Argumentando que los confinamientos totales ya no son la solución al control de la pandemia en Bogotá y que la estrategia que se debió implementar era la de hacer cerramientos por UPZ y no por localidades completas, la organización manifestó ayer su preocupación por las consecuencias económicas y sociales de esta nueva medida, la cual -de acuerdo con ellos- causará una parálisis total de la ciudad.
Según Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, si bien la situación de la curva de contagios y saturación de las unidades de cuidados intensivos (UCI) amerita medidas de control, no es con el confinamiento total que se logra -como ya quedó demostrado- sino con el cierre parcial a través de las UPZ y la aplicación de seguimiento inteligente a los contagiados y a su red más próxima. Precisó, además, que las consecuencias del cierre definitivo de nuevos establecimientos comerciales y de actividades productivas, así como la pérdida de más empleos serán incalculables.
Recomendaciones
Por lo mismo, Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá Cundinamarca, destacó que la Administración Distrital acogió las recomendaciones del gremio para que durante las nuevas medidas adoptadas se permita el funcionamiento de toda la cadena de compra, venta, abastecimiento, envío, entrega de bienes y mercancías a través de comercio electrónico para todos los sectores comerciales.
Sin embargo, aseguró que, “estas disposiciones restrictivas tienen repercusiones tan hondas que no son compensables únicamente con el comercio electrónico y se traduce en la muerte para muchas empresas y por lo tanto, pérdidas incalculables de empleos”.
Fenalco, como representante del comercio formal, está convencido de que las medidas restrictivas ahogan el aparato productivo de la ciudad y obligan al cierre definitivo de las empresas.
“Los comerciantes nos han manifestado que con estas nuevas medidas no tienen más opción que despedir a sus empleados porque no tienen cómo pagar salarios de 15 días a personas que no van a trabajar, sin ni siquiera tener una incapacidad que amortigüe el pago de salario, y sumando que otros 15 también tendrán que pagar con los negocios cerrados”, insistió ayer Orrego.
Los argumentos
La cuarentena estaba contemplada, según el Gobierno, como un mecanismo de preparación del sistema de salud, pero con preocupación, los empresarios evidencian que los aislamientos obligatorios ya no cumplen dicha misión, mientras que sí afectan de manera dramática y casi irreversible otros sectores de la sociedad como el tejido empresarial, que es el mayor aportante tanto en tributos como en generación de empleo.
Es inaceptable, refirió Fenalco, que para los comerciantes y negocios que apenas llevaban abiertos una o dos semanas después de haber estado cerrados casi tres meses, vuelvan a tener que cerrar sus puertas.
Muchos establecimientos, especialmente los comercios pequeños, tendrán doble cuarentena, ya que los empleados que vivan en localidades diferentes a donde se encuentra el negocio, no podrán ir a trabajar cuando estén en aislamiento obligatorio y por lo tanto, el comercio no tendrá más opción que cerrar también durante esos 15 días.
Añadió que fue un desacierto no haber contemplado dentro de las excepciones a otros sectores que son esenciales como los de apoyo a transporte y movilidad o sectores formales, que cumpliendo con los protocolos de bioseguridad podrían trabajar, pues su situación es realmente crítica, entre estos se encuentran peluquerías y salones de belleza.
Así mismo, precisó que la restricción a la venta de bebidas alcohólicas es innecesaria y ocasiona pérdidas económicas que no tienen una relación directa para controlar la epidemia.
“Tampoco se contempló aumentar plazos para el pago de impuestos como el predial, aún cuando empresas no podrán trabajar en lo absoluto durante por lo menos 15 días. Es probable que el crecimiento de la inseguridad que se ha presentado en las últimas semanas continúe en ascenso”, finalizó expresando ayer Fenalco Bogotá Cundinamarca