Estados Unidos, China y varios países de la eurozona se han visto golpeados por la inflación y por la guerra de Rusia en Ucrania, que ha afectado el suministro de gas en algunas naciones y ha hecho que el costo de los insumos agropecuarios afecte a todo el mundo, entre otros aspectos que preocupan en el crecimiento de la economía.
Estados Unidos
La economía más grande del mundo no se escapa de los efectos de la guerra de Rusia en Ucrania, del alto costo de vida y ahora teme una recesión. La inflación en Estados Unidos se disparó 1,3% en junio, impulsada por el aumento récord de los precios de la gasolina, el índice interanual alcanzó un máximo en más de cuatro décadas, según datos oficiales.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó 9,1% en los últimos 12 meses, el mayor incremento anualizado desde noviembre de 1981, frente a 8,6% del año cerrado en mayo, informó el Departamento de Trabajo.
Excluyendo estos precios, que aumentaron considerablemente desde el comienzo de la guerra en Ucrania, la llamada inflación subyacente también se aceleró, 0,6 % en un mes y 4,8 % en un año.
Mientras tanto la Reserva Federal estadounidense anunció esta semana la cuarta alza consecutiva de sus tasas de interés, en 0,75 puntos porcentuales, para llevarlas a 2,25-2,50%, y prevé continuar este movimiento ante una inflación "demasiado alta".
Biden, con índices de aprobación muy bajos, apoya a la FED en su batalla para sofocar la inflación, aunque insiste en que la economía estadounidense evitará una recesión.
Por su parte, el presidente de la FED, Jerome Powell, y otros han dejado claro que están dispuestos a arriesgarse a una recesión y que seguirán subiendo las tasas de interés hasta que vean evidencias claras de que la inflación se acerca de nuevo a la meta del 2%.
Ahora se debate si la definición "clásica" de recesión -dos trimestres consecutivos de caída del PIB- debe aplicarse en este caso a Estados Unidos, porque la tasa de desempleo, en particular, es muy baja, según la administración de Joe Biden y muchos economistas.
Se espera que la agresiva postura de la FED enfríe una inflación al rojo vivo que superó el 9% en el acumulado a junio, la más alta en más de 40 años, sin descarrilar la mayor economía del mundo.
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Alemania
De otra parte, el crecimiento de la economía alemana también se está viendo afectado, manteniéndose nulo en el segundo trimestre, empañado por la aceleración de la inflación a raíz de la guerra en Ucrania, que pesa sobre el poder adquisitivo y la actividad industrial.
Después de un aumento de 0,8% durante los tres primeros meses del año, la primera economía europea está en "un contexto económico mundial difícil, con la pandemia de covid-19, las cadenas de suministro interrumpidas, alzas de los precios y la guerra en Ucrania", explica el instituto federal de estadística, Destatis.
Por otra parte, la tasa de desempleo en Alemania aumentó en julio, por segundo mes consecutivo, debido al "registro de los refugiados ucranianos" en el mercado laboral, indicó el viernes la oficina de empleo en otro comunicado. El indicador alcanzó 5,4% en datos corregidos de efectos estacionales, 0,1 puntos más que en junio.
Definitivamente la guerra en Ucrania puso fin al fuerte repunte de la economía iniciado hace un año, después de la recesión histórica provocada por la pandemia en 2020.
Además, la inflación de los precios de la energía que provocó perjudica especialmente a la poderosa industria alemana. A ello se añade el impacto de la política de Pekín contra el covid-19, que generó confinamientos y cierres de fábricas en China, primer socio comercial de Alemania.
Unión Europea
De otra parte, la Comisión Europea rebajó de 2,7% a 2,6% su expectativa de crecimiento económico este año en la eurozona, y elevó de 6,1% a 7,6% su previsión de inflación anual, a raíz del fuerte impacto de la guerra en Ucrania.
En sus Previsiones Económicas del verano boreal, la Comisión recortó también las expectativas para 2023 -con una previsión de crecimiento de 1,4% y una inflación de 4%- y advirtió que la situación podría agravarse aún más en caso de interrupción de abastecimiento del gas ruso.
Por otra parte, la trayectoria de la inflación también es un factor de graves preocupaciones. De acuerdo con la agencia europea de estadísticas, Eurostat, la eurozona cerró el mes de junio con una inflación de 8,6%, un nivel que pulveriza todos los récords de su serie histórica.
Este escenario ha encendido las luces de alarma, ya que podría dejar a la Unión Europea estancada ante una mezcla explosiva de bajo crecimiento y elevada inflación.
En su último informe divulgado, la Comisión Europea también advirtió que la situación podría empeorar si Rusia corta el suministro de gas, ya que Europa sigue dependiendo en gran medida de los hidrocarburos rusos.
China
Asimismo, el gigante asiático también sufrió un fuerte frenazo en el segundo trimestre de 2022, al punto de registrar su peor desempeño desde 2020, a raíz de las restricciones sanitarias por el covid-19 y la crisis que afecta al sector inmobiliario.
La segunda economía más grande del mundo tuvo un crecimiento interanual de 0,4% entre abril y junio, tras haber registrado 4,8% en el primer trimestre, según cifras oficiales divulgadas el viernes por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Se trata de la cifra más baja desde el primer trimestre de 2020, cuando el covid-19 paralizó la actividad en China, provocando una caída de 6,8% del PIB.
La desaceleración se dio luego de que la ciudad más grande de China, Shanghái, estuviera confinada durante dos meses para contener un brote de covid-19, lo que afectó las cadenas de suministros y provocó el cierre de fábricas.
Previsiones
La economía mundial lleva meses bajo una tormenta que mina las expectativas de crecimiento, pero aún puede empeorar hasta caer a uno de los niveles más bajos en cinco décadas, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Si la letanía de peligros se materializa, entonces el crecimiento mundial podría caer al 2,0% en 2023.
Además, aunque "se espera" que la inflación vuelva a los niveles previos a la pandemia antes de finales de 2024, las presiones adicionales podrían hacer que la inflación se arraigue, alerta el FMI.
Entre otras cosas, al organismo le preocupa que los bancos centrales, en sus intentos por contrarrestar la inflación, vayan demasiado lejos. Si no eligen bien las tasas de interés, los bancos centrales se exponen a que la demanda caiga demasiado.
Por su parte la OCDE prevé un crecimiento del PIB mundial del 3% en 2022, un nivel mucho menor que la anterior previsión del 4,5% publicada el pasado diciembre.
La economía mundial está empeorando con la guerra en Ucrania y corre el riesgo de hundirse más, advirtió la OCDE en sus últimas estimaciones, que auguran un fuerte descenso del crecimiento global y un repunte de la inflación este año.
El organismo prevé que el coste de la guerra variará mucho según las regiones: se espera que la zona euro registre un crecimiento del 2,6%, frente a una previsión del 4,3% en diciembre, con Alemania cayendo al 1,9% y Francia al 2,4%.
España crecería un 4,1% este año y un 2,2% en 2023. Por su parte el Reino Unido resiste este año, con un esperado 3,6%, pero se estancaría completamente en el 0% en 2023, frente al 2,1% anterior.
Para América Latina, Brasil crecería 0,6%, en lugar del 1,4% previsto en diciembre. Por su parte México crecería un 1,9% este año, Argentina un 3,6% y Colombia un 6,1%.
En cuanto a la previsión de Estados Unidos, apunta a un crecimiento del 2,5% en 2022, frente al 3,7% previsto en diciembre, y China a un 4,4% (frente al 5,1%).