Con una inversión cercana a los $3,2 billones, 500 empresas en Colombia se destacan por desarrollar programas de responsabilidad social. Así lo destaca la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), a través de la Fundación ANDI, que presentó el informe “Panorama de la gestión social de 500 empresas en Colombia 2019”.
Este documento recopila los resultados de la tercera edición de la Encuesta de Arquitectura Social Estratégica que se realizó en alianza con Cifras & Conceptos, y que contó con la participación de 501 grandes y medianas empresas afiliadas. Los resultados obtenidos dejaron ver que al cierre de 2019, la inversión social de las empresas ascendió a $3,19 billones, y que 53% de ellas manifestó haber aumentado su presupuesto para este rubro respecto al año anterior.
La gestión
La Encuesta de Arquitectura Social Estratégica permitió conocer el estado de la inversión social privada en Colombia; identificar las fortalezas y debilidades de las estrategias sociales; reconocer los retos y las oportunidades que tiene la ANDI en su objetivo de fortalecer la gestión de las empresas en el país; y finalmente, comparar los resultados objetivos este año con las dos mediciones hechas en 2015 y 2017.
“Desde la ANDI y su Fundación queremos compartir el resultado de este ejercicio, para que, de una forma coherente con las necesidades del sector privado, y entendiendo la diversidad, las dificultades y las oportunidades que se presentan, podamos aportar y fortalecer la gestión social de las empresas que tienen la capacidad de transformar a Colombia”, aseguró Bruce Mac Master, Presidente de la ANDI.
La Encuesta evidenció que, del total de empresas encuestadas, 63% asegura que su estrategia social está alineada con la operación del negocio y 78% desarrolla proyectos en su zona de influencia. Respecto a la forma de abordar los temas sociales de las empresas, 86% dijo que lo hace a través de programas dirigidos a los empleados y/o sus familias (76% para 2017); 76% mediante estrategias de responsabilidad social (77% en 2017); 61% a través de filantropía (64% para 2017); 43% emplea el voluntariado (35% en 2017); y 23% con nuevos negocios de alto impacto (36% para 2017).
Atención a grupos
El informe presentado por la Fundación ANDI también permitió conocer que las empresas han brindado especial atención a grupos como: población en situación de pobreza y pobreza extrema (52%); empleados y familia de empleados (45%); niños, niñas y adolescentes de 6 a 17 años (39%); primera infancia de 0 a 5 años (20%); adulto mayor (18%); jóvenes de 18 a 25 años (17%); población víctima de la violencia (17%); mujeres (16%); personas en condición de discapacidad (11%); grupos étnicos (7%); personas en ruta de reincorporación (5%); fuerza pública retirada (2%), y otros (9%).
En cuanto a la inclusión de población vulnerable, 40% de las empresas encuestadas aseguró que tiene acciones para adherir a estos grupos en la operación del negocio, siendo el empleo la principal forma de vinculación (91%), seguido por su inclusión como proveedores de la cadena de valor (22%), y las compras operativas a emprendimientos de población vulnerable (15%). Estas acciones se dirigen especialmente a personas en condición de discapacidad (64%); población en situación de pobreza y pobreza extrema (33%); personas víctimas del conflicto armado (24%); grupos étnicos (12%); personas en ruta de reincorporación (8,5%); fuerza pública retirada (2%) y otras (6%).
Donaciones
De otra parte, las donaciones como manera de abordar los temas sociales desde las empresas continúan disminuyendo, lo que refleja la intención por parte de las empresas de elegir realizar inversiones que generen valor en su gestión con el entorno.
En su lugar, el voluntariado corporativo y los programas dirigidos a los empleados y/o sus familiares muestran una tendencia creciente. En el caso de las empresas que hacen voluntariado (43%), manifiestan que las actividades contribuyen a sus prioridades estratégicas como la reputación (78%), el sentido de pertenencia (68%) y el clima laboral (48%).
Frente a los programas dirigidos a los empleados y familiares (86%), las capacitaciones lideran y crecen frente a otras áreas de acción. Una de las principales motivaciones para desarrollar acciones sociales sigue siendo la atracción, motivación y retención de talento humano (29%), y hacia el futuro las empresas reafirman la competitividad como la principal motivación para avanzar en mejores prácticas de inversión social (50%) y en segundo lugar, los requerimientos de los consumidores (34%).