Los planes de inversión en infraestructura que fueron aprobados para Bogotá y Medellín incentivarán, si se ejecutan de acuerdo con los tiempos estipulados, la recuperación económica en la segunda mitad de 2020 y en 2021.
Así lo señala la calificadora Moody’s, al revisar los planes de las obras en las dos ciudades. Si bien, Bogotá y Medellín registrarán déficits financieros en 2020 y 2021 debido a un mayor gasto y una menor recaudación de impuestos, ambas ciudades se benefician de una fuerte liquidez y de niveles moderados de deuda, que respaldan sus perfiles crediticios.
Al respecto, sostiene la firma que “la contracción económica en 2020 afectará negativamente los ingresos por impuestos y las transferencias del Gobierno. Esperamos una contracción de la economía colombiana del 5,5% en 2020, seguida de una recuperación del 4,2% en 2021. Bogotá y Medellín son las ciudades y los centros económicos más importantes de Colombia y, si bien tienen economías diversificadas, la industria y el comercio representan más del 50% del PIB y generan impuestos que ascienden al 42% de la recaudación total de estos”.
Ingresos
Indica el reporte, que “debido a la contracción económica, proyectamos que Bogotá y Medellín registrarán disminuciones en los ingresos por impuestos de 10% - 16% en 2020, lo que representa una caída en los ingresos totales de 5% - 10%. Una fuerte liquidez y niveles moderados de deuda ayudan a mitigar el incremento del gasto y la menor recaudación de ingresos”.
Sin embargo, Moody’s indica que “el aumento de los gastos de capital y una menor recaudación de impuestos generarán déficits financieros en Bogotá y Medellín de 2% - 22% en los ingresos totales en 2020 y 2021. Sin embargo, ambos gobiernos se benefician de una sólida posición de liquidez histórica y de niveles moderados de deuda”.
A diciembre de 2019, la deuda de Bogotá era equivalente al 16,6% de los ingresos totales, mientras que la de Medellín era del 34,2%. “Esperamos un aumento a niveles aún moderados de la deuda en 2021 a 31,7% en el caso de Bogotá, y de 33,4% en el caso de Medellín. Si bien, el impacto en sus indicadores financieros dependerá de la gravedad de la recesión y de la velocidad de la recuperación económica en 2021, estas fortalezas crediticias les permitirán absorber los efectos negativos del coronavirus en 2020”, sostiene el informe.
Asimismo, la calificadora sostiene que “Bogotá y Medellín aprobaron recientemente sus planes de inversión, que tienen como objetivo impulsar sus economías locales en la segunda mitad de 2020 y en 2021. Bogotá prevé gastar hasta $53 billones en 2020-23, mientras que Medellín $22 billones. Los planes incluyen líneas de metro y proyectos relacionados con la salud, cultura y movilidad”.
Oportunidad
Ante estas expectativas, la firma calificadora sostiene que “si los planes de infraestructura se ejecutan de manera eficaz y oportuna, ambos gobiernos podrían revertir la tendencia de incremento de desempleo e incentivar los sectores relacionados directa e indirectamente con la construcción de estos proyectos. Esto dará apoyo al consumo y la recuperación económica, lo que podría dar lugar a un incremento de la recaudación de impuestos de 5% - 10% en 2021”.
En cuanto a las proyecciones, Moody’s expone que “proyectamos que Bogotá y Medellín registrarán pérdidas en los ingresos por impuestos de 10% - 16% en 2020, lo que representa una caída en las entradas totales de 5% - 10%, como resultado de la contracción económica a causa de la pandemia del coronavirus”.
Para abril de 2020, la recaudación de impuestos locales de Bogotá ya había disminuido un 41% con respecto al año anterior, mientras que la caída en la recaudación de Medellín fue de 12%. Una mayor disminución de la recaudación de impuestos de Bogotá sugiere una contracción económica más alta que la de Medellín. Estas disminuciones reflejan tanto la contracción económica de Colombia, así como las medidas para diferir el pago de impuestos.
Respecto a las transacciones del Gobierno a estas ciudades, la firma indica que “en 2019, estas transferencias representaron el 17% de los ingresos totales para Bogotá y el 18% para Medellín. Sin embargo, se espera un menor crecimiento en los próximos años”.