Mientras en el mundo se presentaba una jornada negra por desplome de las bolsas y el petróleo, en Colombia se presentaba una controversia por no intervenir el mercado cambiario
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El desplome de las cotizaciones de crudo en el mundo hizo que el dólar en Colombia se disparara a límites insospechados por los mercados financieros hasta dar la sensación que ahora va a llegar a los $4.000 sin mayor esfuerzo. Esto, sumado al impacto por el coronavirus, incrementó la zozobra financiera.
Este hecho, que nunca se ha presentado en la tasa de cambio en el país, hizo que cundiera la preocupación sobre todo en las operaciones y servicios que hoy están atados al dólar.
La moneda estadounidense empezó la jornada en el país en $3.730 con un precio máximo en el mercado interbancario de $3.847. El cierre este lunes fue en $3.804. Entre el cierre del viernes que fue de $3.584 y el cierre de ayer, la cotización presentó un incremento de $260, algo nunca visto en el mercado cambiario.
El analista Juan David Ballén aseguró que “el dólar está tomando la misma tendencia del resto de las monedas emergentes del mundo, con este nuevo valor se habla de una desvalorización del peso de 8%”.
La disparada del dólar hizo que se presentara una reunión de emergencia entre el Ministerio de Hacienda, la Junta Directiva del Banco de la República y la Superintendencia Financiera.
Sin embargo, cuando se presagiaba que el Emisor tomaría la decisión de intervenir el mercado ante el alto precio del dólar, no se estableció ninguna medida.
Sin cambios
Al concluir la reunión, las directivas establecieron que "los cambios globales eran predecibles", lo que implicaría que, por ahora, Colombia aún no tiene de qué preocuparse. Sin embargo, esto no es lo mismo que piensan otros analistas.
El Gerente del Emisor, Juan José Echavarría, informó que “los fundamentos de la economía colombiana se mantienen sólidos y permiten absorber los choques externos descritos sin traumatismos severos sobre la actividad real y la estabilidad financiera”.
Señaló que “el sistema financiero cuenta con indicadores adecuados de solvencia, liquidez y gestión de riesgos, con la capacidad de absorber choques importantes de riesgo de mercado, liquidez y de crédito, que son simulados permanentemente por el Comité de Coordinación y Seguimiento del Sistema Financiero; además, las condiciones globales se han deteriorado rápidamente y la tasa de cambio está respondiendo de forma previsible a estas alteraciones”.
Sostuvo que “se mantendrá una vigilancia continua en los siguientes frentes: la liquidez y la volatilidad del mercado cambiario, las condiciones de liquidez interna y externa, así como las posibles implicaciones fiscales. Las autoridades tomarán las acciones pertinentes de forma coordinada y las decisiones se anunciarán conjunta y oportunamente”.
La intervención
Ante esta situación, el exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverri, dijo que “hoy más que nunca el Banco de la República debió tomar una decisión de intervenir el mercado. Tenía que salir a vender reservas, para eso son las reservas, ese es un colchón que se guarda para estas eventualidades como esta en que el dólar está incontrolable. Me parece que la decisión del Emisor de no intervenir es irresponsable”. Actualmente el Banco de la República tiene más de US$52.000 millones de reservas.
Asimismo, Corficolombiana cree que el Gobierno nacional y el Banco de la República deben tomar medidas para hacerle frente a esta situación internacional.
“Esperamos que el Banco de la República disponga de la línea de crédito flexible por US$11.000 mil millones que tiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI) e implemente medidas macroprudenciales orientadas a moderar el ritmo de endeudamiento de los hogares, además de prevenir y evitar futuros deterioros de la cartera crediticia del sistema financiero”, dice la compañía. Los analistas de Corficolombiana señalan que el Emisor también puede intervenir el mercado cambiario a través de un programa de desacumulación de reservas internacionales (venta esterilizada de dólares) para reducir la volatilidad de la tasa de cambio.
Por qué cae el petróleo
La caída del petróleo se deriva de la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre el país dirigido por Vladimir Putin y la OPEP para hacer un recorte de producción y lograr controlar con eso la caída en el valor del barril producida por el miedo al coronavirus. Sobre las 8 a.m., de acuerdo con datos de Bloomberg, el barril de petróleo WTI está en US$31,13, lo que implica una caída de 25%; mientras que el Brent estaba en US$34,87 (-22,57%).
Por la disminución de la demanda de crudo que ha generado el virus, Arabia Saudita demandaba que la OPEP y los países aliados incrementaran los recortes de producción para mantener el precio. Como Rusia se opuso a la propuesta, Arabia Saudita anunció su primer recorte de precio desde mayo 2009 y un aumento de producción a 10.000.000 de barriles diarios. Los analistas han señalado que los sauditas estarían dispuestos a incrementar su oferta para evitar perder participación frente a Rusia y Estados Unidos.
El temor a una guerra de precios entre productores de petróleo, en un contexto de baja demanda, no solo afecta el precio del crudo Brent (-250%) y del WTI (-33%), sino también a firmas petroleras.
LOS MERCADOS del mundo temblaron ayer por la jornada negra, ante la caída del petróleo y el rumbo disparado del dólar. /ENS
RECUADRO
Desplome bursátil
La histórica caída de los precios del petróleo y el temor a un freno generalizado de la economía por el coronavirus arrastraron las bolsas a una jornada negra. Las principales bolsas europeas se hundieron al cierre de la jornada, registrando caídas de entre más del 7% y del 11%, afectadas por la epidemia y el fracaso de las negociaciones entre la OPEP y Rusia. Para muchas, se trató de su peor desempeño en más de una década.
En Milán, capital financiera de Italia aislada para intentar frenar la epidemia, el índice perdió 11,17%. El CAC-40 de París 8,39%, el Ibex-35 español 7,96%, el Dax de Fráncfort perdió 7,94% y el FTSE-100 de Londres 7,69%%.
Wall Street también abrió con fuertes pérdidas, lo que llevó a una suspensión de los intercambios por unos 15 minutos. Hacia las 14H15 GMT, el Dow Jones registraba una caída de cerca del 5,62%. El Nasdaq bajaba 5,02% y el S&P 500 cedía 5,51%.
La bolsa de Tokio también se vio afectada, en particular, por el aumento del valor del yen, que afecta negativamente a las exportaciones, a su vez, el Nikkei cerró con una caída del 5,07%, un récord desde febrero de 2018.
Las bolsas chinas también terminaron a la baja, igual que las del Golfo.
En América Latina también se desplomaron las principales bolsas. La de Sao Paulo cayó más del 10% y la de Buenos Aires más del 9%, poco después de la apertura. Mientras tanto en Colombia, la Bolsa de Valores, perdía 10% al cierre de esta edición.