La petrolera rusa Rosneft, la segunda más grande del mundo, anunció este viernes el cese de todas sus actividades en Venezuela.
El presidente de la compañía, Ígor Sechin, anunció que la empresa cerró la venta de todos sus activos en el país andino a “una compañía perteneciente al 100 % al Gobierno de la Federación Rusa”.
La transacción también incluyó las acciones de Rosneft en empresas de servicios petroleros y otras compañías del sector, incluyendo las extractoras Petromonagas, Petroperija, Boquerón, Petromiranda, Petrovictoria. El monto de la transacción no fue revelado.
La transacción se realizó para proteger a Rosneft de posibles sanciones de Estados Unidos, ya que el Departamento de Estado ha impuesto sanciones financieras al Gobierno de Nicolás Maduro y prometió hacer lo mismo con las empresas que hagan negocios con él.
En febrero de 2020, el Departamento de Estado del Gobierno de Donald Trump anunció sanciones contra Rosneft Trading y su director, Didier Casimiro, acusándolo de ayudar a Venezuela en el comercio internacional de petróleo para eludir las sanciones impuestas por EEUU. En esa ocasión, Rosneft calificó las sanciones de “ilegales, injustificadas y un acto de arbitrariedad”.
El Gobierno estadounidense ya había hecho efectivas sanciones a TNK Trading International (TTI), otra filial de Rosneft, por su presunto apoyo al Gobierno de Nicolás Maduro.
Según la agencia Interfax, los activos que tenía Rosneft en Venezuela quedaron en poder de una empresa estatal rusa llamada Roszarubezhneft, que fue registrada en Moscú el pasado 28 de marzo, el mismo día que el Gobierno ruso anunció la operación.