Nuestro TLC garantiza estabilidad y va más allá de asuntos políticos: Lacouture | El Nuevo Siglo
LA DIRECTORA de la Cámara de Comercio Colombo Americana, María Claudia Lacouture, considera que “en materia comercial, vemos una continuidad en la complementación y oportunidades”./Cortesía
Cortesía
Domingo, 8 de Noviembre de 2020
Gustavo Veloza

No hay duda. Las relaciones comerciales entre Colombia y Estados Unidos son fuertes, consistentes y no van a variar significativamente con el cambio de presidente en esa nación. Esta es la percepción de María Claudia Lacouture, la directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), quien destaca el actual intercambio entre los dos países, la consistencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) y la cooperación estadounidense determinante para Colombia. La funcionaria recalca la importancia en la diversificación exportadora pero para ello, dice, hay que “maletear, maletear y maletear”.



EL NUEVO SIGLO: ¿Las relaciones comerciales entre Colombia y Estados Unidos van a mejorar ante un nuevo escenario presidencial?

MARÍA CLAUDIA LACOUTURE: Un cambio de mando en la Casa Blanca no representaría un giro sustancial en la agenda bilateral, habrá ajustes en la forma y, de pronto, en el orden de prioridades, pero su esencia se mantendrá.

De acuerdo a esos cambios de forma, la llegada de Joe Biden a la Presidencia de Estados Unidos supondrá un mayor enfoque en una política exterior más orientada a la diplomacia, un impulso al multilateralismo y énfasis en temas como cambio climático y asuntos de derechos humanos.

Siendo vicepresidente de Obama, Biden visitó varias veces la región dándole un conocimiento importante que le permitirá direccionar el apoyo de Estados Unidos a un mayor desarrollo latinoamericano como contraposición a la migración, a procurar una inversión productiva, a la transferencia de tecnología y la diversificación en las relaciones.

En materia comercial, vemos una continuidad en la complementación y oportunidades en este país teniendo en cuenta que contamos con un TLC que garantiza la estabilidad y reglas claras en los negocios y que va más allá de asuntos políticos.

 Impacto

ENS: ¿Dado el impacto en los mercados por la pandemia, ya está mejorando el intercambio comercial?

MCL: Al igual que el comercio internacional, las ventas a Estados Unidos desde Colombia han sido afectadas, es un fenómeno del cual nadie se escapó. Sin embargo, hay que destacar que, a pesar de la caída de las ventas minero-energéticas, las exportaciones de otros productos crecieron 5,7% entre enero y septiembre de este año, con ventas por US$3.847 millones.

El proceso de recuperación toma tiempo, pero debe ser constante. Esta es una oportunidad para que las empresas vean en el comercio exterior una importante opción para la reactivación y aprovechar las ventajas que ofrece el TLC.

ENS: ¿Qué productos de origen colombiano son especialmente apetecidos por el mercado norteamericano?

MCL: Cuando uno mira la lista, los productos agrícolas como café, flores y banano siguen liderando las ventas, sin embargo, también hemos visto crecimientos importantes por ejemplo en las manufacturas de papel, insumos de maquinaria eléctrica, tilapia y alimentos y bebidas. Por otro lado, en un estudio de AmCham Colombia, identificamos 108 partidas arancelarias de bienes intermedios que el país puede exportar a Estados Unidos para sustituir proveeduría china.

El intercambio 

ENS: ¿De qué manera está funcionando el Tratado de Libre Comercio entre los dos países?

MCL: Lo más importante del TLC es que ha dado reglas claras y estables para los negocios entre los empresarios de los dos países sin la incertidumbre de unas preferencias arancelarias otorgadas de manera unilateral.  También nos ha dado la oportunidad de diversificar y reducir la dependencia de las exportaciones minero- energéticas hacia Estados Unidos.

Aunque el acuerdo comercial entró en vigencia en 2012, en medio de una crisis comercial internacional que afectó los precios del petróleo y las materias primas, vemos que hay una relación comercial sólida. Con el acuerdo aumentaron en 16% el número de empresas exportadoras, 294 nuevos productos comenzamos a vender a Estados Unidos e ingresan a ese país, con arancel cero, 10.500 partidas arancelarias frente a 5.520 que tenían acceso con el ATPDEA, que era una ayuda condicionada a factores como la lucha contra el narcotráfico.

Mientras que en 2012 las exportaciones no minero energéticas representaban el 16% de ventas, el año pasado pasaron a ser el 43,2%. Por sectores, el agroindustrial, incluyendo café, flores y frutas; las manufacturas de aluminio y las confecciones son los que mayor participación han tenido.

ENS: ¿Hay algunas medidas arancelarias que están frenando el intercambio en uno u otro país?

MCL: En medio de la política de la administración Trump, Colombia fue incluido dentro de los países a los que se les incrementó el arancel de 25% y 10% para las importaciones de acero y aluminio. Desde ese momento el Gobierno ha venido trabajando con ese país para ser excluidos de ese listado dado que frente a los grandes proveedores que tiene Estados Unidos de esos materiales, las ventas de Colombia son muy pequeñas y no alteran las condiciones de mercado. No obstante, tenemos que trabajar en los asuntos pendientes que todavía afectan la relación, como la propiedad intelectual, los cultivos ilícitos, la chatarrización, la seguridad de los líderes sociales, entre otros.

ENS: ¿Cuál es su percepción del rumbo de la economía colombiana?

MCL: Estamos ante una situación particular sobre la cual tenemos dos posibilidades: quedarnos como estamos o buscar proactivamente más mercados dentro de EE.UU., acercamientos políticos y proyectos conjuntos. El Gobierno ha tomado las medidas necesarias para sobrellevar la situación y apenas comenzamos con un repunte en la economía; su consolidación dependerá de cómo manejemos el riesgo de la pandemia y se ofrezcan los mecanismos necesarios para la generación de empleo.

Es urgente comenzar tiempos de inclusión, incorporar mecanismos que incentiven la creación de empleo a las mujeres, las principales afectadas por la terminación de contratos derivados por la pandemia. Por ejemplo, en la discusión de salario mínimo que comenzará en unas semanas se requiere sensatez al plantear las propuestas de tal manera que se garantice mantener los empleos existentes, pero también se estimule la creación y recuperación de puestos perdidos por la pandemia.

La flexibilización del trabajo en casa también será clave para el empleo y así seguir estimulando el consumo que reactive la economía. Todo con las medidas de autocuidado personal y empresarial pues aún no está claro en qué momento tendremos una vacuna.

ENS: ¿Se prevé una mayor presencia de inversionistas norteamericanos en Colombia el próximo año?

MCL: Desde hace meses venimos trabajando desde AmCham Colombia con el Ministerio de Comercio, ProColombia y la Embajada de Estados Unidos en una estrategia de atracción de inversión para aprovechar las oportunidades de nearshoring o cadenas cercanas de valor dado que hay interés de las empresas de EE.UU. de reducir su dependencia asiática.

Este es un proceso que toma tiempo y en el que hay que ser constantes para ver los resultados. Ya este mes tenemos delegaciones de Texas y California mirando oportunidades de inversión y a comienzos del otro año esperamos delegaciones de Illinois.

El principal inversionista

ENS: ¿Cómo están hoy las relaciones comerciales entre los dos países?

MCL: Colombia y Estados Unidos tienen una agenda comercial complementaria gracias al Tratado de Libre Comercio. Ese país es el destino de casi el 30% de las exportaciones colombianas que entre enero y septiembre han alcanzado los US$6.571 millones. Así mismo, es el principal inversionista internacional con el 18% de la Inversión Extranjera Directa que llega al país desde el exterior y las casi 500 empresas instaladas en el país generan alrededor de 100 mil empleos formales.  Es un importante proveedor pues cerca del 70% de las importaciones que llegan desde allí son productos que no fabrica Colombia y que entran a la cadena productiva local para ser transformados en bienes para el mercado nacional o exportar. La cooperación estadounidense es determinante para Colombia y tenemos un panorama enorme de oportunidades y un mercado interesado, siempre y cuando nosotros tomemos la iniciativa y trabajemos mucho en abrir nuevos espacios y diversificar. La Consigna a partir del 2021 debe ser maletear, maletear y maletear, con un acompañamiento decido y eficiente por parte del Estado.