Una clase media en crecimiento y cada vez con más capacidad de gasto y de inversión; un ambiente de innovación en el cual las personas están generando modelos de negocios diferentes a los tradicionales, y un nivel profesional cada vez más consolidado con talento dispuesto a quedarse en el país, son atributos que algunos socios de las firmas de abogados más importantes de Colombia, han resaltado como las razones por las cuales la ciudad de Bogotá se ha consolidado como uno de los epicentros de inversión extranjera (IE) en América Latina.
No obstante, la falta de infraestructura y los costos que la misma implica, así como los cambios constantes en las reglas del juego que hacen tambalear la seguridad jurídica, son las falencias de Bogotá y del país, que más hacen desertar a los potenciales inversionistas extranjeros, a migrar a otros destinos.
Al cierre del 2019 la inversión extranjera que llegó a la capital fue de alrededor de los US$3.000 millones, de los cuales US$600 millones llegaron apoyados por la agencia de promoción de inversión, Invest in Bogota.
Estos recursos estuvieron representados en 48 proyectos, el número más alto para un año calendario desde que la agencia inició sus operaciones en 2006. Pero, ¿cómo hacer para aumentar esta cifra? ¿Cómo hacer para que a Bogotá siga llegando capital extranjero y se siga consolidando empresa?
En el marco del lanzamiento de la Guía de inversión, la cual ayudará a generar confianza en la toma de decisiones de inversión de todos aquellos potenciales inversionistas extranjeros, para que sea aquí en donde se consoliden nuevas empresas, se traigan nuevos capitales y se genere empleo y por consiguiente bienestar, EL NUEVO SIGLO dialogó con varios de los abogados de algunas de las firmas más importantes del país, sobre lo mejor y lo peor que tiene Bogotá, a los ojos de un inversionista que viene de afuera.
Una clase media con capacidad de gasto
Por ejemplo, para Mauricio Jaramillo, socio de la firma de abogados Gómez Pinzón, Bogotá tiene una característica clave, que es el crecimiento de la clase media.
“Hay una capacidad de compra, de inversión y de gasto bastante grande y que además se está incrementando. Eso hace de Bogotá un atractivo gigantesco para inversionistas y para nuevos empresarios que vienen a montar negocios acá, porque hay mucha capacidad de inversión y de gasto. La clase media está presentando un crecimiento bastante importante”.
El talento humano
Además de resaltar el tamaño de la economía bogotana, su atracción turística, su crecimiento económico y la ubicación estratégica, varias de las personas consultadas por EL NUEVO SIGLO coincidieron en que el talento humano es el factor que ha posicionado a Bogotá por encima de otras ciudades con altos volúmenes de inversión extranjera como Ciudad de México, Lima y Santiago de Chile.
“Yo creo que uno de los temas más importantes que tiene la ciudad es el talento humano. Ahí vemos que hay una diferencia muy fuerte con relación a otros países y ciudades de América Latina. Aquí tenemos más de 120 entidades de educación superior, en donde al año se gradual 160.000 personas desde posgrados, doctorados, técnicos y tecnólogos, y este es solo uno de los grandes activos y propuesta de valor de la ciudad para poder atraer inversión extranjera”, le dijo a este diario el director ejecutivo de Invest in Bogota, Juan Gabriel Pérez.
En esto coincidió la abogada de la firma de abogados, Gómez Pinzón, Juanita Pérez, quien señaló que el mayor atributo que tiene en este momento la ciudad para la IE, es el ambiente de innovación que hay, que pulula en todos los sectores y entornos ciudadanos.
“Toda la gente está hablando de innovar, de crear nuevas cosas, de cómo hacer nuevos modelos de negocio; de cómo hacer irrupción a lo que es tradicional y empezar a generar modelos diferentes a los tradicionales. Ese es el elemento que más llama la atención para aquellos que quieren venir a invertir, porque van a encontrar mentes abiertas y dispuestas, como se dice popularmente, a romperla”.
Así mismo, para Carlos Mario Sandoval, Socio del área de People Adviser y Services para Colombia y México de Ernest & Young, “yo pondría, en primer lugar el talento y la capacidad de muy buenos profesionales y de muy bien nivel, que han hecho que Colombia y Bogotá esté pasando de ser un país solamente exportador de capital humano, a que se queden realmente las personas que están haciendo y generando cambios”.
Barreras para las nuevas empresas
De acuerdo con Juanita Pérez, aunque no hay un no rotundo o completamente negativo de la ciudad, Bogotá y el país deben mejorar en cuanto a las barreras para el establecimiento de nuevas empresas.
“A veces hay dificultades con algunos temas de trámites porque hay muchas cosas que hacer, y hay que tratar de facilitarle mucho más las cosas a quien quiera invertir. Hay que abrir canales para que ese establecimiento acá no sea tan traumático y no genere tantos trámites y carga administrativa, sin decir que no se haga”.
En este aspecto coincidió el socio de E&Y, quien dijo que, aunque Bogotá tiene demasiadas ventajas frente a muchas otras capitales del mundo, tal vez el único pero que le encontraría, no tiene que ver específicamente con Bogotá, sino con el gobierno central.
El pero “es la forma como el Congreso cambia frecuentemente las reglas de juego de seguridad para el inversionista extranjero. Hemos visto inversionistas extranjeros han llevado sus capitales de regreso o las han migrado a otros países precisamente por eso. Pero no depende de Bogotá”.
Infraestructura
Finalmente, para Mauricio Jaramillo, Bogotá tiene un problema muy grande de infraestructura logístico y de movilidad, en la medida en la que entrar y sacar productos de la capital es muy difícil logísticamente hablando, tanto como la movilidad al interior de la ciudad.
“Yo creo que ese es el gran reto para el nuevo y para los próximos gobiernos de Bogotá: trabajar el tema de la infraestructura física de la ciudad. Es que, si tú tienes que traer un producto desde Hong Kong, te cuesta más traerlo de Barranquilla a Bogotá, que de Hong Kong a Barranquilla. Y esto es real. Poner un producto en Bogotá cuesta mucha plata porque además de que la infraestructura es muy mala, Bogotá está en todo el centro del país”, precisó el abogado, quien añadió que Colombia hace 100 años desarrolló la infraestructura que necesitaba.
“Hace 100 años Colombia comenzó a desarrollar la infraestructura que se necesitaba y en ese transcurso de un siglo, esa infraestructura se perdió, así como la navegabilidad del Magdalena y nos quedamos amarrados a transportar y a subir todo a Bogotá con camiones y por vías que no existen”, finalizó diciendo.