Inamovible de $1 millón para el mínimo propiciaría decreto del Gobierno | El Nuevo Siglo
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Jueves, 26 de Diciembre de 2019
Redacción Economía

Esta semana quedaría listo independientemente de si se logra mediante acuerdo o por decisión unilateral del Ejecutivo. $20.337 separan a las partes

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Ya sea mediante acuerdo o por decreto del Gobierno, el salario mínimo quedaría definido esta semana. Aunque la Mesa de Concertación Laboral y Salarial no se volverá a reunir, tanto empresarios como trabajadores han continuado con deliberaciones de manera informal.

Sin embargo, las dos partes ni el Gobierno parece que llegarán a un acuerdo final. Una de las propuestas provino de la ministra de Trabajo, Alicia Arango, quien manifestó que el Ejecutivo presentaba un incremento de 5,2%. Mientras tanto, los empresarios aumentaron su cifra del 5% al 5,88%, que representaría un alza del salario pleno (incluyendo el subsidio de transporte) de $54.362. Así, el ingreso mensual de unos 2 millones de trabajadores llegaría a $978.000 mensuales.

Según la ministra Arango, “es de interés de los empleadores que los trabajadores obtengan un mayor poder adquisitivo y, de igual forma, mantener en el país un equilibro general que permita el crecimiento de la economía, la incorporación de mano de obra al torrente de la economía formal, sin afectar, por otro lado, el índice de precios, el empleo y la inversión”.

Pero no obstante la propuesta de los empresarios, sindicatos aseguran que su propuesta de que el mínimo llegue a $1 millón es inamovible.

La distancia

El presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT), Julio Roberto Gómez, dijo que “nosotros tenemos un acuerdo unitario con centrales obreras, nos trazamos a $1 millón y ese 5,88% aún nos mantiene una distancia de $20.377, de tal manera que consideramos que, al no haber un acuerdo, ya dejamos en manos del Presidente la decisión en torno a expedir el decreto”.

Señaló que “si el presidente Iván Duque firma la norma, llegando a un salario de $1 millón, con mucho gusto las centrales lo acompañaremos”.

En su concepto, esta cifra “no se trata de un capricho o imposición, porque la solicitud se hizo con los pies puestos en la tierra, hechos todos los análisis y concluyendo en que no le sucederá nada a la economía con este aumento del salario”.

Por su parte, Fabio Arias, de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), aseguró que el "balón está en manos del Gobierno". El dirigente sindical opinó que "no ve más opciones", que la de que el Gobierno lo defina por decreto, aunque hay posibilidades de celebrar reuniones bilaterales.

Más empleo

Por su parte el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, señaló que la propuesta unificada de incremento del salario mínimo para 2020 presentada por las centrales obreras de 8,1%, podría afectar la generación de empleo en el país. Reconoció que aunque este incremento también aumenta los costos para los empresarios, hay buen ambiente de negociación. “Creemos que estamos en una cifra no muy lejana de concertación; las centrales obreras deben bajarse un poco y nosotros lo contrario”, dijo.

Cabal destacó de la negociación que “lo más valioso es que por primera vez llegaron con una propuesta unificada, lo que hará posible la concertación. Nuestra intención es que haya una concertación como sucedió el año pasado”.

El empresario insistió que “un 8,1% de incremento sí generaría presión inflacionaria, pues actualmente los $828 mil del salario mínimo significan $1 millón 350 mil para los empresarios y $1 millón representaría realmente $1 millón 700 mil, lo que empezaría a traer efectos en la competitividad”.

Costos laborales

El Presidente de Fenalco dijo que “cuando se crecen mucho los salarios, el costo laboral hace que no se puedan generar nuevos empleos. Sin embargo, estamos dispuestos a ceder en nuestra propuesta”.

De la misma forma insistió que “6% es lo que subió el salario el año pasado y eso frena la generación de empleo. Creo que debemos llegar a un consenso intermedio”.

Asimismo indicó que “organizar una manifestación en medio de las negociaciones del salario mínimo, es una presión indebida por parte de las centrales obreras”.

Por su parte, el Centro de Estudios de Trabajo (Cedetrabajo) apuntó que los $33.221 que separan a los empresarios y trabajadores de un acuerdo, significan $398.600 al año, una suma significativa para quienes devengan solo un mínimo. De la misma manera, esa corporación señaló que no se han evidenciado impactos inflacionarios con el aumento del salario mínimo por encima de la inflación, como lo afirman los empresarios.

En las últimas reuniones, el Gobierno propuso el incremento del 5,2%. Sin embargo Arango dijo que de todos modos el plazo para llegar a una concertación vence el 30 de diciembre. Si esto no se cumple, el Gobierno decretará el incremento.

Aun así la Ministra resaltó que el panorama es optimista y considera la posibilidad de llegar a un acuerdo entre las partes antes de que se acabe el año.

La voluntad

“Los empresarios tienen voluntad de negociar, ya aumentaron su apuesta a 5,88%. Los trabajadores dicen que los puntos son inamovibles, pero en una negociación no pueden existir los inamovibles porque la idea es llegar a un acuerdo”, aconsejó.

Sobre la propuesta de los trabajadores, la ministra Arango dijo que “la cifra es una cifra inalcanzable porque es el doble de la inflación, lo que generaría un desequilibrio en el mercado laboral”.

Históricamente han sido pocas las ocasiones en las que se ha podido llegar a un acuerdo. Sin embargo, el año pasado se concretó un aumento del 6%. Según Édgar Jiménez, analista y profesor de finanzas de la universidad Jorge Tadeo Lozano, esto se debe a que las posturas entre trabajadores y empresarios son contrarias, pues, según él, los trabajadores piden un aumento alto argumentando que entre mayores ingresos tengan los empleados, se generan mayor consumo, y en cambio, los gremios sostienen que a menor aumento los indicadores aumentan y así se genera mayor empleo.

Las negociaciones

Para los analistas las negociaciones del salario mínimo durante este año han sido diferentes debido a la actual situación social del país, con paros y manifestaciones, y de los proyectos tributarios que se tramitan en el Congreso.

“Nunca como ahora han coincidido todos los hechos que pueden convertirse en un problema. La coyuntura de incertidumbre social está presionando a unos y otros, pero sobre todo al Gobierno para que sea más blando en las negociaciones y decida un mayor incremento salarial”, sostiene el experto Ricardo Morales.

Esta visión coincide con lo que piensan los empresarios y con lo que ya declaró el Presidente de Fenalco. Y eso precisamente es lo que lleva a incluir en la negociación temas distintos al incremento salarial, el cual es el tema concreto de la mesa.

Según fuentes allegadas al proceso, las dificultades para que se logre un acuerdo, están en los cuatro puntos adicionales que plantearon las centrales obreras en las últimas horas, varios de los cuales, se salen del contexto y alcance del tema del incremento, que es el que convoca en la actualidad a la mesa de concertación.