El optimismo del exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, ha sido fundamental por estos días. Mientras el país discute y se encuentra en la incertidumbre de cuándo llegará el pico de la pandemia, el también expresidente de Ecopetrol, muestra el camino que se puede seguir tras la crisis. Es más, señaló a EL NUEVO SIGLO que se puede aprovechar la dificultad para salir de varios problemas que tiene el país. “La crisis plantea muchos desafíos en tres frentes: resolver el tema de salud, resolver que las familias no aguanten hambre y resolver el tema de que las empresas no se quiebren; esos son los tres temas fundamentales”.
Sobre las lecciones que le deja a Colombia la actual crisis, el exministro dijo que “yo no creo que el país esté tan mal; estaba creciendo, era uno de los países que crecía en América Latina, la gente tenía una perspectiva interesante y llega una crisis donde la gente se tiene que guardar en la casa; es una cosa totalmente inédita y es una crisis en la que hemos desempolvado el arsenal de medidas de hace 90 años de Keynes, yo no soy keynesiano pero esto es una crisis tan rara que hay que salir gastando, normalmente en las crisis uno tiene que salir ahorrando, esta es una crisis rara en la que hay que salir gastando, entonces hay que endeudarse y gastar”.
¿Acuerdos?
Respecto a lo que varios sectores han planteado, en cuanto a propiciar acuerdos para reactivar la economía, Echeverry es contundente: “yo no creo mucho en eso de los acuerdos, creo que el Gobierno tiene responsabilidades, creo que el Gobierno tiene que ejercer el liderazgo y ese liderazgo se ejerce diciendo qué hay que hacer y convocándolos a todos a que lo hagan. El Gobierno no tiene que acordar nada, él tiene que liderar y decir qué hay que hacer y en qué le podemos colaborar”.
Precisamente sobre esas tareas, el expresidente de Ecopetrol, dice que una de las tareas es cuidar al personal de la salud, “dándoles unos bonos trimestrales que les representen el esfuerzo que hoy están haciendo. Otro frente obvio me parece que anticipemos la necesidad de cuidar al menos 5 millones de empleos y eso quiere decir que hay que facilitar que se creen y se recreen las empresas que se destruyeron, que se recreen los restaurantes, que se recreen los hoteles. Entonces hay que facilitarles que hagan no más de dos trámites para crear empresa y permítales unas condiciones de reducción de tasas, de tarifas, de aportes parafiscales durante 3 o 4 años de manera que les sea barato crearse o reinventarse a esas empresas y a los sectores que más han sufrido, entonces, facilítele la vía a los que más han sufrido”.
De este concepto sale a la palestra la renta básica universal que hoy todos proponen. Sin embargo, Juan Carlos Echeverry es irónico. “Lo de universal es una tontería porque que me den a mí una renta básica o a usted una renta básica es una tontería, cómo le pueden dar a Juan Pablo Echeverry una renta básica, o sea no puede ser universal, o a Luis Carlos Sarmiento Angulo, o al presidente Duque, no puede ser que por ser colombiano usted tenga el derecho a una renta básica. Hay unos que simplemente somos aportantes y otros colombianos que la necesitan”.
Los subsidios
Efectivamente, el exministro apunta a que “ahí están los subsidios, pues claro y hay subsidios de todo, hay subsidios de transporte, hay subsidios de servicios públicos y hay giros que se llaman “Familias en Acción”, giros a las familias, en el acuerdo de la paz se le dio unos giros a unos señores que estaban echando bala y ahora en el Covid-19 hay giros a 3 millones de familias por solidaridad, entonces eso ya existe y no puede ser universal, tiene que ser focalizada en las personas que lo necesitan. Entonces yo no estoy de acuerdo con el tema universal porque es una tontería darle al jefe, al Presidente de EL NUEVO SIGLO darle una renta básica, imagínese quién aguantaría eso, se cae el presidente Duque”.
Respecto a la situación de las finanzas y del déficit fiscal, el expresidente de Ecopetrol, indica “me preocupa y no me preocupa, porque en este momento como hace 100 años en la época de hace 90 años que Keynes escribió la teoría general pues la economía se está desplomando y lo más importante no es el déficit fiscal sino el hambre de la gente, el hambre de 6 o 7 millones de familias y que se van a quebrar muchas empresas o que se van a ver ilíquidas, ojala no disolventes y van a dejar de facturar, de emplear y además dejar de pagar impuestos, entonces sobre estos periodos hay que aumentar el déficit hasta donde sea necesario, aumentar la deuda y ayudarle a esas familias y empresas para que no se queden, porque esas son los que nos van a sacar al otro lado una vez pase el Covid-19, en este momento el problema no es ni la deuda fiscal ni el déficit fiscal, en este momento es el hambre de la gente y la quiebra de las empresas”.
Las reformas
Sobre sus preferencias de reformas, el exministro Echeverry es una persona práctica y lo manifiesta. “Como dice el Eclesiastés, que es uno de los libros más importantes de la biblia, “hay tiempo para sembrar y hay tiempo para cosechar”, hay tiempo para gastar que es este, y tiempo para tributar que es después”.
En este aspecto cualquiera podría pensar que dentro de las reformas pendientes, el exministro tiene en primer lugar la tributaria, la laboral o la pensional, pero no. Su reforma primordial es la de la justicia: “yo creo que curiosamente lo más importante es la justicia, un país que tiene un imperio de la ley tan débil como el de Colombia, y yo ahí dejaría de hacer el énfasis de que son reformas, reformas, reformas; las reformas son importantes pero más importante es que la administración y la gerencia de los sistemas funcione bien; podemos reformar algo y que esa reforma no tenga eficacia, hay que sumarle eficacia al sistema actual y luego moverlo adonde hay un mejor sistema, entonces tiene que ser una mezcla entre reforma y gerencia o reforma y eficacia”.
Ante esta real situación, el exministro insiste en su fórmula. “La justicia es lo más importante porque en todos los sectores, el problema de la corrupción, el problema de ilegalidad, el problema de informalidad, el problema de falta de tributos, etc., convergen en un mismo punto y es una justicia débil, entonces si no arreglamos el tema de la justicia podemos hacer muchas reformas en otros sectores que no tienen eficacia, en el tema de la justicia incluyo la ética y la integridad, tenemos que tener un Estado que trabaje ética e íntegramente de manera que lo que se recauda se gaste bien y con eficacia, entonces yo empezaría con la justicia”.