Debido a que el país hoy tiene plena movilidad y reactivación, la economía colombiana crecería 7,2% este año. Así lo estima Corficolombiana, al revisar los principales retos en torno a la recuperación económica para la región y para el país.
José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, mencionó en el foro 'La encrucijada de América Latina', que se ve que la campaña de vacunación "se ha vuelto el motor de la reactivación. La actividad económica alcanzó el nivel prepandemia en abril, antes del paro. Esperamos recuperar dicho nivel durante el último trimestre, para crecer 7,2% en 2021. En mayo y junio, a pesar de esa interrupción en el proceso de recuperación, seguimos esperando que en la medida en que la movilidad se ha recuperado, la campaña de vacunación sigue a un ritmo importante, y esperamos retomar ese nivel prepandemia a finales de año”, sostuvo el analista.
Sin embargo, alertó que este rebote en la actividad económica va a estar acompañado de un aumento en la inflación y de las tasas del Banco de la República. Sostuvo el experto que “los países que más han avanzado también han tenido el rebote más fuerte, y Colombia seguía esa tendencia general, pero incluso ha mostrado un crecimiento más acelerado, si bien acabó tarde la vacunación frente a otros países, pero está mostrando un ritmo más acelerado superando a países como México o Perú, pero por debajo de Chile o Uruguay".
López sostuvo que hay tres retos fundamentales para América Latina: la recuperación económica, el reto fiscal y la incertidumbre política.
Recuperación
“Estamos en un proceso de recuperación económica resiliente, acompañado por una campaña de vacunación que se ha acelerado poniéndonos en un buen lugar dentro de América Latina. Pero el mercado laboral desafortunadamente no se está recuperando al mismo ritmo y ese es el primer reto de esta coyuntura: lograr recuperar los niveles de empleo prepandemia”, indicó el economista.
Este rebote de la actividad económica estará acompañado de un aumento en la inflación y de las tasas del Banco de la República. Presiones inflacionarias como el aumento del precio de las materias primas y los costos de transporte, como los fletes marítimos, explican la expectativa de que la inflación siga en aumento. López señaló que esperan que la inflación cierre este año dentro del rango 3.8% y 4.2%.
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Finanzas
Por otro lado, la crisis económica asociada a la pandemia exacerbó el problema fiscal, generando un déficit fiscal inédito. El reto fiscal para los próximos años es inmenso. El analista sostuvo que “el próximo gobierno tendrá que hacer el ajuste fiscal más grande de la historia moderna del país, con una reducción de 2,3 puntos porcentuales en 2023 y superior a 4 puntos en todo el cuatrienio”. A pesar de este reto fiscal, añadió López, los inversionistas extranjeros siguen confiando en el país. Este año, entre enero y mayo, el monto de inversiones en títulos de deuda pública por parte de dichos inversionistas fue de $5,7 billones.
Para Eric Parrado Herrera, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo, y que también participó en el evento, los aspectos positivos de la economía global deberían ser aprovechados para la recuperación, tales como el crecimiento dinámico de los principales socios comerciales, el alza en los precios de las materias primas, el acceso a mercados de capitales internacionales, tasas de interés bajas y el aumento sostenido de remesas.
“Es vital centrarnos en un crecimiento sostenible para recuperar la confianza. A pesar de la situación, hay varias políticas que podrían implementarse para encontrar un ciclo virtuoso entre la mitigación, recuperación y acceso a la financiación”, agregó Parrado.
Durante el evento, Ben Ramsey, director ejecutivo del Equipo de Investigaciones Económicas para América Latina de J.P. Morgan, manifestó que la consolidación fiscal de Colombia va a tomar más tiempo que la de Chile y Perú.
Ramsey agregó que Colombia se está acercando a la senda de deuda de Brasil, lo cual se ha reflejado en las recientes rebajas de calificación soberana y que las primas de riesgo del país se han alejado de las de países como México y se acercan a los niveles de Brasil, cuya calificación es menor.