El impacto de la emergencia sanitaria, ha trastocado los indicadores macroeconómicos como ha ocurrido en todo el mundo. Solo en la forma como está reaccionando el país, podrá salir rápido de la crisis
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La velocidad de crucero que lleva el coronavirus no es la misma de la economía, ni en Colombia ni el mundo. De allí que todos los indicadores del país cada semana registran cambios drásticos como tal vez nunca se lo imaginaron los analistas e investigadores y menos, el común de los colombianos.
Al corte de cuentas hoy, puede decirse que a nivel macroeconómico solo tres sectores están reaccionando como ya lo describió este diario en su publicación dominical. Uno es infraestructura, el agro y el comercio electrónico.
Pero para los analistas, el único rubro de la demanda que crecería este año sería el gasto público corriente, dado el esfuerzo desplegado desde el Estado para contener el avance del Covid-19 y mitigar su impacto sobre el resto de agentes económicos.
De acuerdo con un informe del Bancolombia, los mayores impactos este año recaerán en la minería, el comercio, los restaurantes, los hoteles, el transporte, los servicios profesionales y el entretenimiento. Vale la pena recordar que este tipo de servicios tiene una alta participación en el PIB colombiano, y que hasta hace poco disfrutaron de un gran dinamismo.
1. Crecimiento
El periodo de alto crecimiento que experimentó Colombia en el pasado reciente, llegó a su fin de manera abrupta en marzo. A lo anterior hay que sumar los efectos de segunda ronda que puedan desprenderse de la cuarentena: pérdidas de puestos de trabajo, cierre de empresas y afectaciones del canal financiero. Como resultado, se anticipa un bajo desempeño en materia de crecimiento durante el resto del año. De este modo, para todo 2020, la caída del PIB estaría entre 5% y 6%. Además, los riesgos para este pronóstico están sesgados a la baja.
2. Mercado laboral
Una repercusión evidente del parón económico reciente es el deterioro en el mercado laboral. Tan solo en marzo, la población ocupada presentó una reducción anual de casi 1,6 millones de personas. El levantamiento progresivo del aislamiento permitirá, a una parte de los inactivos transitorios, regresar a sus ocupaciones. Además, las medidas de apoyo del Gobierno alivianarán una porción de los costos laborales en la actual coyuntura. El promedio de desempleo urbano para todo el año estaría en un rango entre 18,5% y 20,3%.
3. Finanzas públicas
El Comité Consultivo de la Regla Fiscal (CCRF) aprobó una meta de déficit para el Gobierno Nacional Central (GNC) del 6,1% del PIB en 2020. En su decisión el CCRF respaldó la activación de la cláusula de gasto contracíclico, lo que permite un margen de déficit adicional por 2,4% del PIB. Pero el escenario base contempla un límite inferior que supera al autorizado (6,7% del PIB). Esto se debe a que la reducción de los ingresos corrientes y el aumento del gasto pueden ser mayores.
4. Exportaciones
La recesión en la que están inmersos nuestros principales socios comerciales y el descenso en los precios de las materias primas, conducirán a una reducción en el valor de las exportaciones de alrededor el 25% en 2020. El impacto más significativo se producirá en el grupo de las exportaciones tradicionales, como resultado del deterioro en las cotizaciones internacionales y los menores volúmenes producidos de petróleo y carbón.
5. Importaciones
Para las compras al exterior, durante este año se prevé una caída que oscilaría entre 25% y 36%. Tal ajuste sería el resultado del deterioro en el ingreso de empresas y hogares, así como en la sustitución de bienes importados por locales ante la depreciación del peso. Los bienes de consumo final de mayor valor, tales como vehículos y electrodomésticos, así como los de capital, serían los rubros más afectados.
5. Balanza comercial
Debido a que la reducción prevista en las importaciones superará a la de las ventas al exterior, el resultado será una corrección apreciable en el déficit comercial colombiano, entre US$1.900 millones y US$6.100 millones este año.
7. Remesas
Los flujos de remesas de connacionales que laboran en otros países se convirtieron hasta principios de este año en una fuente alternativa de ingreso importante para muchas familias colombianas. Sin embargo, esta tendencia llegó a su fin de manera abrupta por cuenta del deterioro del mercado laboral en EU y España, que afectaría de forma más intensa a los migrantes dedicados a actividades de servicios y construcción. Por lo tanto, se prevé una caída de entre 1,9% y 12,7% en estos flujos para 2020.
8. Tasa de cambio
Por efecto de los fuertes choques externos, la tasa de cambio se ha incrementado en un poco más de $600 desde inicios de año a la fecha. En el punto más álgido en marzo se alcanzó una cotización de $4.230, el nivel más alto de la historia. Se estima que tendrá en 2020 una cotización promedio entre $3.910 y $4.030. Esto implicaría una devaluación nominal entre 19% y 23%. Este escenario es consecuente con la reducción en los términos de intercambio, así como con un descenso en los flujos de capitales a las economías emergentes. • En el corto plazo, la oferta de dólares continuará proviniendo principalmente del GNC. De hecho, a abril las monetizaciones de la Dirección del Tesoro Nacional ascendieron a más de US$1.600 millones.
9. Inflación
Las medidas para enfrentar el avance del Covid-19 ya han condicionado la evolución de los precios finales a los consumidores. Las presiones bajistas se han impuesto, y ese seguirá siendo el caso en los próximos meses. Así las cosas, la inflación de 12 meses descendió a 3,51% en abril, gracias a que el incremento en alimentos (6,53%) fue contenido por la desaceleración de la inflación básica (2,54%). Es posible que la inflación se descolgará hacia un rango de entre 1,3% a 1,8% al cierre de 2020, esto por la caída del ingreso nacional y la demanda interna.
10. Política monetaria
La respuesta del Banco de la República a la crisis se ha se ha centrado en robustecer la provisión de liquidez de pesos y dólares a la economía a través de múltiples mecanismos, tanto convencionales como no convencionales. Esto se ha complementado con dos recortes de 50 puntos en la tasa de referencia de hasta 3,25%. Dada la magnitud de la caída en la actividad productiva y ante la tendencia de marcada desaceleración en la inflación, creemos que la Junta del Emisor continuará reduciendo la tasa de intervención a un ritmo similar al de sus últimas dos decisiones, hasta llevarla a un rango entre 1% y 1,25% al finalizar este año.