Sin superar la pandemia, entre mayo y junio se crearon 7.5 millones de empleos. Confianza de consumidores, gasto en consumo y negocios de vivienda también mejoraron
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CREACIÓN de 4.8 millones de empleos, caída de dos puntos porcentuales en la tasa de paro, disparada en la confianza de los consumidores a 98.1% e incremento en compromisos de compraventa de viviendas (44.3%) fueron los ‘signos vitales’ que registró la economía estadounidense en junio.
Estos indicadores, casi todos récord, son tan alentadores en medio de la pandemia del Covid-19, que evidencian que la reactivación productiva iniciada en mayo avanza a paso firme y la economía de EU comenzó a pasar de la unidad de cuidados intensivos a intermedia.
Dando al traste con los catastróficos vaticinios de opositores y analistas, al igual que hace un mes, la creación de empleos en junio fue un histórico 4.8 millones, rozando el doble de los que se generaron el mes inmediatamente anterior (2.7 millones), mientras que tanto la tasa de paro descendió hasta el 11.1%, dos puntos porcentuales menos que en el mismo período.
Este anuncio, calificado por el presidente Donald Trum como una muestra “de que nuestra economía está volviendo a rugir”, no es el único que durante junio evidenciaron la mejoría en la actividad productiva. La confianza de los consumidores subió a 98,1% en junio según el Conference Board, al igual que el gasto en consumo y las negociaciones para adquirir viviendas.
Sin superar la pandemia que irrumpió con inusitada fuerza el pasado 15 de enero, continuando como el país más afectado en el mundo ya que a hoy registra más de 2.700.000 contagios (el 0.8% de su población), de los cuales se han recuperado 730 mil, Estados Unidos adoptó al igual que el resto del mundo una cuarentena preventiva con la diferencia de que el presidente Donald Trump dejó en mano de las autoridades de cada Estado la decisión de que fuera obligatoria.
Ante el desconocimiento global sobre cómo enfrentar el Covid-19 y el fuerte aumento inicial de casos, la mayoría la nación estuvo confinada durante marzo y abril, cuando la pandemia comenzó su travesía por las Américas desde su punto más al norte en Alaska, hasta el más austral, en Chile.
En el entretanto y con el inevitable apagón económico se dispararon las cifras de desempleo y petición de subsidios semanales. Y fue entonces cuando Trump logró un ambicioso acuerdo bipartidista en el Congreso para la aprobación y creación del CARES Act, un gigantesco plan de ayuda que arrancó con US$2 billones a finales de marzo y que sumó otro billón de dólares en mayo destinados a atenuar el impacto de las crisis sobre las empresas y los estadounidenses más vulnerables.
Esta inyección financiera fue el partidor para la reapertura de la industria a comienzos de mayo y a la que gradualmente se adicionaron otros sectores como el comercio, los servicios y el turismo, los que hoy se mantienen en plena actividad y buenas perspectivas.
De esta forma, el repunte al empleo comenzó a visualizarse en mayo y se consolidó en junio. Vale destacar que no solo se trató de la recuperación de plazas de trabajo, sino la generación de nuevas, en las que el sector privado contribuyó con la mitad de las registradas el mes pasado.
Así lo demuestra la firma de servicios de nóminas ADP (muy seguida por los mercados) al presentar el respectivo informe, donde destaca que en el solo sector industrial se contrataron 2,4 millones de nuevos trabajadores en junio, mientras que en mayo fueron 3 millones. Y agrega que una parte significativa de las contrataciones el mes anterior correspondió a pequeñas empresas de menos de 50 trabajadores.
Destaca el mismo que muchas empresas pudieron volver a contratar a sus trabajadores gracias al Programa de Protección de Nóminas (PPP) y otras ayudas estatales acordadas entre el gobierno Trump y el Congreso.
En marcha y subiendo
En tan solo dos meses de reactivación económica, el gobierno Trump ha logrado cifras muy positivas y si bien el mercado laboral sigue débil tras el severo 'shock' de marzo y abril por el coronavirus, las proyecciones son buenas, sin desconocer el alto riesgo un nuevo impacto por el aumento de contagios en el sur y oeste del país.
Las estadísticas laborales del Departamento de Trabajo divulgadas ayer indican que la tasa de desempleo de Estados Unidos bajó más de dos puntos porcentuales en junio, ubicándose en 11,1%, marcado notable diferencia con el registrado en abril, el peor dato histórico en años, cuando la pandemia destruyó de golpe 20,8 millones de puestos de trabajo.
Fueron 4.8 millones de empleos generados en junio, tras los 2,7 millones de mayo. Un buen arranque de un ambicioso plan a mediano plazo que busca superar la histórica tasa de paro que registra el país pero que puede frenarse, según dijo el presidente Trump, “si en noviembre se decide por otras ideologías”.
En cuanto al desempleo los indicadores señalan que hace un estaba en 17,7 millones hace un mes, pero en junio 3.200.000 de personas lograron ocupación. Por su parte, la tasa de participación en el mercado laboral creció en siete décimas, hasta el 61,5%. Y. con respecto a mayo, la población activa creció en 1,7 millones de personas.
Por grupos de trabajadores, la tasa de paro entre las mujeres se redujo hasta el 11,7%, casi tres puntos menos, mientras que entre los hombres descendió hasta el 10,6%, lo que equivale a un punto y medio porcentual menos. También bajó el desempleo entre los jóvenes, pasando del 29.9% en mayo a 23.2%-
En el sexto mes del presente año, el número de empleados en el sector del turismo y el ocio creció en 2,088 millones de personas, mientras que el comercio minorista contrató a 739.800 personas y el sector de la salud contrató a 474.900 personas.
El informe del Departamento de Trabajo también reseña que la duración de la semana laboral media descendió en dos décimas, hasta las 34,5 horas en junio. Al mismo tiempo, los ingresos medios por hora cayeron pero sólo en 35 centavos respecto al mes anterior, hasta los 29,37 dólares.
Y, finalmente, otra estadística que completa la fotografía del mercado de trabajo estadounidense es la aplicación al subsidio por desempleo. La semana que finalizó el 27 de junio fueron 1.4 millones de peticiones nuevas, registrando un ligero descenso de casi 60 mil personas que solicitaron esa ayuda estatal.
Muchos opositores al mandatario republicano aseguran que estas cifras son sólo un “coctel de verano” y que luego vendrá la resaca. Sin embargo, Trump, como exitoso empresario y como Presidente, sabe que va por el camino correcto. Es, hay sido y será siempre la economía…