integración hacia atrás en cadenas de valor (como Alemania, Francia y el Reino Unido).
En general, los países de América Latina considerados no registraron grandes cambios entre 2005 y 2015 en la estructura por origen de sus emisiones. Se destacan con las mayores variaciones Chile, que alcanzó una disminución del 30% (7 puntos porcentuales) en la proporción de emisiones de origen extranjero, y la Argentina, que experimentó un aumento del 16% (1,8 puntos porcentuales). Entre los países extrarregionales, la República de Corea y Noruega anotaron las mayores variaciones, con disminuciones del 15% y el 22%, respectivamente (6 puntos porcentuales en ambos casos).
Las diferencias
De acuerdo con el informe de la Comisión, los datos agregados analizados anteriormente esconden diferencias entre los sectores exportadores de cada país, tanto en términos de intensidad de las emisiones como de su estructura por origen geográfico. La información presentada revela las diferencias entre los cinco principales sectores exportadores de cada uno de los siete países de América Latina seleccionados.
Se destaca, por ejemplo, la baja intensidad relativa de emisiones de los sectores de productos agropecuarios primarios y elaborados (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, y productos alimenticios, bebidas y tabaco) en comparación con los sectores de productos mineros. Además, se observa que la intensidad de emisiones de las principales exportaciones mineras del Brasil, Chile, Colombia y México es mayor que el promedio de los 64 países para los que se dispone de información, mientras que las del Perú se encuentran por debajo de este valor. En general, los sectores con mayor participación en las exportaciones de la Argentina, Costa Rica y el Perú presentan niveles de intensidad de emisiones inferiores a la media mundial, mientras que en el caso del Brasil, Chile, Colombia y México la situación es más heterogénea.