Los pros y contras de llegar a una deflación este año | El Nuevo Siglo
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Domingo, 14 de Junio de 2020
Redacción Economía

Por primera vez en mucho tiempo, la inflación en Colombia resultó negativa al registrar en mayo -0,32%. Esta situación que aparentemente beneficia al ciudadano de a pie, también puede perjudicarlo

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El resultado de -0,32% en el costo de vida en mayo, mostró un giro de 180 grados en el rumbo de la inflación apareciendo en el entorno el fantasma de la deflación.

A la cifra del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que  mide la inflación, se le sumó la rebaja de 150 puntos básicos en solo tres meses que el Banco de la República le dio a las tasas de interés. Esto hizo que hoy prácticamente el costo del dinero que se le está prestando al sistema financiero ya es negativo.

En la última reunión del Emisor, la tasa de referencia, que es la que se aplica de política monetaria al mercado, quedó en 2,75%, pero la tendencia es que sigan bajando.

Así lo afirmó el gerente del Banco de la República, Juan José Echeverri, al sostener que “la tasa de política real de Colombia ya es negativa. La tasa de política del 2,75% ya es negativa en términos reales y el espacio para implementar recortes adicionales está llegando al límite”.

Sin duda, el Banco Central está observando de cerca la evolución de la inflación. Los recortes de tasas han sido significativos y tendrán un fuerte impacto en la economía una vez que se levanten las medidas de cuarentena adoptadas por el Gobierno nacional.

 

Los precios

Si nos atenemos a lo que significa la inflación, esa palabra que hoy está en boga de todos pero que mucho colombianos desconocen, no es otra cosa que el aumento generalizado del nivel de precios en una economía, es decir, que de manera general, los precios de los alimentos, el vestuario, la vivienda, el transporte, la salud, la educación, el entretenimiento, las comunicaciones, entre otros, suben de precio de manera sostenida.

Para el ciudadano de a pie, cuando en la calle escucha que el costo de vida ha aumentado, es precisamente porque la inflación ha subido y ahora todo está más caro que antes, lo que hace que el dinero que ganamos hoy no nos alcance para comprar los mismos bienes y servicios que podíamos adquirir anteriormente. Esto es lo que se conoce como pérdida del poder adquisitivo de la moneda; el dinero que tenemos ya no compra lo mismo que compraba antes porque ahora todo es más caro.

 

A la baja

Pero si la situación es lo contrario, que no suba la inflación sino que resulte negativa como sucedió en mayo de este año, ese fenómeno se denomina deflación. Puede ser que con ello, los bienes y servicios estén bajando y que el mismo dinero que  ganamos hoy nos puede alcanzar para comprar más cosas. Pero esto nos puede beneficiar en algunos casos y en otros no.

Esto se debe a que muchos bienes y servicios están atados al costo de vida, y este indicador es seguido de cerca por los hogares, las empresas, el Gobierno e incluso, por los extranjeros que quieren venir a nuestro país de turismo o por negocios.

Este fenómeno es tan importante para la economía de un país, que incluso la Constitución Política de Colombia de 1991 le encargó al Banco de la República la misión de velar por mantener la inflación en niveles bajos y estables, a su vez, dotando al Banco de toda la independencia administrativa, patrimonial y técnica para que cumpla con su mandato constitucional.

De esta manera, la Junta Directiva, para este año, se ha comprometido con todos los colombianos para que sus decisiones logren ubicar la inflación en niveles de entre el 2% y 4% con un promedio de 3%, pero por lo visto, hoy esa meta está por debajo ya que está en 2,85% en mayo.

Y todas las tendencias, ante el impacto del aislamiento obligatoria y el cierre de  muchas actividades económicas, muestran la tendencia que continuará bajando.

 

La oferta monetaria

Para los economistas, la disminución de los precios sucede como resultado de la reducción de la oferta monetaria, que aumenta el valor de la moneda, incrementando así su poder adquisitivo. Dicho de otro modo, los productos se vuelven más baratos, pero también los bienes que están atados a ese indicador no van a subir como todos quisieran, como por ejemplo el salario mínimo.

Con la coyuntura actual, existe tanto una contracción de la economía (menos crecimiento), y una caída de la demanda, provocada por la incertidumbre de lo que va a suceder con el Covid-19. Hoy el ciudadano está prevenido y prefiere no gastar sino lo necesario para su manutención y no arriesgarse a otras compras.

Pero otro fenómeno que produce deflación es el resultado de un incremento de la producción, que provoca que la cantidad disponible de bienes y servicios aumente más rápido que la oferta monetaria, llevando a un exceso de oferta monetaria. En este caso la deflación es beneficiosa para la economía. De todos  modos, la deflación evoluciona (entre otros factores) en función de lo que mueve todo en el mundo de la economía, la ley de oferta y demanda.

 

Bienes y servicios

En Colombia el IPC tiene un punto de partida para varios incrementos en bienes y servicios en el país, este es el caso de los arriendos, las matriculas escolares, los peajes, entre otros.

Por ejemplo en el caso de los arriendos, los colombianos pueden beneficiarse si es poco el costo de vida porque este rubro, que en algunos casos ocupa el 35% de los ingresos mensuales de cada persona, es un gasto significativo a lo largo del año.

Otro impacto positivo es para las cuotas hipotecarias si están negociadas al IPC, pero que también pueden afectar la Unidad de Valor Real (UVR), en que se miden el alza de las cuotas.

Al mismo tiempo están los cobros de 43 peajes administrados por el Invías, que subirán el mismo porcentaje registrado para la inflación.

Por su parte, los pensionados en Colombia que ganan más de un salario mínimo al mes contarán con un aumento establecido por el nivel del IPC, y si es negativo, pues disminuyen sus ingresos. Otro servicio es de las pensiones y matrículas de los colegios, que en muchos casos están atados a la inflación.

Además el IPC incide en los trámites públicos como servicios notariales, matrimonios, divorcios, certificados, autenticaciones y cambios de nombre. Asimismo, debe tener en cuenta que el SOAT, las multas de tránsito, los servicios de grúas y cuotas moderadoras de EPS aumentan lo mismo que el salario mínimo, y este sube teniendo como base el IPC. Por eso la deflación beneficia pero también perjudica.