Los retos urgentes para reactivar la economía este semestre | El Nuevo Siglo
EL gobierno no debe frenar las obras de infraestructura, ya que este rubro es uno de los que más impulsa empleo y desarrollo. /Archivo
Domingo, 24 de Marzo de 2024
Redacción Economía

No hay espera. Si el gobierno quiere emprender desde ya una recuperación económica, debe salirle al paso a los retos inmediatos para atender todos los sectores de la actividad. Uno de ellos fundamental es acelerar las inversiones en infraestructura, aumentar la construcción de vivienda, uno de los grandes aportantes de empleo.

Asimismo, se debe dar un apoyo inmediato al comercio exterior colombiano para aumentar las exportaciones y al interior, emprender campañas para elevar el consumo y la demanda en el comercio-

De acuerdo con una investigación del Bancolombia, los retos principales se mantienen en que la actividad económica atraviesa una fase de marcada debilidad que continuará durante buena parte de 2024.

Consideran que este año Colombia debe afrontar serios impactos provenientes del exterior, como en los frentes climático, político y de índole económica.

Más de la mitad de los bancos centrales del planeta recortarán sus tasas de interés, dejando atrás el periodo más restrictivo en la historia económica moderna; se estima que el 56% de los bancos centrales totalizarán 152 recortes a nivel mundial.

También será un año sintonizado entorno a navegar eventos climáticos extremos, como los fenómenos de El Niño -que aún no termina- y La Niña -que vendría en el segundo semestre-. Toda la atención estará puesta en el superciclo electoral, que llevará a casi la mitad de la población mundial a las urnas y, desde ya, nos tiene en vilo mirando al país en Estados Unidos.

Este trasfondo internacional plantea importantes desafíos para la economía colombiana de cara al 2024.

“Nuestra actualización más reciente de proyecciones económicas da cuenta del desafío en materia de actividad económica, empleo y finanzas públicas; aspectos que, a buena hora, se enfrentan a una inflación que continúa cediendo y una postura de política monetaria que podría acelerar la reducción de sus tasas de interés”, sostienen los analistas.

Mirada externa

Señalan que “en el argot ciclista hablamos de “ir a rueda” o posicionarse estratégicamente detrás de la bicicleta de enfrente con el objetivo de limitar la resistencia del aire, para ahorrar energía sin perder velocidad. Hasta el momento, Colombia ha logrado rodar con el pelotón de los mercados emergentes y cubrirse de algunos vientos en contra, pero subsiste el riesgo de “perder la rueda” dado el pobre desempeño de sectores líderes (construcción, comercio e industria), menor inversión y lenta recuperación de las exportaciones”.

En el pelotón de las economías emergentes, Colombia ha logrado mantenerse con el grupo, sacando ventaja de las mejores condiciones financieras internacionales, de la perspectiva de recortes de tasas de interés de la Reserva Federal para este año, así como de la reducción de la prima de riesgo país, que ha impulsado la entrada de flujos de capitales externos (inversión extranjera directa, remesas).

“Con esto, hemos corregido nuestra visión del balance externo esperado para este año, el cual anticipamos podría ser un déficit como el de 2023, de 2,7% del PIB”, sostienen.

Inflación

Por otra parte, también ha sido consistente la caída de la inflación, impulsada mayoritariamente por la corrección en precios de alimentos. “Si bien todavía existen fuentes de presión alcista en precios (regulados y servicios), la senda de la inflación es más favorable, por lo que en esta oportunidad hemos revisado a la baja nuestra proyección hasta 5,7% para fin este año y 4,3% para el siguiente”, indican los expertos en sus correcciones macroeconómicas.

Aunque un poco más rezagada en la curva de política monetaria, Colombia se ha mantenido al pedal de pares de la región (como Brasil, Chile y Perú) que ya iniciaron la fase de recortes de tasas de interés. Anticipamos que, a medida que la inflación continúe cediendo, el Emisor podrá acelerar el ritmo de recortes, permitiendo cerrar el año con una tasa de intervención del orden de 8,75%.

No “perder la rueda”

La actividad económica en Colombia atraviesa una fase de marcada debilidad que continuará durante buena parte de 2024, como resultado de la pérdida de tracción del consumo privado (crecimiento estimado de solo 0,1% este año) y la relevante caída de la inversión fija, que por segundo año consecutivo se ubicaría en terreno negativo (-1,5% en 2024).

Ante ello, los analistas señalan que “este escenario nos lleva a una reducción en el crecimiento esperado del 0,9% anterior a 0,6% en esta actualización, replicando el bajo crecimiento de 2023. Sin embargo, aunque esta proyección para el 2024 agregado no pareciera reflejarlo, esperamos que la producción del país vaya ‘de menos a más’ y se consolide una recuperación paulatina, conforme las condiciones macroeconómicas lo permitan”.

Regla fiscal

Otro elemento que señalan los economistas para este año, es que “será importante no “perder la rueda” en materia fiscal. El Plan Financiero actualizado que reveló el Gobierno buscará un déficit fiscal de 5,3% del PIB este año; pero considerando los bajos niveles de ejecución presupuestal, según lo evidenciado en estos primeros meses del año, podría ser del orden de 4,9% del PIB. En todo caso, se mantendría en niveles elevados y con una empinada senda de endeudamiento para los siguientes años”.

Para los investigadores, “podría parecer que Colombia viene “chupando rueda” en medio del buen momento que viven los mercados emergentes y las perspectivas de mejores condiciones financieras, pero es plausible que kilómetros más adelante, comencemos a diferenciarnos y distanciarnos del pelotón. De cara a los retos que trae este 2024, no lo pudo haber dicho mejor nuestro campeón mundial del ciclismo, Egan Bernal: “es mejor sufrir adelante que sufrir atrás”.

Inversiones

Ahora bien, la baja confianza de los agentes, la pérdida de capacidad productiva del segundo semestre y la baja inversión serán los principales retos de corto y mediano plazo.  “Consideramos que la incertidumbre en torno a los cambios por las potenciales reformas a las ‘reglas de juego’ de algunos sectores económicos (salud, minero, servicios públicos, educación), al esquema laboral y al sistema pensional (con un posible impacto significativo en el mercado de capitales) mantendrán afectada la toma de decisiones de algunos agentes, en una dinámica que ya viene siendo evidente en la evolución de la inversión. Este factor, de persistir en el mediano plazo, representaría un limitante a la capacidad del país de volver a evidenciar registros de crecimiento económico consistentemente superiores al 3% anual, ya que una baja formación de capital fijo persistente suele tener un impacto negativo en el crecimiento potencial de la economía”, aseguran los economistas.

Con todo, el 2024 sería un año de paulatina recuperación, en donde la economía iría ‘de menos a más’ y se configurará un escenario macroeconómico más constructivo que permitirá regresar a registros de crecimiento del PIB superiores al 2% desde 2025.

 

El gasto público

Desde la composición del gasto, tal como se mencionó previamente, el gasto público sería el principal motor de la economía. “Esperamos que el consumo público crezca cerca de 1,2%, en lo que implicaría una ligera aceleración frente a los registros de los dos años previos. Ahora bien, este crecimiento del consumo público no sería mayor en la medida en que consideramos que habrá algunas restricciones en los ingresos y la liquidez del Gobierno, lo que llevará a que las métricas de eficiencia de ejecución presupuestal se puedan mantener por debajo del promedio histórico”, sostiene el Bancolombia.

El consumo privado, por su parte, seguiría perdiendo tracción, mientras la inversión fija cae a un ritmo menos acentuado.

A pesar de la continuación del proceso de recortes de tasas de interés, la postura de política monetaria se mantendrá contractiva durante todo el año, lo que continuará presionando los presupuestos de los hogares y seguirá afectando la demanda por bienes durables.

Entre tanto, la inversión fija seguirá retrocediendo, debido a la baja confianza y las aún elevadas tasas de interés. Sin embargo, el ritmo de retroceso se atenuará ante la expectativa de una mejora en la ejecución de proyectos de infraestructura, y las menores tasas de interés que irán destrabando algunos proyectos productivos del sector privado. Finalmente, la balanza comercial mantendrá su tendencia de ajuste debido a la baja demanda interna, aunque en magnitudes menores a las evidenciadas en 2023.

 

 

Destacado

Si bien todavía existen fuentes de presión alcista en precios (regulados y servicios), la senda de la inflación es más favorable