El crecimiento del 3,3% en 2019 no se podrá repetir este año por la difícil coyuntura sanitaria. Los recursos para elevar la competitividad y respaldar el sistema productivo, ahora deberán ser utilizados para enfrentar el impacto del Covid-19. Más de 15 billones de pesos en primera paquete de ayudas
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Hasta hace menos de dos meses, la economía colombiana estaba viento en popa, pese al lunar del desempleo del 10,5%. Con un crecimiento de 3,3% en 2019 -uno de los más altos de Latinoamérica-, una inflación controlada, bajas tasas de interés, reservas internacionales de US$52.000 millones, unas cuentas fiscales regulares pero con tendencia a mejorar, y con grandes previsiones en el aumento recursos hacia sectores como el turismo y la infraestructura, el panorama pintaba bien. Pero quién iba a pensar que, sin haber llegar al fin del primer trimestre, hoy daríamos cualquier cosa por llegar siquiera a un PIB de 3% durante este año.
Aunque es muy complicado establecer cuál será el impacto derivado de la crisis sanitaria por la epidemia del coronavirus, sin duda el coletazo económico será muy grande.
Con un precio del dólar bordeando los $4.100 y amenazando con llegar a los $5.000, esos recursos que llegarán de más por las ventas al exterior de café, combustibles y otros bienes no servirán para recuperarse del desplome de los precios del petróleo, como fue bien reconocido por el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.
A esos 2,7 millones de desempleados que tiene el país, se le va a sumar otro batallón de desocupados con el cierre de empresas que pueden entrar en quiebra o en parálisis producto del coronavirus.
Aun así, a los esfuerzos que hace el Gobierno, junto con el Banco de la República, para proveer liquidez a la economía, se le debe añadir al empecinamiento de muchos empresarios que se resisten a dejarse ganar por esta pandemia.
La ayuda del Emisor
Por eso han recibido con optimismo las decisiones del Emisor en ampliar el conjunto de entidades que tienen acceso a las subastas y a la ventanilla de liquidez con deuda pública del Banco de la República. Por eso decidió extender el acceso a los fondos administrados a través de sociedades fiduciarias, sociedades comisionistas de bolsa, y sociedades administradoras de inversión a las subastas de repos y a la ventanilla con títulos de deuda pública (en adición a las subastas de repos con deuda privada).
El Banco también decidió aumentar el cupo total de operaciones de liquidez (Repos) con títulos de deuda pública y privada de $20 billones a $23,5 billones. A la fecha hay $12,3 billones colocados a través de estas modalidades.
También se subastarán Swaps de dólares por US$400 millones, en los cuales el Banco de la República venderá dólares de contado y los comprará a futuro (en 60 días). Con esta medida se brinda liquidez transitoria en dólares a un grupo amplio de entidades que incluye no solo a los intermediarios tradicionales del mercado cambiario, sino también a las sociedades administradoras de pensiones y cesantías en posición propia y de sus fondos administrados, con el propósito de aliviar las presiones en el mercado cambiario.
Confianza del consumidor
Por otra parte se conoció que el Índice de confianza del consumidor alcanzó un balance de -11,2% en febrero. El resultado implicó una contracción mensual de 10 puntos, donde las expectativas fueron las que más retrocedieron. Así, esta cifra sorprendió a la baja, en donde el impacto en la visión de los hogares sobre su situación y la de la economía se vio afectada con más fuerza de los esperado por las noticias en torno al brote de coronavirus en otras partes del mundo, a pesar del contexto de solidez con que inició el año la actividad productiva. Para los analistas del Bancolombia, “Las expectativas cayeron principalmente en el componente de corto plazo. Mientras el consumidor evaluó con mayor pesimismo el rumbo que podría llevar la economía en el transcurso de los meses siguientes a febrero, la visión en torno al estado que tendría la economía una vez finalizados los 12 meses cayó con menos fuerza”.
Este comportamiento de los componentes lleva a pensar que los hogares parecen anticipar un deterioro de las condiciones económicas de corto plazo, en línea con el impacto que tendría el coronavirus en el país. Sin embargo, para 2021 los hogares esperan una recuperación de la economía.
Por su parte, la percepción de las condiciones actuales también retrocedió en variación mensual, pero su nivel vigente es cercano al registro de febrero de 2019. Los consumidores volvieron a valorar con pesimismo el estado actual de sus hogares, luego de que en enero el rubro se ubicó en un balance positivo por primera vez desde diciembre de 2018.
Señalan que “si bien el resultado sorprendió sensiblemente a la baja nuestra visión, creemos que para marzo es de esperar un mayor pesimismo entre los consumidores. Esto sería resultado de la llegada del brote de coronavirus al país, la caída del precio del petróleo y la depreciación del peso. Esta combinación de factores posiblemente conducirá a una reducción del gasto discrecional, lo que a su vez incidirá en el avance del consumo privado”.
Más ayudas
Dada la situación actual de la economía y la situación compleja que soportan no solo Colombia sino casi todos los países de la región, se conoció que el Gobierno anunció un plan de contingencia en materia de salud pública y fortalecimiento de la red hospitalaria.
Así se estableció la eliminación de aranceles para importación de equipos hospitalarios, insumos clínicos y medicamentos específicos (oxígenos, comprensas, tapabocas, guantes, máscaras especiales, entre otros), entre algunas de las nuevas medidas para abastecer a hospitales y clínicas.
También el Gobierno estudia cómo flexibilizar normas de contratación y ampliar red hospitalaria a algunos municipios que no cuentan aún con la requerida.
Frente a la decisión del presidente de la República, Iván Duque, acerca de la medida de suspender a partir de las 00:00 horas del 23 de marzo, la entrada de extranjeros y colombianos al país por un periodo de 30 días con el objetivo de prevenir el contagio del Covid-19, el gremio de las agencias de viajes, Anato, ha venido trabajando con el Gobierno Nacional, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y el viceministerio de Turismo para ayudar a los pasajeros nacionales que se encuentran en el exterior y a los extranjeros que están en Colombia a llegar a sus países lo más pronto posible.
“Conjuntamente con las Agencias de Viajes y aerolíneas, estamos activando estrategias para la flexibilización en los procesos para que, en la medida de lo posible, los pasajeros puedan ajustar esos vuelos sin penalidades ni costos en cambio de tarifas”, señaló Paula Cortés Calle, presidente ejecutiva de Anato.
El 11 de marzo, la Asociación envió varias alternativas al Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para mitigar el impacto que pudiera traer a corto, mediano y largo plazo el Covid-19.
Una de ellas se relaciona con el aplazamiento del pago del IVA, Renta y parafiscales como lo anunció el señor presidente en su alocución, en la misma fecha que fue radicada la solicitud.
Adicionalmente, tres medidas que ayudan a solventar en parte la situación: La primera es la línea “Colombia Responde” de Bancóldex para alivianar el impacto que el Covid-19 deja en los flujos de caja en las empresas, estrategia que busca con la ayuda del sector financiero colombiano prestarle a las Agencias de Viajes y compañías del turismo, especiales tasas de interés en sus créditos.
Igualmente, se ha logrado que las personas naturales y jurídicas que pertenecen a los sectores afectados puedan acordar con sus entidades bancarias nuevas condiciones para sus créditos, como, por ejemplo, períodos de gracia, aumento de plazos entre otros, se tendrán excepciones respecto a las calificaciones de crédito en las centrales de riesgo.
Según Anato, se ha reiterado la importancia de preservar el empleo en el sector y por eso las solicitudes que se han hecho al Gobierno Nacional, han sido en aras de fortalecer a los empresarios para evitar despidos, teniendo en cuenta que a hoy las Agencias han manifestado una disminución en las ventas superior al 80%.
“Sabemos que estamos pasando por momentos muy duros en una crisis que no habíamos vividos antes. Por ahora debemos cuidar la salud de todos los viajeros y prepararnos para recibirlos más adelante. La industria de los viajes ha demostrado, a lo largo de los años ser resiliente y por eso debemos trabajar fuertemente para sacarla adelante y volver fortalecidos”, explicó la dirigente gremial.
Impacto en las flores
En este mismo sentido de preocupación sobre la situación actual de la economía, el presidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores, Asocolflores, Augusto Solano, anunció que como consecuencia de la pandemia que afronta el mundo, los exportadores de flores del país recibieron la cancelación de más del 50% de las ventas programadas para lo que resta del primer semestre de 2020.
“Hasta la semana pasada la actividad de exportación de flores estaba parcialmente afectada en mercados como Corea, Japón e Italia, principalmente. Sin embargo, el lunes de esta semana se precipitaron las cancelaciones de órdenes de muchos otros países incluyendo Estados Unidos, que representa el 80% de las ventas totales del sector, generando gran alarma entre los floricultores”, aseguró el dirigente gremial.
El vocero de Asocolflores recordó que en promedio las exportaciones de los cinco primeros meses del año representan más del 60% de las ventas anuales, las cuales el año pasado estuvieron cerca de los US$1.500 millones. Según el gremio, se acerca el día de la madre, una fecha tan importante como San Valentín en el calendario de la exportación de este producto y existe incertidumbre sobre su comportamiento final.
“Tenemos que sortear serias dificultades. De nuestro esfuerzo sectorial y gremial y direccionamiento estratégico depende el trabajo formal de 140 mil hombres y mujeres del país. Estamos haciendo un ejercicio juicioso para manejar los flujos de caja frente a la evidente reducción de las ventas que incluye importantes conversaciones con el Gobierno en búsqueda de fórmulas para mitigar la crisis. En este sector nuestros clientes realizan los pagos a 30 o 60 días, razón por la que inclusive buena parte de las ventas de San Valentín aún no se han recibido”, puntualizó el dirigente gremial.
Cepal evalúa el daño
Según Alicia Bárcena, la crisis del Covid-19 pasará a la historia como una de las peores que el mundo ha vivido. “América Latina y el Caribe, así como otras regiones emergentes, se verá afectada negativamente”, declaró la máxima autoridad de la Cepal. Recordó que la región creció a una tasa estimada de apenas 0,1% en 2019, y que los últimos pronósticos de la Comisión realizados en diciembre pasado preveían un crecimiento de 1,3% para 2020. Sin embargo, “las proyecciones han sido revisadas a la baja significativamente en el actual escenario”, señaló.
Explicó que en estos momentos Cepal estima una contracción de -1,8% del producto interno bruto regional, lo que podría llevar a que el desempleo en la región suba en diez puntos porcentuales. Esto llevaría a que, de un total de 620 millones de habitantes, el número de pobres en la región suba de 185 a 220 millones de personas; en tanto que las personas en pobreza extrema podrían aumentar de 67,4 a 90 millones.
Bárcena precisó que el Coronavirus afectará a la región como el efecto de la disminución de la actividad económica de varios de los principales socios comerciales en las exportaciones de bienes de los países de la región. China, por ejemplo, es un destino importante para las exportaciones de varias economías latinoamericanas. También por la caída en la demanda de servicios de turismo, que impactaría más severamente a los países del Caribe.
Otro elemento que afectaría a la región de América Latina y el Caribe está en la caída de los precios de los productos básicos (commodities), sobre todo para los países exportadores de materias primas en América del Sur. También estaría la mayor aversión al riesgo de los inversionistas y el empeoramiento de las condiciones financieras globales, explicó. “Parte de estos efectos ya se aprecia en la fuerte disminución de los índices bursátiles en la región”, indicó Bárcena.
Buenas noticias
Se registró una corrección del déficit comercial en enero. El crecimiento de dos dígitos de las exportaciones, en medio de importaciones estables, condujo a una corrección del déficit comercial en el primer mes de 2020. El déficit de US$690 millones, mostró una reducción desde los US$1.000 millones de déficit registrados en enero del año pasado. Como resultado, el déficit comercial de 12 meses se redujo a US$10.500 millones desde US$10.800 millones en diciembre. Las importaciones totales crecieron 0,6% interanual (desde la caída de 2,6% en diciembre) y ganaron 1,6% interanual en el trimestre que finalizó en enero (caída de 4,8% en el 4T19).
Por su parte, el crecimiento de las exportaciones fue impulsado por una recuperación de las ventas de carbón. Las exportaciones totales crecieron un 17,7% interanual, luego de siete meses consecutivos de caídas, y el carbón registró una recuperación considerable (81,1% interanual desde la caída del 41,5% en diciembre). Además, las exportaciones de petróleo aumentaron 5,4% interanual (7,0% anteriormente) ayudadas por los precios. En medio del reciente deterioro del escenario global, es poco probable que las cuentas externas de Colombia mejoren en el futuro. La ampliación esperada del déficit de cuenta corriente del año pasado (4,3% del PIB) estaría parcialmente contenida por la débil demanda interna.