La variación anual del Producto Interno Bruto (PIB) durante el primer trimestre del año regresó a terreno positivo después de los tres trimestres de contracción que desató el choque provocado por la covid-19.
En concreto, el dato del DANE reveló que la expansión anual alcanzó el 1,1% y que la actividad productiva se continuó consolidando a un ritmo importante en marzo, pues las cifras puntuales de este mes ilustraban cómo la actividad minera fue la única que se mantuvo en terreno de contracción.
De acuerdo con los analistas del Bancolombia, “el resultado demuestra que los agentes productivos se han adaptado a coexistir con la pandemia. Así pues, a pesar de que las restricciones de enero causaron un retroceso en el nivel de actividad del mes frente al registrado en diciembre, el levantamiento de las medidas desde febrero llevó a que el proceso de recuperación continuara con notable solidez”.
Sostienen los investigadores que “el ritmo de expansión en febrero y marzo fue tal que permitió que la expansión trimestral desestacionalizada del PIB fuera de 2,9% (equivalente a una tasa anualizada de 11,9%). Si bien la cifra es inferior a la de los trimestres previos, implicó el retorno del nivel de producción de la economía a un registro solo 0,7% menor que el estándar prepandemia (cuarto trimestre de 2019)”.
Construcción
Desde el punto de vista sectorial, la construcción y los servicios de entretenimiento y los hogares como empleadores fueron las actividades que más se recuperaron frente al cierre del año pasado. Ambas exhibieron ritmos de expansión trimestral de doble dígito, impulsadas por el contexto de normalización de la convivencia de los hogares con la coyuntura y la fortaleza del segmento VIS de vivienda.
Entre tanto, el macro sector de administración pública, educación y salud fue el único que sufrió un deterioro en su nivel de operación frente al trimestre previo. Por el lado de la demanda, el rubro interno que más se recuperó fue la inversión, gracias a una base de comparación aún muy baja, pero el consumo privado siguió avanzando con fuerza.
En línea con uno de los últimos análisis, el rubro de las edificaciones residenciales del segmento VIS han explicado casi en totalidad la mejora, ya que, las edificaciones no residenciales (bodegas, colegios, fábricas, oficinas, etc.) aún se encuentran rezagadas al igual que la construcción de obras civiles que, apenas ha mostrado crecimientos en las obras de ferrocarriles, puentes, túneles, puertos, represas y centrales eléctricas.
Inversión
Durante el primer trimestre del año la inversión fue el rubro de la demanda que más ganó tracción. Dentro de esta, el segmento que más se fortaleció fue el de la vivienda, que creció 22,7% trimestral desestacionalizado, en buena medida apalancado por el programa de vivienda del Gobierno, que durante el año pasado llevó a alcanzar un registro inédito de ventas del segmento VIS.
El consumo privado, por su parte, continuó avanzando con fuerza. El rubro logró superar su nivel estándar previo al choque de la pandemia (el último trimestre del 2019). Por segundo trimestre consecutivo fue la compra de bienes semidurables la que más avanzó frente al trimestre previo. En particular, los rubros de prendas de vestir y calzado y de alimentos y bebidas fueron los segmentos por finalidad que más se fortalecieron.
Aseguran los economistas que “el resultado general implicó una sorpresa al alza de magnitud considerable sobre nuestro escenario de proyección vigente. Así pues, la cifra de crecimiento del año completo 2021 tendría un sesgo al alza frente a nuestra visión (4,7%). Sin embargo, esto contrasta con un riesgo bajista considerable que se ha venido consolidando desde abril, como resultado de la tercera ola de contagios de covid-19, así como las manifestaciones y bloqueos causados por el descontento social”.
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Agregan que “el comportamiento de nuestros indicadores de consumo en tiempo real revela que el impacto de la tercera ola de contagios y las restricciones adoptadas para combatirla han sido más importantes que los de la primera ola. Además, han empezado a hacer palpable cómo el entorno de las últimas semanas viene impactando también la toma de decisiones de consumo de los hogares, en una dinámica que es razonable pensar que también impactaría la inversión de las empresas”.
La vivienda
De otro lado, la presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Sandra Forero Ramírez, destacó el crecimiento en el primer trimestre de 2021 "como una buena noticia para el país. En el subsector de edificaciones el decrecimiento de -2.2% es el menor que hemos observado a lo largo del último año, pero la buena noticia deriva de vivienda donde en términos anuales la construcción de vivienda aumentó 26.2%, de acuerdo al Censo de Edificaciones del DANE".
Señaló la dirigente que “sigue estando rezagada la actividad no residencial, como lo hemos advertido a lo largo del último año donde el volumen de actividad sigue siendo estructuralmente más bajo".
En cuanto a la actividad comercial y de iniciaciones para el mes de abril, Forero sostuvo: "las cifras de Coordenada Urbana a abril de 2021 registraron 76.192 unidades habitacionales vendidas, es decir que crecimos 40% y en el segmento de vivienda de interés social (vis) fueron 53.097 unidades vendidas, representando un crecimiento anual de 43,9% y en el caso de las iniciaciones crecimos año corrido 49,2%, con 49.578 unidades iniciadas, destacándose el comportamiento de las iniciaciones no vis que crecieron 101%. Las iniciaciones de vivienda social también fueron muy positivas con un crecimiento de 29,5% anual en el mismo periodo año corrido a abril."
"Estos resultados ratifican el papel de la vivienda como motor del crecimiento social y económico, pero también alertan sobre la responsabilidad que todos tenemos de no echar a perder esta senda de recuperación que ya comenzó, si no encontramos una rápida solución a través del diálogo y el consenso social que le permita al país volver a la normalidad, sin violencia, vandalismos o bloqueos que impiden que las empresas mantengan su operación y garanticen el empleo y la reactivación que tanto necesita Colombia", enfatizó la dirigente gremial.
Bien el agro
El sector agropecuario creció 3,3% en el primer trimestre de 2021 y se mantiene como una de las actividades con variación positiva desde 2019. Además, el agro está aportando a la reactivación económica, gracias a los resultados de la estrategia ‘Juntos por el Campo’, que cuenta con programas de financiamiento, apoyo a la compra de maquinaria, agroinsumos y apoyos directos a las cadenas de arroz, papa, leche y otros más.
El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro, destacó que “las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre de 2021 (variación de 3,3%), y las reflejadas en 2020 (variación 2,6%), son el resultado de la puesta en marcha de la estrategia ‘Juntos por el Campo’, con la cual invertimos más de $200.000 millones, que beneficiaron a 215.000 productores en programas como compra de maquinaria, agroinsumos y apoyos directos a las cadenas de arroz, papa, leche y otros más. Además, se otorgaron créditos por medio de las Líneas Especiales de Crédito por un valor de $1,58 billones, especialmente para pequeños y medianos productores”.
Además, el jefe de la cartera agropecuaria hizo un llamado a que “los bloqueos ilegales que se presentan en estos momentos, en algunas carreteras del país, no pueden impedir el crecimiento que viene teniendo el sector agropecuario. Respetamos el derecho constitucional de la protesta, pero no se debe impedir el tránsito normal de alimentos y de insumos agropecuarios”.
El informe de PIB del DANE detalló que en el agro sobresalieron los crecimientos del café en 21,4%; silvicultura y extracción de madera en 5%; ganadería en 2,7%; y agricultura (sin café) en 2%.