El embate de la divisa norteamericana en la economía colombiana completó tres años y nueve meses. Ese el periodo que lleva el dólar por encima de los $3.000 desde el 3 de octubre de 2018, cuando se cotizó en $3.005,50.
Desde ese momento la escalada de la moneda estadounidense ha sido continua, hasta lograr un incremento de $1.383 y al llegar este fin de semana a los $4.388,27.
A lo largo de ese recorrido la economía colombiana ha enfrentado varios desafíos, en los que logró tener un aumento en su Producto Interno Bruto así: 2,6% en 2018, 3,2% en 2019, -7,0% en 2020 y 10,6% en 2021. Hasta ahora, en lo que va transcurrido del 2022, el PIB parece que va en 10%, cuando en el primer trimestre logró 8,5%.
Mientras tanto, la inflación del país presentó el siguiente comportamiento anual en los últimos cuatro años: 3,18% en 2018, 3,80% en 2019, 1,61% en 2020 y 5,62% en 2021. En junio de este año la economía presentó una inflación de 9,57%, casi doblando la que registró en su totalidad el año pasado y triplica el rango de la meta promedio establecida por el Banco de la República de 3%.
Con estas cifras en la mano, los colombianos se preguntan ahora qué hacer con dólar caro, alta inflación y tasas de interés que están trepando sin freno este año. No en vano la elevada inflación hizo que el Banco de la República ajustara su política monetaria y decidiera las tasas de referencia a 7,5% en junio de este año.
Las alternativas
Con un dólar costoso, tanto el empresario como el ciudadano de a pie no dejan de pensar en qué alternativas se tienen para evitar que se incremente ese valor o por lo menos tener conocimiento de lo que está sucediendo.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que este fenómeno no solo afecta a Colombia (aunque la moneda nacional sí es una de las más devaluadas de la región), pues se trata de una apreciación de la divisa estadounidense en relación con otras monedas del mundo.
Jeisson Balaguera, gerente de Values AAA, comentó a EL NUEVO SIGLO que “el dólar ha venido subiendo básicamente porque hace unas semanas en Estados Unidos aumentaron las tasas de interés. En Colombia, el Banco de la República hizo lo mismo. Esto genera una escasez de dólar. Al haber escasez y mantenerse la demanda, el precio aumenta y por eso estamos viendo un dólar tan alto, que probablemente va a seguir creciendo”.
Por su parte el analista y académico Juan Camilo Santana señaló que la apreciación del dólar obedece al temor por una posible recesión en los Estados Unidos. Esta situación, que podría traducirse en un menor crecimiento de la economía norteamericana, fue justo una de las principales razones por las que dicho país decidió subir sus tasas de interés recientemente.
La situación en Estados Unidos “podría hacer que reaccione a la baja la demanda de bienes, especialmente de petróleo. Actualmente, hay una gran salida de dólares de países emergentes como Colombia, hacia países desarrollados, y al presentarse escasez, la divisa americana se valoriza”, precisó Santana.
El viejo dilema
Con estas razones en la mano, esta semana volvió a los mercados financieros el viejo dilema de dolarizar la economía, como ya lo han hecho otros países, incluso vecinos como Ecuador, Panamá y ahora Venezuela, que, aunque no lo ha hecho oficialmente, ya ha tomado la divisa norteamericana como la moneda de curso para poder sobreaguar con un bolívar que no vale nada.
A esta altura regresa la postura del profesor de la Universidad Johns Hopkins, Steve Hanke, quien se refirió al tema colombiano en la revista Forbes, e indicó que la acción que debería tomar Colombia es olvidarse del peso y dolarizar la economía. “Además de ser un desestabilizador destructivo, el peso es un perdedor a largo plazo. Por esta razón, los colombianos prefieren los dólares”.
Una de las principales razones que estaría elevando el precio del dólar en Colombia tendría que ver con el aumento de las tasas de interés por parte de los bancos centrales.
Según los especialistas, Colombia tendrá que olvidarse de los $4.000 que tenía como valor en dólar, debido a que este seguirá en aumento.
Existen más de 30 países que no cuentan con moneda propia y que adoptaron una extranjera, por lo que, según Hanke, han obtenido grandes beneficios como una menor inflación, déficit y deuda.
De acuerdo con Hanke, las tasas de inflación podrían ser más bajas y menos variables, también se lograría mantener un crecimiento económico más alto y estable frente al que exhiben las naciones donde el banco central emite la moneda nacional.
En su columna hace un llamado al Gobierno colombiano para que replantee la idea de la entrada del dólar como moneda oficial y “que les dé a los colombianos lo que prefieren: el dólar estadounidense”.
Actualmente, Argentina estudia la posibilidad de dolarizar su economía, pues ya suma décadas de registros económicos completamente negativos. Muy pocos conocedores del tema confían en su desempeño económico.
Adoptar el dólar y empezar a mover la economía en torno a una de las monedas más poderosas del mundo, sin embargo, implica que al momento en el que un país decide dolarizar su economía, deja de controlar su política monetaria y todas las decisiones en este sentido pasan a depender de la nación emisora de la moneda, en este caso, Estados Unidos.
A este respecto, el ahora designado ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y quien también fue el codirector del Banco de la República, se ha pronunciado acerca del tema y aseguró estar en completo desacuerdo pues esta propuesta haría perder la autonomía de la economía.
Pros y contras del dólar caro
Andrés Langebaek Rueda, director ejecutivo de Estudios Económicos de Davivienda y del Grupo Bolívar, aseguró que el alto precio de la divisa favorece a los exportadores y a aquellas compañías y empresarios que tienen activos en la moneda extranjera.
“Por ejemplo, los fondos de pensiones tienen actualmente buena parte de su portafolio en acciones de compañías del exterior, han comprado títulos de bolsas en el exterior y claramente la mayor tasa de cambio hace que el valor en pesos sea mayor, y por lo tanto el activo se beneficia”, aseguró Langebaek Rueda.
En contraste, los menos favorecidos son los importadores y quienes tengan deudas en la moneda norteamericana.
“A los compradores en el exterior les suben los costos de la materia prima que compran, y las empresas y el Gobierno que tienen deudas en dólares tendrán que pagar más caro”, explicó.
A otro grupo que también le afecta la alta cotización de la divisa es el del ciudadano de a pie, aquel que tiene planeado viajar al exterior; sin embargo, el turismo nacional es el que gana, pues el sector hotelero se beneficia, porque para los extranjeros se hace más económico visitar el país.