El resultado de 1,1% del PIB sorprendió a los mercados que esperaba un mejor crecimiento, pero las cifras demuestran la fortaleza de la producción en el país, que pese a todo está saliendo adelante
________
El resultado del Producto Interno Bruto (PIB) de 1,1% en el primer trimestre, puso a economía en sus platas, como se dice. Cuando los mercados financieros y estudios pronosticaban un comportamiento entre 2,5% y 3%, el fuerte coletazo del coronavirus llegó finalmente para poner las cosas en su sitio. Ni el Producto se fue para el despeñadero como algunos presagiaban, pero tampoco aumentó lo que quisieran otros para bien del país. Se puede decir que el 1,1%, como lo reconoció el mismo presidente Iván Duque, “luce mucho mejor” que las de otras economías del mundo.
Sin duda ese 1,1% se debe en gran parte al sector de la agricultura, que con un comportamiento ejemplar, logró sostener el barco de la producción, contra otros sectores que se presagiaban iban a resultar con aportes negativos, como la construcción y la industria e incluso el comercio.
Otros elementos que permitieron sostener el rumbo que hasta los primeros dos meses traía el PIB, fue la infraestructura y el gasto público, así como los impuestos. Estos elementos son los que permiten presagiar que desde luego, estamos mal, pero podríamos estar peor que otros países.
En su primera reacción, el mandatario colombiano dijo que “cuando nosotros comparamos esta cifra del crecimiento nuestro, en el primer trimestre, con las principales economías del mundo, con las principales economías emergentes, aún en el escenario latinoamericano, nuestro crecimiento luce muchísimo mejor”.
El impulso
Muchos lamentan que la economía haya perdido el impulso que traía desde el último trimestre del 2019 con 3,4% y que hizo que el PIB de ese año creciera 3,3%, pero precisamente ese viento de cola fue lo que benefició los resultados del primer tercio del 2020.
El viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, dijo que “las cifras guardan relación con el análisis que se viene haciendo desde el Ministerio de Hacienda, en el sentido de que nuestra economía va a tener un crecimiento alrededor del -5.5% este año”.
De allí la importancia que varios sectores de la economía se estén reactivando, a pesar para el segundo trimestre se espera toda la fuerza del covid-19, que como un huracán van a afectar a todas las economías.
Por su parte, el director del DANE, Juan Daniel Oviedo, indicó que de los 1,8 puntos porcentuales de crecimiento que el país perdió en el primer trimestre frente al mismo período del año pasado, la mitad se debió al mal desempeño de la construcción, minas y canteras y actividades artísticas (en marzo, este último perdió más de 500.000 personas ocupadas), los cuales restaron 0,9 puntos porcentuales al crecimiento del trimestre.
Oviedo dijo que hay que buscar cómo reactivar el comercio de una manera responsable y sensata, pues "no se debe olvidar que antes de esto veníamos creciendo y es necesario encontrar una forma para vender todo lo que producirá el sector manufacturero".
Contrapeso
Sin embargo, ante este desempeño, los empresarios dejaron ver su intranquilidad, ya que según el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, además del crecimiento de solo 1,1% frente al primer trimestre del 2019, al contrastar las cifras con el último trimestre del 2019 se evidencia una caída del 2,1%.
El dirigente empresarial adujo que “el dato para el segundo trimestre seguramente va a ser significativamente peor y tendríamos que poner todos nuestros esfuerzos para que la economía recupere en parte su actividad y arrojar los resultados sociales que todos esperamos”.
A su turno, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Jaime Alberto Cabal, alertó de que con solo 15 días de marzo, de confinamientos, toques de queda y restricciones a la oferta, hubo una contracción que pesó en el PIB.
Dijo que “esto nos está demostrando lo que nos espera en el segundo trimestre. Aquí la única esperanza que tenemos es una reapertura pronta de todos los sectores para recuperar en algo la caída. El segundo trimestre estará muy por debajo del primero”.
La agricultura
Contrario a la desilusión de estos dos sectores, la actividad del sector agropecuario está de plácemes, ya que creció 6,8% e impulsó la economía colombiana en el primer trimestre.
De acuerdo con informe del DANE, los subsectores que impulsaron la variación del agro fueron: cultivos agrícolas, ganadería, silvicultura y extracción de madera, así como pesca y acuicultura.
El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro, destacó que “la buena dinámica en el sector agropecuario ha hecho que se garantice el abastecimiento durante esta pandemia, el reto es mantener la liquidez en el campo a través de las líneas especiales de crédito, el apoyo a siembra y la extensión agropecuaria”.
Además, el jefe de la cartera agropecuaria agregó que “entre enero y marzo de 2020, el agro se ubicó seis puntos porcentuales por encima del mismo trimestre del año pasado (0,9%) y es la variación más alta de los últimos 15 años para un primer trimestre.”.
Específicamente, el top cinco de los cultivos que más crecieron fueron: plátano (35%); maíz (29,4%); arroz (20,9%); huevo (13,4%); y papa (11,2%).
Ahora bien, el crecimiento de cultivos (sin café) y ganadería tienen un peso muy alto en la economía, 61% y 24% respectivamente, esto hizo que el PIB repuntara.
El ministro Zea Navarro afirmó que el valor agregado del sector alcanzó en el primer trimestre $19,9 billones y su incremento con respecto al mismo periodo del año anterior equivale a una variación de $1,3 billones.
El dardo
Aguando un poco las reacciones positivas en Colombia por el PIB, la calificadora de riesgo internacional Fitch Ratings empeoró su proyección del comportamiento económico de Colombia para 2020 desde una contracción del 2% hasta una caída del 4,5%. “La revisión a la baja refleja la extensión de las medidas de cierre interno con un gran impacto en el consumo y la inversión, así como los efectos más amplios de la pandemia de coronavirus en los precios más bajos de los productos básicos, los mayores costos de financiamiento y las salidas de capital para los mercados emergentes en general. En Colombia, la probable caída en la producción de petróleo también afectará el crecimiento”, dijo Fitch en un documento.
Fitch prevé que el déficit del Gobierno central de Colombia aumentará al 7% del PIB, cuando antes proyectaba que fuera del 5,5% del PIB. También estima que la deuda de Colombia aumentará al 55% del PIB.
Agregó que el continuo deterioro de las perspectivas económicas y fiscales en el corto plazo aumenta la importancia de formular planes creíbles en Colombia a mediano plazo, incluidas reformas fiscales en el lado de los ingresos o gastos, para restaurar de manera sostenible el crecimiento y estabilizar la deuda.