Ante los niveles del 6,2% en la afectación de la roya en los cultivos de café, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) hizo un llamado a los productores a prestar atención al alto impacto que está teniendo la enfermedad.
Señala la FNC que la roya para el caso concreto de variedades susceptibles se ubicó en 22,3%, que es alto, según un sondeo sanitario realizado por el Servicio de Extensión (SE) entre el 15 de enero y el 5 de febrero.
Dependiendo del grado de afectación de un cafetal, los ingresos de los productores pueden verse disminuidos hasta entre 25% y 50% por reducción en el volumen de la cosecha, a lo que se suma el deterioro de la calidad del grano.
Las regiones
Sostiene el informe de la FNC que cuatro departamentos del país mostraron los niveles más altos de roya: Quindío, con 15%; Huila, 10%, Valle del Cauca, 8% y Caldas, con 7%.
Hoy en Colombia el 83% de los cafetales están sembrados en variedades resistentes, pero aún 17% usan variedades susceptibles, equivalentes a aproximadamente 110 mil hectáreas, lo que representa un número importante de caficultores, tomando en cuenta que la gran mayoría son pequeños, con cultivos cercanos a 1 ha de extensión.
Medidas
Entre las medidas recomendadas por la FNC a los productores que aún emplean variedades susceptibles y han visto sus cafetales afectados con este hongo (y para cuya adopción pueden apoyarse en el SE), están que la opción más eficiente y económica para controlar la roya es renovar con las variedades resistentes recomendadas, como Castillo® o Cenicafé1, con un óptimo manejo agronómico.
Asimismo, para el control de la roya en variedades susceptibles, es indispensable registrar las floraciones, hacer monitoreo constante para definir el inicio y el nivel de daño, y dependiendo de este y de la etapa del cultivo definir junto con el extensionista si se requiere control con fungicidas, protectores o sistémicos, las dosis a aplicar, su forma de hacerlo y si hay lugar a repeticiones.
Indica la Fedecafé que si el cafetal es joven, de variedad susceptible a la roya y en etapa productiva, debe realizarse el control químico, aplicando las recomendaciones con base en el registro de las floraciones y los niveles de infección.
Según el último reporte del sector, en 2019 la caficultura colombiana creció 9,5%, tres veces más que la economía nacional medida en términos de Producto Interno Bruto (PIB).
Asimismo, la actividad cafetera industrial creció 10,3%, lo que confirma el importante aporte de la producción de cafés de mayor valor agregado a la economía colombiana.
Como resultado, la participación de la actividad cafetera (agrícola e industrial) con respecto al PIB nacional creció de 0,76% en 2018 a 0,96% en 2019 y, la participación de la actividad cafetera agrícola en el sector agropecuario fue de 12,5% y con respecto al sector agrícola (incluyendo café) de 17,6%.
De otro lado, la FNC comunicó que un total de 16 expertos de las más prestigiosas empresas del sector cafetero de Japón participarán durante dos semanas en el curso “Especialista en Control de Calidad de Café Suave” que imparte Federación.
El curso Mild Coffee Quality Control Specialist se realiza desde 2005 y ha capacitado a 216 expertos japoneses. En 2020 se lleva a cabo la decimosexta versión, que incluye visitas a la zona cafetera y dependencias de la institucionalidad cafetera.
El objetivo de la FNC con esta actividad es fortalecer la relación entre Colombia y Japón, el segundo mayor importador de café del país después de Estados Unidos, y compartir el conocimiento acumulado en control de calidad.
“Los cafeteros reciben de muy buena manera estas estrategias porque acercan al comprador final. Además, es un llamado para que se reconozca, a través del precio, todo el esfuerzo de los productores para obtener un café de altísima calidad como el colombiano y el trabajo de la Federación por mantener vigente este negocio”, dijo Fernando Osorio, director de Calidad de Café de Almacafé.