Uno de los principales retos para enfrentar el desempleo en el país es generar más oportunidades para los jóvenes, como lo señala una encuesta dirigida a los menores de 28 años para ingresar al mundo laboral.
Mientras el índice de desempleo total es del 10,5% en el país, la desocupación entre los jóvenes llegó al 18% en diciembre del 2019.
Según el EFY 2019 elaborado por la empresa Firstjob en conjunto con el grupo Adecco, el 80% de los jóvenes no consiguen su primer trabajo en la misma empresa donde realizaron sus prácticas profesionales.
De acuerdo con el DANE, el porcentaje de ocupación laboral de la población menor de 28 años en el último trimestre de 2019 fue 57,1%, mientras que en el mismo periodo de 2018 esta tasa se ubicó en 58,3%.
Perspectivas
Son diversas las perspectivas desde la cuales el tema se puede abordar. Primero, es importante derribar ciertos mitos que existen alrededor de la población joven. Uno de ellos relacionado con que a los jóvenes no les gusta trabajar. Jorge Macías, Gerente Nacional de Ventas de la multinacional de gestión del talento humano Adecco, comenta, “la realidad es que los jóvenes (millenials y centennials) son muy buenos trabajadores, de hecho, son muy eficientes debido a la facilidad que tienen para utilizar la tecnología a su favor”.
Asimismo el EFY identificó además, que una de las razones por la que los jóvenes se irían a otra empresa es, en un 15%, por la búsqueda de estabilidad laboral.
El origen del mito quizás sea que, estas nuevas generaciones a diferencia de las anteriores, le dan mucha más prioridad a un balance entre su vida laboral y su vida personal, ese es el reto que tienen las empresas: ofrecerles beneficios que garanticen un equilibrio en este sentido. De forma tal que, uno de los factores con los que los jóvenes evalúan sus empresas es por la calidad de vida y los beneficios que les otorgan, 12% y 11% respectivamente.
Nuevos profesionales
Por otra parte, es importante que los jóvenes consideren varios factores que deben tener en cuenta a la hora de buscar su primera experiencia profesional, la mayoría de los nuevos profesionales se enfocan principalmente en los beneficios que les puedan ofrecer, el salario resulta una prioridad. Sin embargo, el primer trabajo es un primer paso muy importante para lo que será el futuro laboral, por lo que también se recomienda analizar los pros y contras de su próximo empleador, la proyección laboral que el cargo ofrece, los retos y responsabilidades que permitan adquirir habilidades y experiencia futura, además de, por qué no, rodearse de personas que profesionalmente son modelos a seguir y de seguro, tienen mucho que enseñar.
Finalmente, es importante que las empresas identifiquen oportunidades para potenciar el talento joven y aprovechar no sólo las competencias cognitivas de los jóvenes trabajadores, sino su capacidad de innovación, su amplio dominio de herramientas tecnológicas y su rápida capacidad de aprendizaje. Este es el reto para que las empresas muestren la empleabilidad como un camino tan válido como el emprendimiento e incluso, puedan incorporar la innovación y el emprendimiento a los entornos laborales.
“Una de las iniciativas clave que tenemos en Adecco es que el talento emprendedor no puede reducirse a una calidad innata encontrada en fundadores y líderes de negocios exitosos (startups). Por el contrario, puede considerarse como un aporte para el crecimiento, la innovación y la creación de empleo que puede medirse y fomentarse en las empresas. Hay condiciones bajo las cuales el talento emprendedor puede prosperar y ser estimulado. Hay otras en virtud de las cuales será sofocado, para permanecer como un recurso sin explotar o desperdiciado en las organizaciones”, concluyó Macías.