Entre octubre de este año y el mismo mes del año pasado, el saldo en mora de los créditos de los usuarios financieros aumentó $4 billones, de acuerdo con cifras de la Superintendencia Financiera.
El informe demuestra que el saldo de la cartera con mora mayor a 30 días se ubicó en los $26,4 billones, resultado que crece en cerca de $2 billones cuando se compara con septiembre de 2020.
La entidad hace la salvedad que en general, el 38,4% de la cartera vencida reportada en octubre está asociada a operaciones cuyos periodos de gracia finalizaron entre julio y octubre, principalmente en créditos de consumo.
Añade la Superintendencia Financiera que la calidad por mora, que se mide como la proporción entre las carteras vencida y bruta, fue del 5% para el total del portafolio.
Según el documento, “el resultado para octubre combina el deterioro de los deudores que continúan experimentando dificultades y la menor dinámica del saldo bruto. El incremento en el indicador de calidad fue más marcado en el portafolio de consumo, que pasó de 4,9% a 6,1%”.
Señala que el salto del crecimiento real de la cartera vencida en Colombia ha sido significativo: en octubre de 2019 llegaba ser del -4%, comenzando 2020 estuvo cerca del -2 % y con corte a octubre de 2020 ya iba en 15,6%.
El comportamiento no es atípico para la banca. Santiago Castro, presidente saliente de Asobancaria, aseguró que es inevitable que la calidad de la cartera se deteriore, pero que dicho riesgo ya está solventado.
Riesgos
“Más que riesgos hay certezas, la calidad de cartera se va a deteriorar, pero lo que significaría un riesgo es que eso no estuviera previsto. En este momento nosotros tenemos un cubrimiento del 148% de toda la cartera vencida”, dijo Castro.
De hecho, la Superfinanciera explica que los establecimientos de crédito continúan reconociendo prospectivamente el riesgo potencial de los deudores. “Para octubre el crecimiento real de las provisiones totales alcanzó el 21,5%, con un saldo de $38,2 billones”.
Castro dijo que, de momento, el Programa de Apoyo a Deudores ha resultado beneficioso para los usuarios y para la banca. Los datos más recientes dan cuenta de que, entre el primero de agosto y el 16 de diciembre, 1,8 millones de deudores habían redefinido sus condiciones. Dichos acuerdos representan cerca de 32,6 billones.
Sin embargo, habrá que esperar a cómo avancen los análisis de las calificadoras. Fitch Ratings, por ejemplo, ya llamó la atención en que la incapacidad de pago de los usuarios, las altas tasas de desempleo y la falta de maniobra de los gobiernos para hacer un esfuerzo fiscal extra podría pasarles factura a los bancos durante 2021 y exponerlos a una baja en calificaciones.
Por otra parte, la calificadora Fitch resalta la preocupación latente de la calidad de la cartera del sistema financiero en un entorno de altas tasas de desempleo y bajos indicadores de consumo, perspectiva que incluso el Banco de la República tiene en la mira.
Activos
“Esperamos que el aumento del desempleo y la debilidad económica presionen la calidad de los activos, particularmente para los prestamistas con alta exposición a las pymes (pequeñas y medianas empresas). La débil demanda de crédito y la reducida actividad del mercado de capitales reducirán las ganancias”, dijo Fitch en su comentario.
Se lee también en el informe que las medidas de apoyo fiscal y los alivios que puedan entregar las instituciones financieras, a los usuarios que no puedan cumplir con sus obligaciones, serán pieza clave para contener un posible golpe de las utilidades de esas instituciones.
“Las cicatrices económicas podrían conducir a más rebajas soberanas como consecuencia de la pandemia. Esto ejercería presión sobre las calificaciones bancarias que reflejan un potencial respaldo soberano, una característica común en los mercados emergentes”, añadió la agencia calificadora.
El último llamado que hace Fitch tiene que ver con el riesgo de que exista una menor inversión privada en la fase de reactivación, aumentando la inversión de las entidades financieras en planes de infraestructura pública, situación que podría conducir a que los bancos comerciales pierdan participación de mercado.