La firma calificadora Fitch Ratings ratificó la nota a Colombia de 'BBB-' con perspectiva negativa. Señala la entidad que esta calificación “refleja el largo historial del gobierno de políticas macroeconómicas conservadoras que han apuntalado la estabilidad macroeconómica y financiera. Sus calificaciones están limitadas por una alta dependencia de los productos básicos, métricas externas más débiles en comparación con sus pares, una carga de deuda pública en aumento y debilidades estructurales en términos de un PIB per cápita más bajo e indicadores de gobernanza más débiles en comparación con sus pares”.
Sostiene la firma que “la perspectiva negativa refleja los riesgos a la baja para las perspectivas de crecimiento económico y las incertidumbres sobre la capacidad de la respuesta de política del gobierno para recortar decisivamente los déficits y estabilizar y eventualmente reducir la deuda en los próximos años, luego del fuerte aumento de la carga de la deuda del gobierno general como resultado de la pandemia de coronavirus”.
Fitch pronostica que la economía se contraerá 6,9% en 2020 (en general en línea con la mediana actual de BBB de -6,7%), y que se recuperará un 4,9% en 2021 dados los severos bloqueos que afectaron negativamente la demanda interna.
Asimismo, proyecta un crecimiento de 3,8% en 2022, por encima del potencial de crecimiento estimado a mediano plazo de aproximadamente 3,0% como resultado de la gran brecha de producción que ha surgido. Sin embargo, las perspectivas de crecimiento para 2021 y a medio plazo son muy inciertas dado el aumento del desempleo, el posible cierre de varias empresas y la dinámica incierta de la pandemia.
Déficit fiscal
Asimismo, pronostica que “el déficit fiscal del gobierno central aumentará al 9,1% del PIB en 2020 debido a la fuerte caída de los ingresos y al mayor gasto para combatir la pandemia, así como a las medidas de reactivación económica. Se espera que el déficit disminuya gradualmente a 7.5% en 2021 y 4.9% en 2022. El gobierno suspendió su regla fiscal por dos años para combatir la pandemia y reactivar la economía con aumentos en el gasto en ambos años”.
Aunque Fitch espera que los ingresos aumenten en 2021 dado el repunte económico cíclico, los impuestos sobre la renta y los ingresos petroleros probablemente tendrán un rendimiento inferior a los objetivos presupuestarios dados los efectos retrasados de la actividad económica de 2020 y la caída de los precios del petróleo.
“Nuestro supuesto de referencia es que los ingresos fiscales aumentarán alrededor del 2% del PIB en 2022-2024 debido a la implementación de una reforma fiscal. Por el lado del gasto, esperamos que las medidas de gasto relacionadas con la pandemia disminuyan para 2022, así como algunos recortes en el gasto de capital. Sin embargo, los riesgos a la baja para las proyecciones fiscales de Fitch son importantes”.
Deuda
La calificadora espera que la deuda del gobierno general con respecto al PIB aumente a 60,3% al año 2020 (superando la mediana de BBB prevista de 52,7% del PIB) como resultado del gran déficit, la contracción económica y la depreciación del peso colombiano.
Se espera que la deuda/PIB aumente aún más durante los próximos dos años, aunque a un ritmo más gradual, estabilizándose en el 62,6% del PIB en 2022 y luego cayendo gradualmente. El interés del gobierno general por los ingresos también ha aumentado significativamente hasta cerca del 13,2% en 2020 desde el 10,8% en 2019.
La reducción del déficit presupuestario en 2022 dependerá de la capacidad del gobierno para aprobar medidas que mejoren los ingresos dadas las rigideces de gasto que imponen las transferencias regionales y otros gastos sociales no discrecionales. El gobierno y el consejo fiscal estiman que se requiere un 2% del PIB en medidas de ingresos adicionales en su Marco Fiscal de Mediano Plazo para comenzar a reducir la carga de la deuda del gobierno.
Indica Fitch que las reformas de las pensiones y del mercado laboral también podrían introducirse en 2021. La reforma laboral buscaría introducir flexibilidad en el rígido mercado laboral, como introducir trabajo por contrato y reducir los altos costos laborales para las empresas, lo que podría mejorar las perspectivas de crecimiento económico. La reforma de las pensiones buscaría mejorar las bajas tasas de cobertura y reemplazo del sistema, que han sido fuente de descontento social.